El son de
los asombros
24-M, SERIOS
AVISOS
Tomás Martín Tamayo
Blog:
Cuentos del día a día
El PSOE nacional ha vuelto a recibir, con el mismo estoicismo, un nuevo
descalabro porque como oposición no sólo no recoge el desgaste del PP, sino que
baja una vez más las escaleras hacia el sótano. ¿Servirá este nuevo aviso para
que Rubalcaba tire la toalla, se recluya en alguna casa de acogida donde no se
le vea y deje de una vez por todas que el partido se desperece y pueda
reactivarse? No conozco una militancia tan fiel como la del PSOE, ni una cúpula
dirigente tan zopenca. El empecinamiento de Rubalcaba es para el diván de un
psiquiatra y la mansedumbre del PSOE también. No se sabe hasta dónde aguantarán
los socialistas que Rubalcaba siga siendo un palo atravesado en sus ruedas,
después de la ruina general que les dejó el esperpéntico Zapatero, que logró
que su partido perdiera incluso en unos feudos tan propios como Andalucía,
Castilla la Mancha y Extremadura… “¡Qué buen vasallo si tuviese buen señor!”
El PP, pese a tener la cuota electoral que aporta estar gobernando con
mayoría absoluta, se ha dejado en la gatera ocho actas. Con toda su
parafernalia, el plus del poder y una oposición lánguida y casi testimonial, sólo
supera al PSOE en dos escaños y apenas triplica el resultado de Podemos, un
partido de corte personalista y que ha irrumpido en el escenario europeo nada
menos que con cinco escaños. Su líder visible, Pablo Iglesias, es un
contertulio televisivo, de dialéctica eficaz que en apenas un año ha logrado
acaparar el descontento disperso de “indignados” y antisistema. Si el POSE está
lastrado por el recuerdo de Zapatero, que se empeña en perpetuar Rubalcaba, el
PP va en retroceso por el “tancredismo” de Rajoy y por una corrupción que lo
salpica constantemente y a la que no puede taponar porque parece que va en su
torrente sanguíneo.
Suben UPyD e IU, pero los dos se quedan lejos de las expectativas de
los sondeos previos y aunque han logrado superar el número de sus escaños, tres y cuatro más, el ascenso real los limita
como fuerzas alternativas, forzados a admitir entre ellos a Podemos y a
codearse con Ciudadanos y con los nacionalistas vascos y catalanes. En
Cataluña, por primera vez, Esquerra Republicana sube al cajón más alto,
desplazando a CIU. Es verdad que se ha dado un bocado importante al
bipartidismo pero, a pesar de todo, PP y PSOE siguen a una distancia
considerable de todos los demás, repartiéndose entre los dos casi el 50% de los
sufragios y 30 de los 54 escaños en litigio.
En sus feudos tradicionales, Andalucía y Extremadura, el PSOE parece
que ha iniciado la reconquista y es de destacar que si en Andalucía el electorado
ha primado el gobierno de coalición PSOE-IU, en Extremadura se ha penalizado el
del PP-IU. El PP, si extrapolamos estos datos a las autonómicas, ha perdido más
de la mitad de los sufragios e IU en las ciudades con más población, como
Badajoz, Cáceres o Plasencia, se queda en quinto lugar, después del PSOE, PP,
UpyD y Podemos, pero como ha doblado los sufragios desde las últimas elecciones
europeas, el coordinador general de la coalición, Pedro Escobar, ha sacado la
bandera del triunfo, arropado por la “radiopp” y la “telemonago”.
Como suele ocurrir siempre, todos están contentos y todos han ganado,
porque incluso a Vidal Cuadras, desde VOX, le he oído una valoración positiva,
pero las elecciones de ayer han marcado caminos divergentes en el electorado y
se empiezan a ver muchas veredas que pueden concluir en autopistas. Si siempre
hay que mirar a Francia, la victoria del ultraderechista Frente Nacional, de
Marine Le Pen, ya es en si mismo un serio aviso a toda Europa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario