La calma
del encinar
CATÁSTROFE BÍBLICA
Tomás Martín
Tamayo
¿Y
si los papeles de Bárcenas fueran veraces? García Margallo, ministro de Asuntos
Exteriores, apenas miró a la periodista que lo interrogaba: "Eso sería una
catástrofe bíblica para el PP". Regaló un titular de portada porque su
diagnóstico está cada día más asumido por un electorado al que ni el PP ni el
Gobierno son capaces de dar una respuesta solvente. No es que Bárcenas, el
País, el Mundo o el resto de los medios, que se han sumado con la aportación de
nuevos datos, susciten una confianza ciega, es que la acusación y las pruebas
presentadas tienen una carga de credibilidad y contundencia superior a los
tibios desmentidos que exigen cerrazón y fe a raudales. Están tan alejados de
la realidad de la calle que durante dos días, en esa pantomina de Debate sobre
el estado de la Nación, han vuelto a las prácticas onanistas, evidenciando que
es imposible que el gato le ponga el cascabel al gato.
¿El
universo contra el PP, contra Rajoy y su Gobierno? ¿La prensa internacional más
solvente, también se ha prestado para participar en esta confabulación "urbiset
orbi? Rajoy no puede sensatamente pretender que aquellos a los que ha engañado
sigan confiando en él porque niegue con lloriqueos mal contenidos la acusación
de " pringue" hacia él, hacia miembros del Gobierno y hacia la cúpula
del partido. Ya se sabe que, como buen gallego, juega a la confusión con las
palabras y que con toda seriedad puede decir algo tan cantinflero como "desde
luego, todo lo que se refiere a mí y que figura allí y a los compañeros del
partido mío que figuran allí no es cierto, salvo alguna cosa, que es la que han
publicado los medios de comunicación, o dicho de otra manera es total y
absolutamente falso". Es más fácil montar un mueble de Ikea que
entenderlo.
En
una situación como la actual, en la que está cuestionado el Legislativo, el
Ejecutivo, el Judicial, la Jefatura del Estado, el estado de las autonomías, el
poder municipal... el tartajeo y ponerse
de perfil no sirven, porque la calle está cabreada por tanta corrupción, tanto
mangoneo y tanto inútil mangoneando en las instituciones, algunas
manifiestamente prescindibles. Seguir con los pasacalles de debates
insustanciales y las costosas ocurrencias es aumentar los decibelios del
griterío y la protesta. Y si mala es la situación, aún puede empeorar si se
materializa la evidencia de que no somos iguales ni ante la ley, ni ante la
justicia. Difícil lo tiene el juez Castro, porque si llama a la mujer de
Urdangarin como imputada complica a la Casa Real, pero si no lo hace complica a
la Casa Real y a la Justicia.
Y
en medio el debate, mera apariencia, más de lo mismo, lucha libre amañada entre
uno que no sabe y otro que ni sabe ni puede, los dos al pairo, hola don Pepito,
hola don José. Cervantes concluye así su soneto “Al túmulo de Felipe II”: “Y
luego, incontinente, caló el chapeo, requirió la espada, miró de soslayo, fuese
y no hubo nada”. Cuatrocientos años antes, don Miguel ya hizo la crónica del
Debate. Más de nuestros días, Bugs Bunny, el conejo de la suerte, lo
despacharía con su celebrado: “¿Qué hay de nuevo, viejo?”.
2 comentarios:
Me gusta el análisis que hace de la situación insostenible que estamos viviendo.
Están dejando pasar el tiempo para que el problema se pudra.
Me gusta el análisis que hace de la situación insostenible que estamos viviendo.
Están dejando pasar el tiempo para que el problema se pudra.
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