La calma del encinar
PSOE: ¿Y
MAÑANA, QUÉ?
Tomás Martín Tamayo
Blog Cuentos del Día a Día
A pocas horas para la votación del domingo, nadie señala a
un ganador y las apuestas se estancan entre los que creen que el PSOE se romperá
mañana por la tarde y los que piensan que va a tener una agonía lenta y
dolorosa. Personalmente creo que -quien tuvo retuvo-, al Titánic socialista
todavía no se le ha cruzado un iceberg capaz de hundirlo. Lo creo y lo deseo.
Con un PSOE fuerte, España no sería el laboratorio europeo de las corrupciones,
ni el PP seguiría ocupando el podio en las preferencias de un electorado
confuso, perplejo, desnortado y aparentemente desalmado, que se queja de lo
mismo que finalmente vota, cayendo en un masoquismo bastante complaciente. Nos
va la marcha. El electorado y la
oposición son colaboradores necesarios en la corrupción que asola al PP, porque
sin la permisividad indolente del primero y la atonía y división de los segundos,
hace mucho que el partido de Rajoy estaría purgando sus penas y lejos del
Gobierno.
La estrategia principal de Susana Díaz, para lograr la
secretaría general del PSOE, ha sido la de presentarse a sí misma como una
ganadora nata, frente a un Pedro Sánchez que pierde incluso el tiempo, por
competir con ella. Un grave error porque si mañana no gana –ojo, que hasta el
rabo todo es toro-, ella sola proclamará
que no es capaz de ganar ni al perdedor que señala. Ir de triunfadora, marisabidilla
y matona le va a restar muchos apoyos, porque los discursos chulescos están muy
devaluados. Parece ignorar que su ventaja sobre Pedro Sánchez ha sido de 6.200
avales, pese a que en Andalucía le sacó una diferencia de 15.733. Es decir, que
el ex secretario general, perdedor de perdedores, fuera de Andalucía la superó
en unos 9.000 avales.
Susana Díaz parece empeñada en ganar esta contienda con el
plato único de “huevos a la flamenca”, pero sin destapar el frasco de sus esencias y
enmarcando sus virtudes en el descalabro electoral de su compañero. Poco
programa parece. No lo tiene mejor Pedro Sánchez si gana, porque ahormar un
nuevo PSOE, prescindiendo de añoranzas y caciques, taponando puertas giratorias
y cayendo almenas cortijeras, no será coser y cantar, aunque siga paseando la
resaca del “golpe de mano” y señale a la andaluza por mantener a Rajoy, poner
el postre y servirle de telonera. Entre unos y otros… Lo evidente es que C´s
está de guardia y en plan socorrista piscinero, Podemos quiso mejor a Rajoy/PP
que a Pedro Sánchez/PSOE y que el PSOE de la gestora/Susana, le hizo un puente
a Rajoy hacia su investidura. Me recuerdan “El puente sobre el río Kwai”, en el
que unos prisioneros ingleses construyeron un puente para que pudiera pasar el
ferrocarril de sus adversarios japoneses, con la diferencia de que aquí Rajoy
sigue y allí el ferrocarril no pasó.
Más allá de quien logre su secretaria general, el PSOE, o lo
que quede de él, tendrá que convencernos de que sigue siendo una opción
necesaria para frenar las desigualdades, dinamizar nuestra cada vez más
anquilosada democracia, evitar la exclusión de los jóvenes, siendo asidero de los desprotegidos y
presentando un proyecto diáfano para los problemas territoriales. Si no tienen
respuesta a los retos que, al menos en teoría, le son propios, se despeñarán
con cualquiera de los tres candidatos. ¿Y después del domingo? Será lunes.
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