Si desea recibir mis artículos
directamente, de forma rápida y segura, facilíteme un correo electrónico: tomasmartintamayo@gmail.com.
_________________________________________________________
La calma del
encinar
VAN SOBRADOS
Tomás Martín Tamayo
Blog
Cuentos del Día a Día
Al
pedante y engreído se le nota su suficiencia como al rico tonto su dinero. No
pueden remediarlo y esto se da en todas las facetas de la vida, sea la
política, la literatura, el periodismo, los negocios, ciertas profesiones, el
mundo del dinero... Como dice José Mota, “el que es tonto-tonto-tonto, lo es
para siempre y no para un rato”, pero en la política es donde los necios brotan
y crecen con más celeridad. Conoces a un tipo que parece normalito, incluso
accesible y solidario, y a los cuatro días se le nota hasta en los andares que
tiene un carguillo. ¿No han reparado en la metamorfosis de Alfonso Alonso, portavoz
del Partido Popular y Ministro de Sanidad? La criatura siempre fue algo repipi
e iba de marisabidillo, pero desde que las cámaras los miraron es que tiene
unos subidones de vanidad que le hacen incluso andar como dicen que lo hacía
Billy el Niño, cuando soplaba el cañón y
enfundaba su pistola, después de cargarse a alguien.
Hubo
un momento en el que a Ibarra lo ponías entre cien tipos de su edad, de su
estatura y vestidos como él y estoy seguro de que en una rueda de
reconocimiento de “engreídos” cualquier lapón lo señalaría como el “mandamás”,
porque el podercito que ostentaba se le había subido tanto que lo llevaba
tatuado en la frente. Y no se le ha borrado. Aunque sea un jubilata, sigue
distanciado del resto de los mortales porque, nueve años después, aún no se ha
bajado del coche oficial, que es un signo que separa a la casta de los
cualquierillas y chiquilicuatres. Recuerdo que yo también tuve coche oficial y
que renuncié a él el día que HOY publicó una foto y me vi como los veo. ¡Qué
grima me dio verme tan relamido, abrochándome la chaqueta mientras me bajaba
del coche! Dos horas después me bajé para siempre.
¿Qué
me dicen de Soraya Sáenz de Santa María? Cuando se enzarzaba en riñas
callejeras con la vice Teresa Fernández de la Vega, que también iba
sobradísima, hasta resultaba simpática mientras le apuntaba con su aguijón,
pero la criatura desde que es vicepresidenta parece que hasta se ve alta de
tanta altivez como imprime a sus paridas. No ha crecido, pero ahora mira desde
arriba. ¡Cómo se nota que manda! Con el desaparecido Carlos Floriano pasó algo
parecido. Siempre fue pijolatis, pero sin estridencias. Llegó a Madrid como
soldado de fortuna, pero le pusieron los entorchados de brigadier y se le fue
la chota hasta parecerse más a su caricatura que a él mismo.
A
otro que ya se le notan -hasta
atusándose el pelito-, las dificultades que está teniendo para asumir el
protagonismo del momento, es a Albert Rivera, el líder de Ciudadanos. Cada día
resulta más retórico y pedantín y como tenga un buen resultado en las generales
me temo que será de los que leviten y tengan orgasmos al verse en un espejo. ¿Y
qué decir de los que cambian incluso el tono de voz y yendo de castúos hablan
en vallisoletano extremo? En mi pueblo se hizo famosa una gili que al enterarse
de que el coche en el que iba pasaba por Don Benito exclamó muy fina ella:
“¡Jolines!” Pues eso.
____________________________________________________________
Si
no quieres recibir mis artículos házmelo saber para darte de baja de la lista
de direcciones.
- Si lo vas a reenviar, incluye a tus destinatarios con CCO.
- En virtud de la Ley Orgánica 15/1999 de 13 de Diciembre, de Protección de Datos de Carácter Personal, tanto este mensaje como
todos los posibles documentos adjuntos al mismo, son confidenciales y están
dirigidos exclusivamente a los destinatarios de los mismos
No hay comentarios:
Publicar un comentario