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El son de
los asombros
ADIOS SIN FANTASMAS
Tomás Martín Tamayo
A partir de ahora mi columna sabatina, publicada bajo el genérico “La
calma del encinar”, dejará de aparecer en HOY. Aún así, al despedirme de los
sitios que quiero, nadie me ha echado, prefiero irme de puntillas, pero sin
dejar rastros de deslealtad. Y es el caso porque el goteo de críticas al
periódico continúa una semana después e incluso en la noche del viernes tuve
que pedir a unos amigos que desistieran de organizar en las redes sociales una
recogida de firmas. Esta salida, no exenta de afecto sincero, puede tener
muchas lecturas, aunque yo, hasta ahora, no he dicho absolutamente nada. La
razón última, la verdadera, ya la manifestó el pasado sábado el propio director
del periódico en una red social al catalogarla como un problema de comunicación.
Así ha sido, esa es la verdad, fue un problema sin importancia, perturbado
posteriormente con una mala “conexión”. Y eso fue todo. La música surge del ruido
En honor a la verdad, quiero aclarar que la censura a la que se está aludiendo con
interesada insistencia, no ha interferido en nada y para nada. Yo he escrito en
HOY con absoluta libertad y en ningún momento me he visto censurado, como lo
evidencian mis propios artículos, siempre incómodos al poder. He sido libre
para elegir el tema, el fondo y la forma y cuando intentaron callarme, unos y
otros, el director actual y los que le precedieron, antepusieron la
independencia del medio a los intereses económicos. No olvidemos que HOY es un medio
privado. Ha habido, claro, en tantos años, ocasiones en las que la publicación
de algún artículo o alguna expresión concreta no se consideraron oportunas y en
esas contadas ocasiones, como ocurre en todos los medios serios, el director decidió.
Pero esto, que fue lo que ocurrió el pasado sábado, nada tiene que ver con la
censura.
Además, tengo que reconocer y proclamar que jamás se me ha hecho una
sola indicación para guiar mis opiniones, ni siquiera cuando no eran
coincidentes con las de la línea editorial. En un periódico con censura yo no
habría aguantado media hora y en HOY,
con algunas pausas, he estado 32 años. HOY, dígase lo que se diga, es un
periódico que no se ha sometido a nada ni a nadie, que ha defendido a ultranza su independencia y, dentro
de él, la de sus columnistas. Esa ha
sido mi experiencia a lo largo de más de 2.300 artículos y aunque ahora
haya faltado fluidez en la comunicación y haya sobrado, según creo, calor para
mi sensible epidermis, no puedo irme dejando la duda sobre el rigor y la independencia de un medio
que se ha caracterizado siempre por defender los intereses de Extremadura, a
veces mucho más que sus representantes políticos y pagando un alto precio por
ello. Es también el caso de algunos columnistas, que nos hemos puesto en el ojo
del huracán del poder por opinar libremente. Escribir en HOY, como yo lo he
hecho, no me ha salido gratis y muchas veces me he preguntado si compensaba
ejercer la libertad de expresión pagando tan alto peaje.
Sé que, por aquello del “excusatio…”,
me pongo al frente de una manifestación que no he convocado y en la que no he
participado y sé que tampoco faltarán interpretaciones sesgadas de estas
líneas, pero a estas alturas todo eso me afecta poco. Más bien nada. La única
verdad es que, al margen de discrepancias puntuales, en HOY jamás he sido censurado. Y ya está.
Los que quieran pueden seguir leyéndome en mi blog, “Cuentos del día a
día”, que ya cuenta con 1.223
suscriptores, y en las redes sociales. Sin fantasmas, respiremos hondo
que la vida sigue. Aunque nunca sigue igual.
3 comentarios:
Te despides como un caballero, con nobleza y lealtad, feliz nueva etapa..abrazos.
Gran pérdida para el periódico HOY. Te leeremos donde quiera que escribas, Tomás.
Sera un placer recibir sus comentarios en mi correo...su pluma es audaz, firme y viva...Un trabajo digno de admirar y con orgullo de haberlos leido..
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