sábado, 17 de noviembre de 2012

¿DÓNDE ESTABAIS, CARROÑAS?


Tomás Martín Tamayo

Es verdad que Rajoy nos ha mentido de palabra, obra y pensamiento, que ha hecho lo contrario de lo que prometió y que se está deslegitimando porque se le votó para una cosa y está haciendo la contraria. Y es verdad que el Gobierno está demostrando que carece de ideas, que escribe al dictado, que es incapaz de suprimir estupideces y que hasta pueden igualar (superar es imposible) los desastres del anterior. Lo que está pasando en España convoca al llanto colectivo, pero de él deberíais excluiros vosotros, carroñas, cómicos repugnantes, buitres sobrevolando siempre algún cadáver para descender a la pitanza. A vosotros no os importa nada de lo que ocurre fuera de vuestro ombligo, aunque lo aprovechéis todo para engordaros el bolsillo.

 Vosotros, sí, los que habéis estado callados cuando, en los dos últimos años de Zapatero, se pusieron en la calle a 500.000 familias, desahuciadas por los mismos bancos que ahora os parecen tan denigrantes. Apartaos, tened un gesto de dignidad y no acudáis al entierro de los que ahora se ahorcan o se precipitan buscando la liberación de un presente que no ven y un futuro que no tienen, porque son los mismos de antes, lo único que ha cambiado es vuestro interés mezquino, pesetero, repugnante y vergonzante. No rajéis vuestros ropajes escénicos representando una comedia que nadie quiere ver y nadie se cree. No confundáis la pasarela y vuestra vida holgada de subvenciones por obras que no llegan ni al estreno, con el drama de miles de familias que, éstas como aquellas, antes como ahora, se ven arrastradas a una calle que también las desprecia. ¿Por qué os duelen los desahuciados de hoy y no mirasteis a los desahuciados de ayer?

  No os manifestéis por lo parados de Rajoy, los que comprendíais y justificabais los cinco millones de parados de Zapatero. No os agarréis a la teta de la solidaridad tardía los que callabais cuando se engordaba la cuerda de la esclavitud, del paro y la exclusión social. ¡Tartufos, solidarios de pacotilla, plañideros a tanto la hora, no ofendáis con vuestras representaciones, ni con  vuestros histrionismos caritativos a los que ahora engrosan la cola del paro, cuando mirasteis para otro lado y os pusisteis de perfil mientras el gran pánfilo al que aplaudíais con el dedito en la ceja, se lo gastaba en cúpulas y regalías viajeras, esquilmando a España para firmaros cheques con los que os tapaba la boca. Un parado, dos, tres… hasta cinco millones y no os enterasteis de nada. ¿Qué puedes decir tú, Pedro Almodóvar, si has estado ocho años a lo tuyo, encerrado en tus promociones, engordando beneficios y propagando tus patologías? ¡Pero si hasta te inventaste un golpe de Estado!

¿Dónde estabais cuando se congelaron las pensiones, se menguaron las ayudas sociales, se bajó el sueldo a los funcionarios, se subió el IVA, se protegió a la banca o se sentó al Estado en la misma mesa camilla de ETA? ¿Qué dijisteis cuando el Tribunal Constitucional les puso alfombra electoral a los terroristas? Mejor que sigáis a lo vuestro, no os falta capacidad ni experiencia para ordeñar a Rajoy como ordeñasteis a Zapatero. Como nos ordeñáis a todos, porque lo vuestro, carroñas, es el ordeño. 

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