sábado, 27 de noviembre de 2021

Publicado en HOY, 27/11/2021

 

La calma del encinar

 

LA MISA, LA MISA, LA MISA

                                                  Tomás Martín Tamayo

 

Pedro Sánchez fue categórico hasta enfadarse con el entrevistador que, incrédulo, insistía en la posibilidad de que el Gobierno pactara con los proetarras: “Con Bildu no vamos a pactar, con Bildu no vamos a pactar, con Bildu no vamos a pactar, si quiere se lo repito cinco o veinte veces v más, con Bildu no vamos a pactar…”.  Y como la palabra de Pedro Sánchez es oro pulido, las negociaciones ya estaban en marcha para transferir las competencias penitenciarias, exigencia de Bildu para seguir sosteniéndole. Esta semana el Gobierno ha concretado el pacto con Bildu y ha sido “el hombre de paz”, Arnaldo Otegui, el que ha anunciado el voto favorable de los herederos de la banda terrorista a los PGE.

¿Veremos en la bancada socialista muchas pinzas en la nariz? Quita, quita, las pinzas las gastaron al elegir a otro Arnaldo, al magistrado del Tribunal Supremo propuesto por el PP, algo que torturaba la estrecha conciencia del beatífico Odón Elorza. Vaya tipo, ahora pide a gritos que olvidemos los asesinatos de ETA y enfatiza que recordarlos es propio de fascistas. Pactar con Bildu y Otegui no les produce ningún retortijón de tripas a los diputados socialistas que, para no molestar, tampoco preguntaran a los pro etarras por los 315 asesinatos de ETA sin resolver. Ya si eso… ¡Mañana!

 Sabiéndose dueño del escenario, Otegui no cabía de gozo en el atril, agrandando la letra pequeña de un pacto que incluye la reagrupación de los presos de ETA en las cárceles vascas y la posterior liberación de los mismos porque “nuestro objetivo no ha cambiado y lo tenemos muy claro…”. Por eso, mientras Pedro Sánchez negaba, Marlaska pasteleaba para ceder una competencia nacional (con excepción de Cataluña), que reclaman de los nacionalistas vascos y no consiguieron ni con Zapatero.

 Poniendo sordina mediática al pacto con Bildu, los focos de esta pasada semana iluminaban el escenario de una misa a la que asistió Pablo Casado y en la que el sacerdote oficiante rogó por el eterno descanso, entre otros muchos nombres, de José Antonio y Francisco. ¡La bomba atómica se queda chica, Pablo Casado en una misa en la que se nombraba a Franco! ¿Y el pacto con Bildu? Lo importante es lo de la misa, que nadie se distraiga con bagatelas.

En el PP, con su guerrilla civil permanente, después de desvirtuar el Congreso de los populares andaluces, se dedican a darse collejas unos a otros, mientras Pedro Sánchez -¡chin-chin!- se frota las manos porque la fúnebre perorata de Otegui apenas traspasó pantalla. En el PP, prietas las filas, todos a justificar la presencia de su líder en la misa… Es que ignoraba, no sabía, nadie le avisó… ¡La misa, la misa, la misa! Superar el momento de extrema gravedad es prioritario y todo lo demás puede esperar. Reunión de urgencia, alerta los asesores y estrategas, respuestas medidas para que nadie crea que ellos tienen algo que ver con el franquismo… ¡Maricomplejines!

Y ahora toda la semana para preparar la comparecencia que tienen en el Congreso, dando cumplidas explicaciones sobre la misa, la misa, la misa…Tienen que hacerse perdonar y que la sangre no salpique las patas de los leones. Divertido. Negociar con Bildu bien vale una misa… Ite missa est.

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