*Si desea recibir mis artículos de
forma directa, rápida y segura, facilíteme un correo electrónico:
tomasmartintamayo@gmail.com.
*Todos mis artículos están a su disposición en el blog Cuentos del Día
a Día.
La calma del encinar
NEGAR AFIRMANDO
Tomás Martín Tamayo
Blog Cuentos del Día a Día
¿Delata el lenguaje corporal a
Rajoy, Rivera, Iglesias, Sánchez...? El más vulnerable es Rajoy porque, pese a ir de don Tancredo, sus tics lo
señalan permanentemente. Rivera tampoco lo tiene fácil, sus manos van por libre y sus párpados tienen más independencia de la que sueñan los
separatistas catalanes. Pablo Iglesias también es fácil de interpretar porque se “ajoroba” y sus manos se
le escapan, como si abriera una jaula de grillos. De los cuatro el más esquivo es Pedro Sánchez, que intenta disimular
con una bien ensayada sonrisa. No soy experto pero mi profesión, como maestro de II.PP, me aportó cierta experiencia a la hora de oír y mirar, separando las dos orillas. Yo tenía muy estudiado a Adolfo Suárez y por el movimiento de
sus manos llegué a conocer su estado emocional. Ibarra cuando iba a soltar una liebre, se atusaba con la mano derecha la ceja izquierda, Vara tensa el cuello si
se siente inseguro y de Monago lo que se
necesita es conocer el tic que lo delata cuando excepcionalmente dice la
verdad.
Complicado lo tendría hoy Lombroso para llegar a
conclusiones sobre el aspecto delincuencial del hombre. Su teoría
encontraría contestación, incluso callejera, porque parece muy claro
que la cara no es el espejo del alma, aunque todos tengamos ciertos tics que
nos delatan, ya que sólo los muy avisados llegan a dominar un
lenguaje corporal que va desde las manos, a los gestos involuntarios, muecas,
parpadeo, movimiento de labios, hombros... Es prácticamente imposible dominar todos los músculos que se expresan de forma involuntaria, aunque algún actor, como David Niven, logre aproximarse al disimulo absoluto y,
bajo la misma sonrisa, puede ocultar la alegría o el desasosiego. Mucha práctica tienen los jugadores de póker o mus, pero deben
cambiar con frecuencia de mesa o de compañeros, porque el lenguaje corporal
acaba siendo un grito que rebota en el tapete verde.
Hace
un par de años, cuando Monago se dedicó
a recorrer todas las cadenas de televisión para negar la privacidad
de sus viajes a las islas, su asesor, un lumbreras de parvulario, le dijo la
forma de negar, engolando la voz y poniendo cara de contrito, pero olvidó la
forma de no negar afirmando con el lenguaje corporal. El resultado fue que todo
el mundo deducía, mientras lo estaba oyendo, que mentía. Lo delataban sus manos, sus ojos, sus tics faciales y su sonrisa...
¿Estoy diciendo lo que pienso? De momento me escondo bajo el papel y procuro
que no vean mis manos ni mis ojos.
____________________________________________________________________
*Si
no quiere recibir mis artículos dígamelo para darle de baja de la lista de
direcciones: tomasmartintamayo@gmail.com
*Si
lo va a reenviar, no olvide incluir a los destinatarios en CCO
*En virtud de la Ley Orgánica 15/1999 de 13 de
Diciembre sobre protección de Datos de Carácter Personal, tanto este mensaje
como sus posibles documentos adjuntos, son confidenciales y están dirigidos
exclusivamente a los destinatarios de los mismos
No hay comentarios:
Publicar un comentario