La calma del encinar
INFLUENCERS
Tomás Martín Tamayo
Blog Cuentos del Día a Día
tomasmartintamayo@gmail.com
La jovencita,
que viste, come y bebe gratis, se presentó en la clínica y preguntó por el
cirujano plástico. Quería negociar directamente el trueque de favores: dos
implantes mamarios y una ligera inclinación en sus cejas a cambio de
comentarios favorables en la redes porque, como “influencer” famosa, seguida
por seiscientos mil usuarios, le puede propiciar al cirujano muchas
clientes/pacientes. Llevaba referencias de un restaurante de cuatro tenedores y
de una marca de ropa cara. Ella suele comer allí (mesa reservada en el mejor sitio, incluso
acompañada), y paga con comentarios elogiosos en las redes. El restaurador dice
que es un negocio muy favorable porque le lleva clientes nuevos, y en la marca
de ropa aseguran que cuando ella luce uno de sus modelos se agota en dos o tres
días.
Influencer, un
nuevo sinónimo del parásito de siempre, que adereza sus comentarios en las
redes y puestas en escena con amoríos en cadena, cuernos de todos los tamaños y
presencia gritona y acusadora si alguien osa cobrarle. ¿Estudios, profesión?:
Influencer. La muy mamarracha dice que marca tendencia y se hace temer, porque
si ella hace un comentario negativo del restaurante, de la marca de ropa o del
cirujano, el negocio se tambalea y las consecuencias pueden ser desastrosas. Eso
es lo que ella vende. Míster Chip lo abrevia mucho: “¿Es casualidad que
influencer y gilipollas tengan el mismo número de letras?
Debajo de este
negocio de mentiras hay más mentiras, porque se pueden comprar paquetes de
millares de “me gusta” por muy poco dinero, así es que las “influencers”
compran y rentabilizan la inversión hasta el punto de poder vivir de este
chantaje permanente, en el que todos invierten en falsedades y juegan a
engañarse. Las propias redes quieren poner límites a tanta desfachatez que, por
ahora, parece legal.
El cirujano en
principio se queda perplejo y después pide opinión a otros compañeros sobre la
influencia real de las “influencers”. La respuesta fue apabullante, casi le
felicitan por la suerte de que la tal llame a su puerta y le recomiendan que,
además de intervenirla gratis, le haga un buen regalo, se fotografíe con ella y
cuelgue la foto en las redes y en la
consulta. “Si te llaman de la televisión para que participes en un programa
como cirujano de famosas, multiplicarás la demanda, incluso doblando el precio
de las intervenciones”. Le comentan que el caso más cercano es el de uno que
opera a dos hermanas y que después de pasar por un programa televisivo en
horario estelar, se le acumuló tal lista de espera que incluso ha montado su
propia clínica, en la que trabajan otros, porque él se reserva solo para las
“influencers”.
¿Y quién puede
ser “influencer”? Las nenas de famosas/os, las que se han encamado con algún
famoso/a y las que han pasado por la acreditada escuela de un programa televisivo
en el que ellos/as se juntan para arrejuntarse, reírse, llorar y enfadarse,
mientras lucen cachas y tetamen las ellas y musculitos los ellos. Las
“influencers” tienen su rincón en las revistas de moda y sus peripecias
trascienden incluso a la llamada prensa seria. No necesitan haber superado la
ESO para sentar cátedra sobre moda, sociedad, cultura, medicina, decoración…
Son los/as modelos de un mundo atropellado, en el que se adora al becerro de
oro, al de plata, al de latón y al gilipollas porque, a falta de referentes, es
fácil dejarse engatusar y para eso están las influencers, doctoradas en la
facultad de parasitología.
________________________________________________________
*Si desea recibir mis artículos directamente envíe un correo
electrónico a: tomasmartintamayo@gmail.com. Todos los envíos se efectúan
por consentimiento expreso del solicitante. Si los recibe y no quiere
seguir recibiéndolos, indíquelo a ese mismo correo.
*A excepción del correo electrónico facilitado, no dispongo de ningún
otro dato, en la mayoría de los casos ni siquiera de la identificación del
titular del mismo.
*En los artículos remitidos no se incluye ninguna publicidad y su reenvío
es absolutamente gratuito.
*Todos mis artículos están abiertos en el blog Cuentos del Día a Día y se
publican en la edición impresa y digital del periódico HOY.
No hay comentarios:
Publicar un comentario