lunes, 20 de septiembre de 2021

 


                           La ventana indiscreta

                           DE TÚ A TÚ

 

                                                        Tomás Martín Tamayo

 

En la Generalitat catalana lo que  importa es la forma porque el fondo “la pela es la pela”, lo tienen tan claro como asegurado. Es el pragmatismo que heredaron del duendecillo que acuñó lo de “España nos roba”. Pero al margen de la fruslería económica, ellos tienen un empeño especial en sentirse diferentes y en hacer creer a sus panolis que en España hay dos estados soberanos: Cataluña y España, por ese orden.

 

Llevan años sin gestionar pero ordeñando el cabreo de la calle, anclados en la parafernalia, en inventarse un protocolo ridículo y estrafalario en el que se visualice que si se reúnen con el presidente del Gobierno es casi un acto de condescendencia o, como mínimo, una reunión bilateral, en igualdad de condiciones  entre dos países para negociar asuntos de interés común. Se preocupan de la imagen, de que se entienda que es un trato entre gobiernos y con cajones a la misma altura. Si se sientan en una mesa  tiene que quedar claro que nadie la preside y necesitan retirar la bandera de España para que  la intervención de Pere Aragonés  no se contamine visualmente, mientras que el presidente del Gobierno se inclina ante la bandera catalana. Pueden fotografiarse con la bandera inglesa, alemana o rusa -¡ay, ay!- pero la española les da repelús. Menos de la pasta, reniegan de todo lo español.

 

Y lo lamentable es que España, antes, ahora y me temo que después, se presta al teatrillo y acepta con normalidad la impostura y  el “tú a tú” con una comunidad autónoma,  por muy de puntilla que vaya y muchos zancos que se ponga. Y forma parte de España, como CyL, Andalucía, o La Rioja, aunque en ninguno de esos lugares tenga el presidente del Gobierno que prestarse a la astracanada de  pasar revista a las fuerzas armadas, como si estuviera en un país extranjero.

 

A todo lo que se cuece en Cataluña se le da mucha trascendencia porque su pretendida independencia se basa en la dependencia que el Gobierno de España tiene de sus votos. Los votos catalanes se pagan por suspiros y si los que proceden de otras comunidades se regalan, el problema no es de Cataluña, que todo lo hace pasar por ventanilla. ¿Necesita Cataluña más que Cy L o Extremadura? La vicepresidenta y consejera de Hacienda de Extremadura dice que sí y que si reciben menos los extremeños es porque necesitan menos. ¿Idiocia, servilismo de partido o las dos cosas?

 

 Ellos a marearnos en su noria. Ahora se reúnen, ahora no. Los socios discuten, reclaman, se abrazan, se rechazan o se van de merendita a Waterloo. Puigdemont supervisa desde Bruselas, Puigdemont no pinta nada.  Los indultados estarán en la Mesa, el president rechaza a los indultados. Junts per Catalunya decide,  Ezquerra manda… ¿De qué color serán los calcetines de Pere Aragonés? ¿Solo, cortado, con leche? ¿El agua envasada o del grifo? ¿Carne o pescado? Nos tienen en un sin vivir.

 

De estos enredos, como de los anteriores,  solo quedará el álbum de fotos, porque no creo que el “sanchismo-leninismo” tenga margen ni tiempo para dar tijeretazos al  mapa,  pero con esto España se desfigura cada día un poco más. Como el retrato de Dorian Gray.

 

 


 

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