sábado, 6 de abril de 2024

 

El alquiler de la Moncloa

Las elecciones vascas, catalanas y europeas hacen que los contendientes se ofrezcan y acicalen para lucir palmito, como meretriz en el quicio de la mancebía. Mejor no atender tanto guiño desvergonzado y centrarnos en noticias importantes, como que Carlos III reapareció en la misa de Pascua, en el castillo de Windsor. Otra bomba de racimo: «Erdogan ha perdido las elecciones municipales en Turquía» y la refinitiva: la mocita de Terelu y el mocito de Mar Flores han discutido en una pizzería. Cosas importantes si tanto espacio ocupan y tanto se insiste en venderlas. Tanta tinta de calamar debe ser buena para distraernos, sabiendo, eso sí, que el juego soterrado sigue, que la venta continúa y que la ruta de compra/venta, marcada en un mapa que se nos oculta, permanece inalterable.


¿Habrá referéndum de autodeterminación en Cataluña? Desde el Gobierno/PSOE dicen que no, luego blanco y en botella, porque acaban ratificando, acogiendo y justificando todo lo que niegan. No hay límites, no hay fronteras para los que, acostumbrados a vender/se, tienen el precio marcado en la frente. Puigdemont saca la chequera de sus siete escaños y todos a pinturrearse los labios para seducirlo. Seguir es su meta y como no tienen otra, son capaces de hacerse alfombras para que el golpista haga su paseíllo triunfal, como si fuera el Nelson Mandela de la causa catalana.


Los egos no pueden ocultarse y el que manda en los que mandan no ha sido capaz de bajar su nombre del conciliábulo separatista: «Junts+Puigdemont per Catalunya» es el nuevo invento. Mas acertado hubiera sido «Puigdemont+Puigdemont per Puigdemont». El fugado se sabe imprescindible y ahora sopesa lo de poner su foto en la papela. Ya lo hicieron Pablo Iglesias y Yolanda Díaz, que deberían «arrejuntarse» para repartirse la nada que los dos persiguen con Sumar y Podemos.


Más de lo mismo, en el País Vasco los feligreses de Sabino Arana, el racista/machista supremo, andan en un sinvivir porque los etarrines, a los que han ayudado a blanquear, vienen con «hambre atrasada» y Otegi, el hombre de paz para los socialistas, puede coger la batuta y hacer que le bailen un aurresku de bienvenida al cotarro de Ajuria Enea. Va a ser divertido ver a Pedro Sánchez elegir, en Cataluña y en el País Vasco, entre sus aurículas y sus ventrículos. ¿Qué harán los descartados? Peligran los Presupuestos del 2025.


El PNV se ha mimetizado tanto con Bildu que hoy quieren lo mismo, del mismo modo y al mismo precio, aunque unos vayan de ángeles y a los otros los veamos como demonios. Tampoco habrá revolución en Cataluña. El «sanchista» Salvador Illa, que parte como ganador, es un rumiante atado a una cadena muy corta por su amo y PP, Vox y el pecio de Cs son meros figurantes en un lienzo blanco con salpicaduras. ¿Entre Puigdemont y ERC? Los dos son de derecha, de izquierda, de centro, republicanos y separatistas. Los dos saben poner el cazo, ordeñar la vaca hispana y reírse de todos. Los dos tienen a Pedro Sánchez tan cogido de ahí como Mohamed el de Marruecos. El inquilino, con lo nuestro, paga a muchos el alquiler de la Moncloa.


Quedan las europeas, que tampoco cambiarán nada, porque no va a salir nada diferente a lo que tenemos... Europa seguirá siendo el escenario donde representemos nuestra comedia. ¡Menos mal que Carlos III reapareció en la misa de Pascua!

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