La ventana indiscreta
EL MITO DEL
DUENDECILLO
Tomás Martín
Tamayo
Voy a intentar desmontar una de
esas trolas que circulan sobre la controvertida figura del todopoderoso Iván
Redondo, Primer Secretario de Estado, director del Gabinete de Presidencia, responsable
de la Seguridad Nacional, Coordinador de Actividades y Agenda y de Asuntos
Europeos, director del G-20, director de Asuntos Económicos y de la Oficina
Nacional de Prospectiva y Estrategias… O sea copresidente o segundo en el
Gobierno, aunque a Carmen Calvo se le atraganta la evidencia.
La mentira convierte a Iván Redondo en una especie de mago de la
estrategia política, un orfebre del electorado al que vende lo que quiere. Y
para demostrarlo se pone siempre de ejemplo a Extremadura, bastión socialista
inamovible al que dio la vuelta. En aquellas elecciones de 2011, el PP ganó en
10 de las 13 comunidades en litigio y el PSOE perdió, además de Extremadura,
Castilla la Mancha, Aragón, Asturias y Baleares ¿También practicó en ellas su
magia el duendecillo Redondo? Además el PP dobló su representación en las
comunidades de Madrid, Murcia, Ceuta, Melilla... ¿Magia borragia de Iván
Redondo? ¡Qué camelo!
En aquel envite electoral el PP ganó Sevilla, Córdoba, Zaragoza,
Cáceres, Mérida y otros 35 municipios mayores… ¿Gracias a Iván Redondo? Por
centrarnos en el ejemplo de Extremadura, además de la Comunidad, el PP ganó en
municipios “imposibles”, como Mérida, Cáceres, Trujillo, Almendralejo,
Plasencia y el “no va más” de Olivenza, pueblo natal de Fernández Vara y
residencia de Ibarra. ¿A todos esos rincones llegó el soplo mágico del
maquiavelito que hoy mueve los hilos de Pedro Sánchez y entonces movió los de
Monago? ¡Qué disparate!
El artífice real de los éxitos
del PP y del fracaso estrepitoso del PSOE en aquellas elecciones fue Zapatero,
con la crisis económica, su gestión de chamarilero, su actitud paranoide,
ocurrencias del TBO y el estrepitoso desprestigio de España en el entorno
europeo e internacional. Fue Zapatero el artífice de aquella debacle del PSOE y
fue Zapatero el que puso todos los puentes para que llegara Rajoy, con una mayoría absoluta que sólo ha superado
Felipe González. ¡Grande, Iván Redondo!
Lo que sí hace muy bien el maquiavelito es seducir a los necios
engolados que necesitan ocurrencias para estar en la palestra. En Extremadura
ensayó con Monago todas las pamplinas que después ha practicado con Pedro
Sánchez, desde fotos en plan estadista a correcaminos. Ejerció un control
absoluto de los consejeros, como ahora
sobre los ministros. Y como sabe que “poderoso caballero es don dinero”, con
absoluta desvergüenza pringa a los pringaos y, por intentarlo que no quede,
tienta a los pocos que se resisten. Pocos, muy pocos.
No entiendo por qué se ignoran estas
evidencias, tan cercanas y demostrables y se insiste en destacar que su varita
mágica es la que señala el camino del éxito. A Albiol lo hundió con su
estrategia racista y a Monago se lo cargó a la primera, además de dejarlo
estigmatizado como una marioneta con menos ideas propias que Monchito. Redondo
es un bluf listo para los tontos. Un listillo.
09/05/2021
______________________________________________________
Si desea recibir mis artículos directamente envíe un correo
electrónico a: tomasmartintamayo@gmail.com. Todos los envíos se hacen por
consentimiento expreso del solicitante. Si los recibe y no quiere seguir
recibiéndolos, indíquelo a ese mismo correo.
*A excepción del correo electrónico facilitado, no dispongo de
ningún otro dato. En la mayoría de los casos ni siquiera conozco de la
identificación del titular del mismo.
*En los artículos remitidos no se incluye ninguna publicidad y su
reenvío es absolutamente gratuito
*Todos mis artículos están abiertos en el blog Cuentos del Día a Día y
se publican en la edición impresa y digital del periódico HOY.
No hay comentarios:
Publicar un comentario