sábado, 4 de noviembre de 2023

 

El laberinto de Judea

Al modo de Agapito Gómez Villa: «A ver, que levanten la mano los que no lamentan la muerte de civiles en la Franja de Gaza. No veo manos». Israel, con su arsenal bélico y poderosos aliados, afrontaría con más garantías una guerra abierta contra Irak, Egipto, Siria y Jordania, que la que está librando contra los terroristas de Hamás. Recordemos la Guerra de los Seis Días con Egipto, Siria y Jordania, en la que Israel acabó con la coalición en menos de una semana. Moshé Dayán, afirmó después que «con menos contención por nuestra parte, podríamos haber acabado la guerra cuatro días antes». Esta guerra contra Hamás lleva casi un mes y no parece que el final esté cerca, porque los terroristas usan a la población civil y a los secuestrados como escudos humanos.


Responder a una organización terrorista, que no respeta nada, que entró en territorio israelí y sin limitaciones ni escrúpulos, asesinó a miles de civiles de forma indiscriminada, secuestrando a centenares, es un dilema para los judíos porque, como estado soberano, no pueden usar el terror ni la aniquilación sistemática, que es lo que perseguían los terroristas con su incursión del pasado 7 de octubre.


Está claro que a Hamás le importa menos la población civil de Palestina que a Israel, aunque, para la «gauche divine», Israel es el malo. Se alinean con los terroristas y poco menos que exigen a Israel que ejercite el «tancredismo», para no agravar la situación de la población civil y de los secuestrados. Cosa diferente es la población civil de Ucrania. Traducido: Ante los terroristas, lo mejor es ponerse de rodillas. ¿La alternativa de Israel es ofrecer la otra mejilla y cruzarse de brazos? Deberían leer algo de historia.


El laberinto de Judea es histórico, porque fue invadida por asirios, babilonios, persas, macedonios, pero ninguno logró asentarse de forma definitiva. Los romanos, cansados de soportar escaramuzas continuas, acabaron expulsando a los judíos, que es un pueblo que nunca, jamás se ha sometido. En la Roma imperial a Judea se la consideraba «la cloaca del Imperio» por su conflictividad y allí enviaban a prefectos (subgobernadores) a los que convenía mantener lejos o castigar de algún modo, como fue el caso de Poncio Pilato. Los nueve prefectos que gobernaron Judea llegaron ignorándola y salieron de allí aborreciéndola, fracasados y perdidos en el laberinto de las intrigas político-religiosas. Los judíos protagonizaron sesenta intentos de rebelión para recuperar su soberanía a lo largo de 130 años y de lo que hoy se denomina Franja de Gaza, surgieron grupos terroristas, como los zelotes, protegidos por los sacerdotes, el pueblo y los tetrarcas de Samaria e Idumea que, en apariencia, eran fieles a Roma. A estas alturas, después de la diáspora y el exterminio sistemático que ha sufrido el pueblo judío ¿espera alguien que Israel se ponga de perfil?


La provocación de Hamás estaba muy medida para que Israel respondiera causando una matanza en la Franja de Gaza. Han seguido torpedeando, degollando a niños, violando a las secuestradas… pero, casi un mes después y tal vez por la presión internacional, Israel ha pautado su respuesta. Lamentablemente han caído y caerán muchas víctimas civiles porque Hamás aprovecha la ayuda y los «corredores humanitarios», pero nadie ofrece una alternativa para que Israel pueda responder a la agresión sin bombardear los lugares donde Hamás se refugia. ¿Prosemita? Lo buscaré en el diccionario.

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