sábado, 7 de julio de 2012

BANKIA, MUCHO QUE EXPLICAR


Sorpresas te da la vida. Resulta que, al menos en esta ocasión, tenemos una Fiscalía General del Estado que, remando en dirección opuesta al oscurantismo del Gobierno, ha puesto todas las luminarias para enfocar a los duendecillos de Bankia. ¡Ay, con lo a gustito que estaban ellos tras los cortinajes! Desde la mayoría popular en el Congreso, naturalmente dirigida por el Gobierno, habían ordenado sordina para que los responsables directos de la descomunal mentira de Bankia, no pasaran por el trágala de dar explicaciones, pero resulta que es el propio Fiscal General el que, en defensa de  los ciudadanos y “el interés público tutelado por la ley”, se arremanga y, manos a la obra, da su conformidad para que se admita a trámite la querella contra los más listos entre los listos del patio bancario.
 
 La Fiscalía Anticorrupción reclamó la competencia de la Audiencia Nacional, pese a las llamadas que se le hacían “porque calladito estaba más guapo”, mientras el Gobierno impedía que se investigara a los ilustres que, ladrillo a ladrillo, habían desmantelado el edificio. Así, alguien tan intocable como Rodrigo Rato, poderosísimo exvicepresidente del Gobierno y culo de mal asiento, tendrá que responder a muchas preguntas. No estoy negando la presunción de inocencia, sino haciendo valer la reserva constitucional de que en España el único inimputable es el Rey y de ahí para abajo todos podemos calentar más banquillo que el portero Reina. Presunción de inocencia, sí, y presunción de verosimilitud delictiva, también. Si hubo mala gestión, que se sepa, si hubo intereses interpuestos, que se conozcan y si aquello acabó en manos de delincuentes, pues que se obre en consecuencia, porque, de momento, encima de la mesa hay indicios de cuatro delitos: administración desleal, apropiación indebida, falsificación de las cuentas y maquinación para alterar el precio de las cosas.

Imputados Rodrigo Rato, Ángel Acebes, Herrero de Tejada, Mercedes de la Merced y otros ex destacados del PP y alguno del PSOE, tendrán que explicarnos las proezas que hicieron en la administración de Bankia porque, a fin de cuentas y a la hora de pasar por ventanilla, Bankia somos todos. Incluso los que no teníamos ni un euro en la entidad, hemos pasado, por fuerza de la nacionalización, a ser propietarios de la ruina que otros gestaron. Al margen del resultado final, lo que parece evidente es que los políticos convertidos en banqueros han sido un fiasco para el sistema financiero. Sólo la ruina de Bankia nos va a costar 23.000 millones de euros, en un momento en el que estamos recortando hasta el yogurt de los hospitales.

Ojala que esto abra las puertas a la investigación de otros, que entraron a saco en los fondos de las instituciones, y acostumbraban a levantar monumentos faraónicos  con la disculpa de que todo era escrupulosamente legal. Porque nos salvó la campana de la crisis, hoy no tenemos un aeropuerto internacional en Cáceres para poder pasear por sus pistas…  Vienen a cuento las palabras de Martín Luhter King, jr: ”No olviden que todo lo que Hitler hizo en Alemania era legal” ¿También fue legal lo que hicieron en Bankia?

1 comentario:

Guadianade_Badajoz dijo...

Si, la legalidad en la que se hacen las cosas, no siempre implica que sean legales. Ni legales, ni morales... Por desgracia, deamasiadas veces la legalidad justifica, momentaneamente, atrocidades tremendas. Ni España está para esto, ni el pueblo español lo merece ni lo debe soportar; Ni el PP debe consentirlo el desgaste va muy rápido y en Extremadura, aún más si cabe, ¿Caja Badajoz? con 8 empleados y el mismo numeros de asambleistas no es una atrocidad? Gracias amigo Tomás por no dejar de difundir todo aquello que es tan necesario.