La ventana indiscreta/La calma del encinar
PUTIN Y MAQUIAVELO
Tomás
Martín Tamayo
Maquiavelo, en “El Príncipe”, dice: “Hay
tres modos de conservar un estado que, antes de ser conquistado, estaba acostumbrado
a regirse por sus propias leyes y a vivir en libertad: primero, destruirlo; después asentarse en él;
por último, dejarlo regir por sus propias leyes, obligarlo a pagar tributos y
establecer en él un gobierno que se encargue de velar por la conquista”. Blanco
y en botella. Dicen que la formación de Putin es muy básica, que desconoce
incluso a los clásicos de la literatura rusa, que aborrece el cine, la música y
el teatro y que, más allá de las técnicas del espionaje y el control de las
emociones, su fuerte es la ambición, la osadía, la falta de empatía y, sobre
todo, conocer todos los laberintos de las cloacas políticas. Para ser lo que es
y hacer lo que está haciendo no necesita más. Sobre esta base, no creo que
Putin haya leído “El Principito”, pero parece evidente que es un fervoroso
seguidor de Maquiavelo y que “El príncipe” es su libro de cabecera.
Biden, Macrón, Scholz, Metsola, Stoltenberg… y
el mismo Zelenski cuentan con analistas, empeñados en adelantarse el supuesto
deambular errático de genocida ruso, pero, hasta ahora, todo lo que ha hecho,
en su afán imperialista para reagrupar la extinta URSS, sigue el manual que
Maquiavelo escribió para Lorenzo de Médicis. Llegó siguiendo las enseñanzas de
“El Príncipe”, al que se ha referido con frecuencia, aniquilando todos los
obstáculos que se interponían a su propósito. Con seguridad despojó el camino de
impedimentos y, sin reparar en los procedimientos, sembró la inseguridad en los
mismos que le rodeaban. Cimentó su hegemonía sobre un nutrido grupo de
oligarcas que, sin disputarle el poder, se nutren de su néctar. Los
discrepantes ya no pueden contarlo, fueron néctar para las malvas.
Como indicaba Maquiavelo, Putin reparte,
pero no comparte y para mantener el dominio absoluto, alienta la desconfianza
entre los que le rodean, es dueño de todas las instituciones y prescinde de
sutilezas, dudas y debilidades, algo para lo que le formaron en el KGB, que
llegó a dirigir. Además, conoce al enemigo, EE. UU, OTAN, EU… y sabe de la limitación
y lentitud en la respuesta, mientras que su ofensiva puede concluirse con un
chasquear de dedos. Los autócratas ahorran mucho tiempo, porque prefieren los
atroches a los procedimientos.
En “El Príncipe” se desaconseja la quietud
porque anquilosa y alienta el desperezo de la rebeldía, por eso propone
acciones arriesgadas y novedosas, capaces de despertar la sorpresa y el temor
en los situados y la esperanza en los pretendientes. Lo bueno es que nadie se
sienta seguro fuera del paraguas del poder. Putin lo ejerce y sigue el consejo:
“Un príncipe jamás debe dejar de ocuparse del arte militar y durante la paz
debe ejercitarse más en el arte de la guerra”.
Salvo la exigencia del tiempo y adaptándose
siempre a la respuesta de los países invadidos, lo que Putin está haciendo en
Ucrania es una suma y sigue de lo que ya hizo en Bielorrusia, Chechenia, Crimea
o Georgia. Donde encontró resistencia entró a saco para destruirlo y donde le
pusieron alfombras, impuso un gobierno de pantomima, para que siguiera sus
designios, saltándose el paso inicial de la destrucción, pero amenazando
siempre con ella.
¿Es previsible Putin? En “El Príncipe”,
desde 1513, está su doctrina. De nada.
___________________________________________________________
*Si desea recibir mis artículos
directamente envíe un correo electrónico a:
tomasmartintamayo@gmail.com. Todos los envíos se hacen por consentimiento
expreso del solicitante. Si los recibe y no quiere seguir recibiéndolos, indíquelo
a ese mismo correo.
*A excepción del correo
electrónico facilitado, no se dispone de ningún otro dato sobre los
suscriptores. En la mayoría de los casos se ignora incluso la identidad del
titular.
*En los artículos remitidos no
se incluye ninguna publicidad y su reenvío es absolutamente gratuito.
*Todos mis artículos están
abiertos en el Blog Cuentos del Día a Día y se publican en las ediciones,
impresa y digital, de los periódicos HOY y El Norte de
Castilla.
En virtud de la Ley
Orgánica 15/1999 de 13 de diciembre, de Protección de Datos de Carácter
Personal, tanto este mensaje como todos los posibles documentos adjuntos, son
confidenciales y están dirigidos exclusivamente a los destinatarios de los
mismos. Por favor, si no es uno de ellos notifíquemelo y elimine el mensaje de
tu sistema.

No hay comentarios:
Publicar un comentario