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La calma del encinar
NO SOMOS INOCENTES
Tomás Martín Tamayo
Blog Cuentos del Día a Día
Las
elecciones del pasado 20-D dejaron claro que una parte importante del
electorado castigó en las urnas la
corrupción, pero que otra, mayoritaria, la admitió votándola de alguna forma o
bendiciéndola, para que siguiera galopando a sus anchas. El electorado no es
inocente y hasta podía ser catalogado como “colaborador necesario”, porque los
partidos saben que la factura a pagar no es determinante para acabar con la
corrupción que acogen en su seno. Si la corrupción política es una de las
preocupaciones más importantes del electorado, no se entiende que a la hora de
votar se le ponga gotero y respiración asistida para que continúe. El
electorado vota corrupción porque forma parte del entramado de intereses que la
hacen posible, aunque después se queje amargamente y durante cuatro años
vocifere contra ella.
Es
verdad que prácticamente han desaparecido la mayorías absolutas y que la
alternancia, hasta ahora programada dentro del bipartidismo, se hace más
compleja, pero los entramados corruptos de la Gürtel, Púnica, Brugal, los ERES,
Campeón, Pokemon, Palau, Pretoria, Pujol… no han desterrado del mapa político a
sus protagonistas. Hace días vimos tomar posesión como “molt honorable
president de la Generalitat” a un vocalista destacado de la misma comparsa de
CDC, admirador y seguidor “por el ejemplo de ambos” de Mas y Pujol, entronizado
–¡qué risa!- por republicanos,
anarquistas, antisistemas, anticapitalistas, bolcheviques, comunistas
leninistas, marxistas de todo pelo... ¿Todos ellos unidos en bloque para
garantizar el continuismo de “el clan de los convergentes”? Sí y al parecer
satisfechos de haber logrado desplazar a un peón negro para poner a otro del
igual color jugando en el mismo tablero. Si nos vigilan los extraterrestres,
andarán desquiciados buscando respuestas
en el manual de instrucciones, porque
seguro que no entenderán nada.
¿Quién
gobierna en la Comunidad de Madrid? Los más ingenuos dirán que Cristina
Cifuentes, pero la marca de fábrica es el PP. El mismo partido que ganó las
elecciones municipales, aunque muchos crean que fue una Esperanza Aguirre que,
por cierto, apadrinó a la mayoría de los corruptos que han ido brotando como
setas. El PP también volvió a ganar en Valencia y en Galicia. ¿Y en Andalucía
quien gobierna? Sí, claro, una Susana Díaz que, como se sabe, nada tiene que
ver con Chaves, Griñán ni con los ERES.
Ella pertenece a un PSOE diferente, está recién llegada y nunca tuvo conexión
alguna con aquella etapa en la que parte del “trinque” se usaba incluso para
pagar cocaína e irse de fiesta a casas con lucecitas en la puerta. ¡P´a mear y
no…!
Un
senador fue a pedirle a Tiberio clemencia para un hermano suyo que, siendo
recaudador imperial, habían metido la mano en la bolsa de los impuestos.
Tiberio hizo un gesto que el senador entendió de asentimiento y, después de
besarle las manos, corrió a casa de su hermano para trasmitirle el perdón del
emperador, pero cuando llegó se lo encontró degollado en un patio, mientras los
soldados expoliaban sus pertenencias... Aquí el electorado perdona, olvida y
permite que el ladrón siga robando. No somos inocentes, somos como nuestros políticos y nuestros
políticos salen del mismo vientre que nosotros, a imagen y semejanza nuestra.
¿Que algo ha cambiado? Sí, lo de Lampedusa en “El Gatopardo”, “Que algo
cambie para que todo siga igual”.
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