La calma del encinar
CATALUÑA AL FONDO
Tomás Martín Tamayo
Cuando el CIS
de Tezanos anunció, por triplicado, que Illa, el ex ministro de Sanidad,
barrería en las elecciones catalanas, supe que lo iba a tener complicado,
aunque si fracasa le puede echar la culpa al niño que han exhibido en los
carteles electorales, que hasta en eso han sido falsos. ¿Llevan a Illa para
deshacerse de él o para retirar a Iceta? ¿Habrá cambios en el CIS si las
predicciones de Tezanos, por triplicado, no se cumplen? No, porque para el “insomne floripondio megaguay” las
instituciones, sea la Fiscalía, el patrimonio nacional o el CIS, son meros
instrumentos a su servicio. Es la letra pequeña del social comunismo
“sanchista” que tanto inquieta a Felipe González.
Mañana lo
sabremos, pero es posible que en unos meses, para saber quién es Illa, tengamos
que acudir a la Wikipedia, porque los candidatos de laboratorio son flor de un
día. O de una campaña electoral. Veremos. Para señalar a Illa con el dedo
democrático tuvieron que maniatar al bailarín Miquel Iceta, ahora ministro de
Algo, porque en “la cosa nostra” todos los padrinos tienen que estar
contentos. Y lo de bailarín no lo digo porque baile, que también, sino porque
lo danza todo y lo mismo se marca una sardana en Madrid, un aurresku en
Sevilla, una sevillana en Valencia o un chotis en Barcelona. Ahora baila
ministerio.
Semana de
duelos y quebrantos, Cataluña al fondo, con unos fascistas asilvestrados
arrojando piedras, quemando contenedores y levantando adoquines menos duros que
sus molleras. Los fascistas catalanes defendiendo sus dominios porque allí no
cabe un fascista más. Y mientras tanto, un tiparraco infame como Otegui
recetando democracia, señalando a asesinos y asesinados del franquismo y
recibiendo el aplauso de Oriol Junqueras… ¡Qué vista la de este hombre!
Fango y pestilencia en una campaña electoral en la que importa más el voto
sorprendido y la astracanada que los
muertos a los que el virus no dejará votar. El muerto al hoyo.
Tampoco ha
faltado el gilipollas apolillado que habló de los parásitos andaluces y
extremeños que viven de los subsidios y del dinero de los catalanes... Ya ni
duele. El artífice del improperio “España nos roba”, el Pujol de “toma el
dinero y corre” sigue en la calle amenazando. Eso lo aclara todo. ¿Llamamos
elecciones democráticas a un esperpento semejante?
Ocurra
lo que ocurra mañana, el más de los mismo lo tenemos garantizado porque en
España nos hemos pasado de frenada, poniendo alfombras para que terroristas,
golpistas, delincuentes, mangantes y fugados de la Justicia se disputen
el voto para ver quien enreda más. Y entre todos ellos elegirán a un “molt honorable
president”, que será el encargado de cobrarnos el peaje para pagar la
gasolina...
Cataluña,
decenios a la deriva, desgobierno, sin un atisbo de esperanza para una
comunidad que, con unos o con otros, sigue aprovechando el quiebro de España
para cobrar por nuestra debilidad, con un Gobierno dividido y un “vicemoñito”
jugando a progre y dando dentelladas a nuestro escaso prestigio internacional.
En manos de los que ayer la asesinaban y hoy quieren descuartizarla. ¡Grande,
Pedro Sánchez!
España, como pecio a la deriva, zarandeada, esperando el
resultado de unas elecciones para saber a quién tenemos que pedir perdón
y de qué boca saldrá el próximo escupitajo. ¿España nos roba? ¡Sí-sí,
emperatriz!
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