sábado, 21 de marzo de 2020

TRES MINUTOS DIFERENTES


                                  La calma del encinar
                        ¿TRES MINUTOS DIFERENTES?
                                                  

                                                                                Tomás Martín Tamayo



                                  
Me escriben dos lectores para alertarme, por si no me había dado cuenta, de que, últimamente, estoy muy desconectado  del pálpito de la calle y no escribo de lo que importa. Se lamentan de que el sábado pasado, a pesar de la angustia que ha traído el coronavirus, yo me fuera por la tangente, escribiendo sobre amores infantiles y desasistidos sociales. No son los únicos, porque mi buen amigo, Agapito Gómez Villa, también me lo viene señalando, aunque él lo hace para aplaudir porque, como sabe de esto, no ignora lo difícil que resulta escribir sin el soporte emocional de la actualidad.

Me explico, si hay un atentado terrorista y escribo del gracejo de los vendedores del mercadillo – como así ocurrió-, no es porque ignore la tragedia o me sea indiferente, es porque creo que debo hacer un esfuerzo para no escribir de lo obvio, para no incidir, también desde este pequeño rincón, en el machaqueo de noticias que  abren los telediarios y acaparan  portadas, análisis y opiniones. No vivo en otro planeta y sé que, días después de congregarse  doscientas mil personas en una manifestación, alentada desde el Gobierno, tuvimos que recluirnos porque la pandemia señalaba la imprudencia, no sé si criminal, del propio Gobierno. Eso está colgado en la alacena y seguro que algún día tendrá su espacio.

Tengo opinión sobre las andanzas del Rey emérito, de lo que tiene de clarificador que su hijo “renuncie” a la herencia, aunque es solo un gesto, y de que el emérito reconozca sus hazañas al aclarar que no informó a su hijo de las cuentas que tiene en el extranjero. Y tengo opinión sobre el “momento coronavirus” que han elegido en la Casa Real para mitigar el efecto del “viruscorona”. También está en rampa de salida y tendrá su turno, pero cuando lo considere oportuno y nunca empujado por una actualidad que hace que todos vayamos en la misma dirección. ¡Busquen la actualidad  y la información en el periódico y no en mis artículos!



No puedo evitar que los lectores se posicionen respecto a mis opiniones, aunque lamento que no se vea la dificultad que entraña salirse de la corriente e intentar ofrecer tres minutos diferentes. Para mí lo más fácil sería escribir sobre el “torravirus”, el “gobiernovirus”, el “viruscorona” el “corinavirus” y hasta del coronavirus.

Después de casi cuarenta años de presencia, más o menos puntual, en estas páginas, he aprendido a encogerme de hombros y a pagar  el peaje de la libertad de expresión, que sigue estando en libertad condicional y vigilada. Es difícil acertar e imposible concitar unanimidades,  pero también llegan mensajes que, por repugnantes, animan mucho y señalan el camino.

Por ejemplo, el “maquiavelito” que ahora manda en la Moncloa y mueve los hilos del Gobierno,  me ofreció “muy buena vida” si bajaba el listón de las críticas al “gobex” de Monago, pero como yo no quiero mejor vida que la que tengo…

___________________________________________________


*Si desea recibir mis artículos directamente envíe un correo electrónico a: tomasmartintamayo@gmail.com.  Todos los envíos se efectúan por consentimiento expreso del solicitante.  Si los recibe y no quiere seguir recibiéndolos, indíquelo a ese mismo correo.

*A excepción del correo electrónico facilitado, no dispongo de ningún otro dato, en la mayoría de los casos ni siquiera de la identificación del titular del mismo.

*En los artículos remitidos no se incluye ninguna publicidad y su reenvío es absolutamente gratuito.

*Todos mis artículos están abiertos en el blog Cuentos del Día a Día y se publican en la edición impresa y digital del periódico HOY.




No hay comentarios: