sábado, 12 de octubre de 2024

 La calma del encinar

 RETORCIDOS

Tomás Martín Tamayo


El Gobierno ha cedido a los herederos de ETA el protagonismo en la reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana, algo que causa perplejidad en una España en la que la sorpresa llegará el día que no haya sorpresa. ¡Se necesita una mente extraña, desquiciada o diabólicamente retorcida, para lanzar un escupitajo tan espeso sobre las víctimas, el Estado de Derecho y los cuerpos y fuerzas de seguridad! ¿No había entre los socios de Pedro Sánchez alguno que causara menos indignación?

Así, los proetarras se condecoran ante su feligresía, porque este escenario justifica incluso la "socialización del dolor", con la que intentaban barnizar sus crímenes. Después de este bochorno, saben que llegará el de las excarcelaciones anticipadas para más de cuarenta terroristas, que ya anunció Otegi hace meses. Txapote, Anboto, Fiti, Kantauri... verán mermada sus condenas por un pacto que produce arcadas. Si los socios que sostienen al Gobierno lo son por la oportunidad única de conseguir sus objetivos, con esta vuelta de tuerca es el propio Gobierno el que se pone frente a un espejo que refleja la deformada figura de un ser  vencido, amorfo, descabezado y entregado a cambio de seguir hasta no se sabe dónde, cuándo ni para qué. Cada voto tiene un precio y los proetarras saben que Pedro Sánchez, que carece de líneas rojas, ha abierto la despensa, para que sus socios entren a saco en ella. Para el gran indolente, el precio no importa.

El rechazo hacia los cuerpos policiales va implícito en el ideario de todos los delincuentes y entre ellos, de forma preferente, en las organizaciones terroristas como ETA, una banda asesina, con un corpus doctrinario que dio cabida a cualquier acción delincuencial, desde el secuestro a la extorsión, pasando por el expeditivo recurso del tiro en la nuca y el asesinato de niños. El sueño húmedo de la zorra es lucir el uniforme de guardiana del gallinero y poder organizar su pitanza con un revisionismo vengativo, que incluye la humillación de las víctimas y cuerpos policiales que, con alto riesgo para sus vidas, propiciaron su caza. ¿Qué hace ese ministro Marlaska, aferrado a su inutilidad, rechazado incluso por  los socios que sostienen al Gobierno y despreciado en su propio ministerio?

Si la venganza es manjar que se sirve en plato frío, hemos de reconocer el éxito de los proetarras, pero la sonrisa de Otegi no ocultará la sangre que derramó ETA ni contando con un Gobierno ducho en el arte de mirar para otro lado. ¡Qué retorcidos! Ellos y los que le dan cobertura.

Ese aliento del PSOE a EH Bildu va más allá de un pacto legislativo, porque denota mucha idiocia o  desarme moral. Que una condenada por terrorismo actúe como portavoz de semejante acuerdo, supone para la banda un aldabonazo en sus delirios sangrientos, pero con la complacencia del Gobierno/PSOE. JL Cebrián, que los conoce bien, dice que "Pedro Sánchez ha hecho del PSOE una secta, que lleva camino de convertirse en una mafia".

Empiezo a creer que sí, que acabarán la legislatura, porque  los zombis catalépticos carecen de visión frontal para detectar su propia decadencia. Dando tumbos, estan dispuestos para llegar hasta el final. Y no hay esperanza, Pedro Sánchez no conoce limitaciones éticas y, como inventor de la "máquina del fango", nos arrastrará a todos hacia ella. Él hace "políticamente real lo que es  moralmente imposible". Los que brindaban alborozados tras la muerte de guardias civiles o policías, hoy son los encargados de poner límites a policías y guardias civiles. 

Y aún así, hoy estamos peor que ayer, pero mejor que mañana.



1 comentario:

Anónimo dijo...

Cerdos, con perdon, de los de 4 patas.El fango en el que estan metidos,espero los ahogue.