Cuentos de la Maldita Resignación de Tomás Martín Tamayo... por Caridad Jiménez
Buenas tardes.
Agradezco la posibilidad que la Real Sociedad Económica Extremeña me da para recomendaros a todos los asistentes, la lectura de un libro…
Como celebración del día del Libro lo más agradecido no debe ser comprar un libro, ni abrirlo ni leerlo, sino recibirlo, como un obsequio y aún más si es inesperado.Y si es un gesto que parte de la propia generosidad del que escribe por amor al arte —siempre pienso que ese es el buen escritor, el que solo pretende ser leído— como es el caso del libro del que quiero hablaros que lleva por título Cuentos de la Maldita Resignación y su autor, Tomás —no un Tomás cualquiera— sino uno que en sus renglones poco torcidos se da en cada palabra que honra y le honra, esTomás Martín Tamayo y dicho libro pues me aflige… ¡Me aflige su libro!
Tomás es un gran cuentista, con la ironía justa para retratar a la sociedad extremeña de ayer, de hoy y si no tomamos conciencia social rápidamente, describirá también a la de mañana. Un mañana resignado, ¡habrá que evitarlo!
Es un libro cuya dedicatoria personal es ya todo un manifiesto de conciencia y de toma de ella, pues la más importante, la primera se la dedica Tomás a su familia: Para Pili. A nuestros hijos.Así, el autor en esas 142 páginas que componen sus cuentos nos lleva a unos años sin crisis económica “acuciante” pero que ya se masca la resignación —allá por 1997 donde se lanzaron 2000 ejemplares— tal y como bien critica en su contraportada y en su prólogo, Manuel Pecellín Lancharro. En la página 143 se refleja el buen hacer de Aprosuba —una honrosa institución nada resignada—.
Cuentos dela Maldita Resignación no es un título para nada atrayente, es más, si la crisis actual no atacase tanto a mi bolsa de los caudales habría preferido ir de compras, de cañas o incluso haber leído una novela rosa antes que abrir un libro que me muestre, a una clase media extremeña que comenzó a desaparecer ya en esos años y, que ahora va a ser rematada. Es cuestión de un par de rescates bancarios más y adiós… Resignémonos pues, porque mal de muchos…
¡Ay Tomás, Tomás!, tus cuentos siguen de una rabiosa actualidad que… ¡Para qué contarte! Desde tu primer cuento titulado RESIGNACIÓN,en el que ya tus personajes se resignan a soportar una lluvia cansina.
Y como me gusta fijarme en las personalidades de las que se dota a los personajes, juguemos alas adivinanzas de encuadrar cada cuento con los 7 pecados capitales, si es posible, al menos lo intentaré:
Encuadraría a RESIGNACIÓN en la Pereza como única respuesta a esa desgana y mansedumbre que gota a gota empapa al futuro sin rebelión, en un“dejar hacer, dejar pasar”. Tendría cabida aquí también otros cuentos más,entendiendo la pereza capital, como falta de gobierno de nuestra propia vida,sería el titulado CUMPLEAÑOS, en el que entra Tomás a saco en el dolor que produce el miedo a la no normalidad, a no estar dentro de los actos y costumbres que la sociedad que nos alberga toma por aceptables; y este pecado puede rayar en el conformismo perezoso como en el cuento LA PAGUITA; o el sin gobierno encajando perfectamente los titulados TARDARÉ y VOLVER NO EXISTE.
Sigamos con el juego de ver el resto de los Cuentos desde la perspectiva de los 7 pecados capitales:
A través del vicio se puede caer en el desorden de la resignación, o lo que es lo mismo,en la Gulapor el alimento —aunque sea caldoso o espiritoso—tenemos una serie de relatos condicionados por ella,como son EL CORTEJO donde nos asalta Tomás con la posible idea de que, para luchar contra la vida que nos ha tocado vivir, podemos coger el camino de en medio o pasar la mayor parte de ella fuera de ella ayudados por el alcohol.
Un pecado cada vez más frecuente en los medios de comunicación que nos asedian es la Ira, sin llegar a ser furiosa,encajan aquí varios relatos en los que Tomás deja entrever que a ella se puede llegar por daño interior como en DOS BALAS o por el daño que se recibe en lo material, así sucede en AL OTRO LADO DE LA PARED.
Tomás nos describe modélicamente a la Lujuria en el cuento FUGAZ y, magistralmente destroza en LA MAR Y EL ACANTILADO, llegando amostrar al lector en LA SAETA la resignación a la carne con un... ¡Qué débil es la carne! Aunque su lenguaje más lujurioso lo utiliza en el cuento titulado RETRATO,donde va describiendo la fisonomía de una bella mujer, como quien enarbola una a una las velas de un barco pensando si se hace a la mar o triunfa la Castidad y permanece amarrado, en el puerto, hasta que sea autorizado.
POR MAMÓN es la Avaricia como engaño o manipulación de la autoridad y que también nos describe Tomás la situación de ganarse una condecoración.
Situaciones surrealistas que rozan lo macabro y que podríamos englobar en la Locura… Tales cuentos son: MILROSTROS; SUENA EL TELÉFONO; EL ÚLTIMO TRAJE; una locura absurda y contagiosa en ¿ME DA LA HORA?; una locura colectiva en EL MERCADO; y una locura producida por los demás al no ser capaz de soportar la realidad en LA GRILLERA.
Podíamos entrar a juzgar si el cuento de LA PISCINA —donde se relata la visión de uno mismo— puede alcanzar al pecado más importante —el que tuvo el propio Demonio al creerse igual a Dios— la Soberbia. Desde luego Tomás sí nos presenta la visión de este pecado no en el protagonista del cuento BIENHABLÁ, sino en la mujer que es observada. En MAR ADENTRO me ha parecido ver la descripción de una persona cabal que, en un momento determinado de su vida, es atacado por las faltas menores de la Soberbia, así podía ser entendido como un personaje que se vanagloria,que es hipócrita y hasta altanero guardando una ambición desmedida pero que, debido a su defecto físico, solo aparece en la búsqueda del amor, autodestruyéndose al no ser capaz de resignarse a perder, posiblemente lo único que quiere, ser amado.
En el cuento CONFESIÓN nos muestra el autora un varón que vive preso del egoísmo y del interés personal desmedidos, hasta tal punto que convive con un ser que jamás le llevará la contraria cayendo irremediablemente en la pertinacia—que ataca a los que se mantienen adherido al propio juicio sin tomar en cuenta el conocimiento de la verdad— por lo que se engaña a sí mismo pretendiendo llevar una vida normal en compañía.
EL ESPANTAPÁJAROS es la Envidia, solo se quiere el mal al prójimo y eso nos hace creer que somos piezas fundamentales de un inmenso y verde prado, pero que somos meras marionetas del poder al que servimos de alimento.
Es difícil encuadrar en los 7 pecados capitales a los dos cuentos últimos que abordo en esta presentación del libro Cuentos de la Maldita Resignación, aunque estoy segura que Tomáscoincidirá conmigo en que nos resignamos a llevar una vida determina, aunque no nos guste, porque somos animales de costumbres, tal y como creo observar en el vendedor del tituladoOIGAAA e incluso, haciendo de lo extraordinario algo normal, como en el cuento EL ABUELO que trata sobre la resignación de una familia que no altera, para nada, la costumbre de celebrar las fiestas navideñas anteponiéndola al velatorio del abuelo, puesto que la muerte es lo último que acontece y contra ella solo nos queda la resignación, a veces, hasta maldita.
Ha sido para mí un placer y espero que mis palabras les haya producido un interés desmedido por leer a Tomás Martín Tamayo en cualquiera de los muchos libros que tiene publicados y que él tan generosamente ha regalado a la Biblioteca de esta maravillosa casa que nos acoge. Muchas gracias a todos por escucharme.
Badajoz, 29 de abril de 2014. Fdo.: Caridad Jiménez Parralejo
Agradezco la posibilidad que la Real Sociedad Económica Extremeña me da para recomendaros a todos los asistentes, la lectura de un libro…
Como celebración del día del Libro lo más agradecido no debe ser comprar un libro, ni abrirlo ni leerlo, sino recibirlo, como un obsequio y aún más si es inesperado.Y si es un gesto que parte de la propia generosidad del que escribe por amor al arte —siempre pienso que ese es el buen escritor, el que solo pretende ser leído— como es el caso del libro del que quiero hablaros que lleva por título Cuentos de la Maldita Resignación y su autor, Tomás —no un Tomás cualquiera— sino uno que en sus renglones poco torcidos se da en cada palabra que honra y le honra, esTomás Martín Tamayo y dicho libro pues me aflige… ¡Me aflige su libro!
Tomás es un gran cuentista, con la ironía justa para retratar a la sociedad extremeña de ayer, de hoy y si no tomamos conciencia social rápidamente, describirá también a la de mañana. Un mañana resignado, ¡habrá que evitarlo!
Es un libro cuya dedicatoria personal es ya todo un manifiesto de conciencia y de toma de ella, pues la más importante, la primera se la dedica Tomás a su familia: Para Pili. A nuestros hijos.Así, el autor en esas 142 páginas que componen sus cuentos nos lleva a unos años sin crisis económica “acuciante” pero que ya se masca la resignación —allá por 1997 donde se lanzaron 2000 ejemplares— tal y como bien critica en su contraportada y en su prólogo, Manuel Pecellín Lancharro. En la página 143 se refleja el buen hacer de Aprosuba —una honrosa institución nada resignada—.
Cuentos dela Maldita Resignación no es un título para nada atrayente, es más, si la crisis actual no atacase tanto a mi bolsa de los caudales habría preferido ir de compras, de cañas o incluso haber leído una novela rosa antes que abrir un libro que me muestre, a una clase media extremeña que comenzó a desaparecer ya en esos años y, que ahora va a ser rematada. Es cuestión de un par de rescates bancarios más y adiós… Resignémonos pues, porque mal de muchos…
¡Ay Tomás, Tomás!, tus cuentos siguen de una rabiosa actualidad que… ¡Para qué contarte! Desde tu primer cuento titulado RESIGNACIÓN,en el que ya tus personajes se resignan a soportar una lluvia cansina.
Y como me gusta fijarme en las personalidades de las que se dota a los personajes, juguemos alas adivinanzas de encuadrar cada cuento con los 7 pecados capitales, si es posible, al menos lo intentaré:
Encuadraría a RESIGNACIÓN en la Pereza como única respuesta a esa desgana y mansedumbre que gota a gota empapa al futuro sin rebelión, en un“dejar hacer, dejar pasar”. Tendría cabida aquí también otros cuentos más,entendiendo la pereza capital, como falta de gobierno de nuestra propia vida,sería el titulado CUMPLEAÑOS, en el que entra Tomás a saco en el dolor que produce el miedo a la no normalidad, a no estar dentro de los actos y costumbres que la sociedad que nos alberga toma por aceptables; y este pecado puede rayar en el conformismo perezoso como en el cuento LA PAGUITA; o el sin gobierno encajando perfectamente los titulados TARDARÉ y VOLVER NO EXISTE.
Sigamos con el juego de ver el resto de los Cuentos desde la perspectiva de los 7 pecados capitales:
A través del vicio se puede caer en el desorden de la resignación, o lo que es lo mismo,en la Gulapor el alimento —aunque sea caldoso o espiritoso—tenemos una serie de relatos condicionados por ella,como son EL CORTEJO donde nos asalta Tomás con la posible idea de que, para luchar contra la vida que nos ha tocado vivir, podemos coger el camino de en medio o pasar la mayor parte de ella fuera de ella ayudados por el alcohol.
Un pecado cada vez más frecuente en los medios de comunicación que nos asedian es la Ira, sin llegar a ser furiosa,encajan aquí varios relatos en los que Tomás deja entrever que a ella se puede llegar por daño interior como en DOS BALAS o por el daño que se recibe en lo material, así sucede en AL OTRO LADO DE LA PARED.
Tomás nos describe modélicamente a la Lujuria en el cuento FUGAZ y, magistralmente destroza en LA MAR Y EL ACANTILADO, llegando amostrar al lector en LA SAETA la resignación a la carne con un... ¡Qué débil es la carne! Aunque su lenguaje más lujurioso lo utiliza en el cuento titulado RETRATO,donde va describiendo la fisonomía de una bella mujer, como quien enarbola una a una las velas de un barco pensando si se hace a la mar o triunfa la Castidad y permanece amarrado, en el puerto, hasta que sea autorizado.
POR MAMÓN es la Avaricia como engaño o manipulación de la autoridad y que también nos describe Tomás la situación de ganarse una condecoración.
Situaciones surrealistas que rozan lo macabro y que podríamos englobar en la Locura… Tales cuentos son: MILROSTROS; SUENA EL TELÉFONO; EL ÚLTIMO TRAJE; una locura absurda y contagiosa en ¿ME DA LA HORA?; una locura colectiva en EL MERCADO; y una locura producida por los demás al no ser capaz de soportar la realidad en LA GRILLERA.
Podíamos entrar a juzgar si el cuento de LA PISCINA —donde se relata la visión de uno mismo— puede alcanzar al pecado más importante —el que tuvo el propio Demonio al creerse igual a Dios— la Soberbia. Desde luego Tomás sí nos presenta la visión de este pecado no en el protagonista del cuento BIENHABLÁ, sino en la mujer que es observada. En MAR ADENTRO me ha parecido ver la descripción de una persona cabal que, en un momento determinado de su vida, es atacado por las faltas menores de la Soberbia, así podía ser entendido como un personaje que se vanagloria,que es hipócrita y hasta altanero guardando una ambición desmedida pero que, debido a su defecto físico, solo aparece en la búsqueda del amor, autodestruyéndose al no ser capaz de resignarse a perder, posiblemente lo único que quiere, ser amado.
En el cuento CONFESIÓN nos muestra el autora un varón que vive preso del egoísmo y del interés personal desmedidos, hasta tal punto que convive con un ser que jamás le llevará la contraria cayendo irremediablemente en la pertinacia—que ataca a los que se mantienen adherido al propio juicio sin tomar en cuenta el conocimiento de la verdad— por lo que se engaña a sí mismo pretendiendo llevar una vida normal en compañía.
EL ESPANTAPÁJAROS es la Envidia, solo se quiere el mal al prójimo y eso nos hace creer que somos piezas fundamentales de un inmenso y verde prado, pero que somos meras marionetas del poder al que servimos de alimento.
Es difícil encuadrar en los 7 pecados capitales a los dos cuentos últimos que abordo en esta presentación del libro Cuentos de la Maldita Resignación, aunque estoy segura que Tomáscoincidirá conmigo en que nos resignamos a llevar una vida determina, aunque no nos guste, porque somos animales de costumbres, tal y como creo observar en el vendedor del tituladoOIGAAA e incluso, haciendo de lo extraordinario algo normal, como en el cuento EL ABUELO que trata sobre la resignación de una familia que no altera, para nada, la costumbre de celebrar las fiestas navideñas anteponiéndola al velatorio del abuelo, puesto que la muerte es lo último que acontece y contra ella solo nos queda la resignación, a veces, hasta maldita.
Ha sido para mí un placer y espero que mis palabras les haya producido un interés desmedido por leer a Tomás Martín Tamayo en cualquiera de los muchos libros que tiene publicados y que él tan generosamente ha regalado a la Biblioteca de esta maravillosa casa que nos acoge. Muchas gracias a todos por escucharme.
Badajoz, 29 de abril de 2014. Fdo.: Caridad Jiménez Parralejo
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