viernes, 4 de abril de 2008

Siempre se abre una puerta




Tengo un amigo al que le han amputado las dos piernas y extirpado el bazo. La última vez que lo he llamado, apenas he reconocido su voz: “Mi telón ha bajado, Tomás, la función se acaba”. Yo sé, porque lo conozco, que el telón subirá muchas veces y que la vida pondrá en manos de mi amigo muchos guiones más. Todos conocemos casos de personas que con demostrada incapacidad física acabaron superando a los más capaces. El ciclista Louis Armstrong, después de ser un corredor “sin punta”, tras superar un cáncer ganó siete Tours de Francia consecutivos.

La historia está llena de casos de grandes mediocres, incluso de fracasados sin paliativos, que acabaron en celebridades por su fortaleza, por su ingenio, por su inteligencia…Muchos consideran que las sinfonías más profundas e intimistas las compuso Beethoven después de los 46 años, cuando estaba completamente sordo. Michael Jordan, todavía considerado como el mejor jugador de baloncesto de todos los tiempos, fue expulsado del equipo escolar por “patoso”, por su falta de reflejos.

Lo que hoy es un muro infranqueable, mañana se abre como una puerta corredera que da paso a la vida. Al otro lado el sol sale, la noche se estrella y la sonrisa vuelve. La incapacidad es siempre relativa, porque relativas son las mediciones que hacemos de ella. Winston Churchill, fue un mal estudiante, repitió sexto grado y en su expediente académico anotaron su dificultad para la comprensión lectora… ¡Además de primer ministro fue Premio Nóbel de Literatura en 1953! ¿Y el genio de los genios, Albert Eistein? No habló hasta los cuatro años, sufría una distracción crónica y tras muchos esfuerzos comenzó a leer a los siete. Clasificado como “mentalmente lerdo”, fue expulsado de la escuela y rechazado en la Escuela Politécnica de Zurich por su expediente académico.

¡La llave sirve para cerrar, pero también sirve para abrir! ¿Quién mide la capacidad del alma? Lo que cada uno lleva dentro, no tiene nada que ver con cintas métricas, relojes y calendarios. Todos los test están elaborados por conceptos estándares que no respetan la singularidad, el individuo. De una semilla escuálida e indefensa sale un árbol gigantesco como el boabab. Yo he estado en el interior de famoso drago milenario canario, que lleva quinientos años muriéndose y allí sigue, mientras que otros más jóvenes y sanos, son suelos de madera y leña de chimenea.

Mi amigo, al perder sus piernas tendrá que superar una notable dificultad, pero acabará corriendo porque es grande, tiene alma y le sobra corazón. Como en el caso de Eistein, explosionará y llegará a su meta. Y nosotros con él.

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