La calma del encinar
GARCÍA PAGE NOS DEFIENDE
Tomás Martín Tamayo
El Gobierno aparca la conversión de la
N-430 en autovía porque, según dice, encargó un estudio que ha constatado que
tiene poco tráfico para justificar una inversión tan grande. Acabáramos, encima
de cachondeo. ¿El estudio lo hizo el CIS de Tezanos? Con precauciones a priori
el Gobierno podía ahorrarse la práctica totalidad de las inversiones públicas
en infraestructura, pero esa desfachatez solo la tiene con comunidades
serviles, en las que opiniones y votos están sometidos y son capaces de escupir
al cielo, aunque les caiga en la cara el escupitajo.
Si ponen un “cuentacoches” en la
carretera que desune a Badajoz de Cáceres, el resultado no será diferente,
porque casi todos vamos y venimos por Mérida, recorriendo 45 km más, para
librarnos de la tortura de una vía entre capitales de provincia que Ibarra no
consideraba prioritaria y los que vinieron después, tampoco. ¿También tiene
poco tráfico? El Gobierno podía haberse ahorrado el estudio de la N-430, porque
lo que no existe no se usa. Lumbreras.
¿Y qué respuesta ha dado, que valoración
ha hecho la Junta de Extremadura? Felicitarse y aplaudir, aplaudir y
felicitarse, porque “donde no hay harina, todo es mohína”. Si para la
vicepresidenta y consejera de Hacienda es bueno que Extremadura reciba menos
del Estado, porque eso significa que necesitamos menos, el presidente considera
positivo el descarte de la N-430 como autovía.
“La noticia debería alegrarnos porque, después de muchos años de
promesas incumplidas y silencios, se retoma la carretera”. ¿Qué comunicado del
Gobierno ha leído Fernández Vara? Nos mean en la cara y el bendice la lluvia
dorada.
Y explica el contento a su manera:
"En sí mismo es una buena noticia, porque el primer tramo va a ir
desdoblada y el resto, el Gobierno ha decidido pasar a la acción”. Sí, pasar a
la acción para no hacerla, porque después de veinte años mareándonos con la
burocracia, el Gobierno de Don Pedro ha llegado a la conclusión de que no vale
la pena invertir en… ¿En ese proyecto o en Extremadura? Ni por el norte ni por
el sur. Dicen que “como se trata de una
vía entre dos comunidades, Castilla la Mancha y Extremadura, con escaso
“dinamismo económico”, no se justifica la construcción de una autovía”. Una
buena noticia para Vara, ya le vale.
Pero el Gobierno aprovecha la ocasión
para tratarnos como a idiotas porque “si el escaso “dinamismo económico”
cambia, retomarán el estudio”. Mientras tanto, parchearán el asfalto y
reducirán el peligro de algunas curvas. ¡Gracias, gracias, gracias, señorito
Pedro! Deberíamos hacer una colecta para
surtir de jamones a todo el Gobierno. ¡Si no lloramos de emoción es porque no
nos quedan lágrimas!
Aparcando la coña, mientras Vara
calla y se muestra contento y agradecido, García Page, su compañero de partido
y presidente de Castilla la Mancha, se cabrea, patalea y pone en busca y
captura a los que han hecho posible semejante despropósito. “Una piedra más en
el camino, pero no pararemos hasta conseguirlo, porque la postura del Gobierno
de Castilla la Mancha sigue siendo firme”. Puede que consiga una autovía hasta llegar a la linde de Extremadura. Aquí nos
conformamos con un poco de arena y un bidón de alquitrán. Gracias, gracias,
gracias, señorito Pedro.
Muy cerca, aunque un infierno de
carretera nos separe, tenemos a un responsable político que pone los intereses
de su comunidad antes que las soflamas de su partido. Aunque sea
colateralmente, García Page nos defiende.
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