miércoles, 11 de julio de 2012

EL CHIMPÓN DE MARUJITA DIAZ


Ayer, un director general de la Junta hizo unas declaraciones muy ponderadas a una emisora, sobre los ajustes presupuestarios que tienen que hacer en todas las consejerías. Como conclusión afirmó: “Estamos haciendo lo que tenemos que hacer... ¡Chimpón!”. El mismo “chimpón” que nos regaló Monago en la entrevista que le hizo HOY el pasado domingo, y el mismo “chimpón” que Marujita Diaz acuñó hace tropecientos años y que repite en cada una de sus estelares apariciones televisivas. Tan pesada está la folclórica  con el “chimpón” que en el ambientecillo de la farándula se la conoce como “la chimpón”. ¿Es Marujita Diaz la que alumbra la retórica de Monago o es un nuevo hallazgo del asesor áulico que atesora las ocurrencias de sus disertaciones estelares? Nunca lo sabremos pero la majadería es contagiosa y a juzgar por la rotundidad con la que el director general soltó su “chimpón”, parece que ya se ha acuñado como “esto son lentejas”.

¡Que desamparado está Monago, qué sobrado de aplauso barato e interesado y qué necesitado de alguien que le ponga el frenillo para que no se vaya de estampida! ¿Cuándo se va a dar cuenta de que con esas salidas destroza cualquier manifestación, porque al final lo que trasciende es la tontería? Para manifestar su opinión, contraría a la subida del IVA, ¿era necesario añadir “porque aquí no lo paga ni Dios”? Es incapaz de abrir la boca sin soltar una parida para la galería, convencido como está de que puede hacerse un lugar al sol a base de romper pucheros… Los cristales ya los dejó rotos su guía espiritual.  ¡Ay, Miguel, Miguel, que te han dado un titulillo –¿presidente honorífico?- para abandonarte en la gasolinera, como se hace con los chuchos antes de las vacaciones! Toda la vida amamantándolo  para en la primera ocasión coger el tren de los deshechos, romper con cualquier atisbo de moderación y cautela y tirarse al monte, creyendo que por haber cogido medio billete del tren que al PP le regaló  Zapatero, ya es un personaje linajudo.

Monago no deja de repetir “pues esos se van a enterar de quién es Monago”. ¿Y quién es Monago? ¿Sabe Monago quién es Monago? Eso no lo sabemos ni los que mucho sabemos de Monago y por saber tanto queremos olvidar. A los latiguillos artificiosos con los que construye sus interminables discursos, “arrimar el hombro, altura de miras, mentalidad cortoplacista, regate en corto, tengo la tensión baja y responsabilidad”, está añadiendo otros, como el “yo, yo, yo” y el ahora “chimpón marujiteño”.

Uno no es serio porque se ponga serio. La seriedad se refleja en los actos y son estos los que cantan el nivel  de confianza que merecemos. Ni por haber ganado con mayoría absoluta, ni por haber ganado de carambola y gracias a vendetas ajenas, puede una persona sensata creerse enviado de la Providencia, cogiendo el testigo de “otro ser providencial”.  Aquí lo que necesitamos son gestores sencillos, que sepan lo que hacen y lo hagan con sencillez. Todo lo demás, son brindis al sol. “Bienaventurados los que me imitan porque de ellos serán mis defectos”,  sentenció Jacinto Benavente.

No hay comentarios: