Sobre el papel, los diputados no están sometidos a mandato imperativo
alguno y pueden votar según su criterio. En este sentido podemos criticar la
dirección del voto, pero no cuestionar su legitimidad porque es el diputado el
que tiene que decidir y no la formación a la que representa. Así, nos puede
chirriar que tras una reunión con la Junta, Pedro Escobar, diputado y
coordinador de IU-Extremadura, salga trasmutado y con el semblante iluminado,
propio de los que acaban de presenciar apariciones divinas, pero las propuestas
y los votos que emitan los tres diputados de IU, mal que le pese a la formación
y a su electorado, son de su exclusiva competencia, aunque con ellos sobrepasen
programas e idearios y caigan en contradicciones que pueden enmarcarse
directamente en la desfachatez, el desatino o en la impudicia del desnortado.
Los cabildeos reiterativos de Pedro Escobar, pretendiendo engañar a
todo el mundo todo el tiempo, con su jerga de bonachón comprensivo y sus
puestas en escena de divo juvenil, resultan tan ridículas y previsibles que, al
margen de la inclinación final que den a su voto, ofenden a la inteligencia
colectiva, porque de tanto repetir el truco, ya sabemos debajo de que vaso
esconde la bolita. ¿Se acuerdan de la que montó esta criatura con aquello de
las consultas a la base? Dos meses de idas y venidas para atrincherarse detrás
de una consulta que finalmente ha devenido en patraña, porque, demostrado queda
con su última aportación, que a este señor le importa un bledo lo que opinen
las bases y lo que diga IU. ¿Se acuerdan del rechazo frontal a los presupuestos
de la Junta? Otro mesecito tirando del hilo, enmienda de totalidad incluida,
para en el último minuto bajarse de todo lo dicho y acabar votando lo que se
sabía que iba a votar desde el principio. Ahora vuelve por sus fueros,
pretendiendo vender impuestos indirectos, como la subida de la gasolina, justificándolo
como una medida ecológica… ¡Este hombre está rallado!
Lo extraño es que en IU, erre que erre, sigan intentando que sus tres diputados retomen el camino programático de la formación, cuando está muy claro que uno está a su aire y a su avío, otro va de pío-pío y el tercero, Escobar, no encuentra el camino ni con el Google Earth. Tienen letras distintas, pero los tres bailan la misma música. El resultado final es que a los tres les importa muy poco/nada, lo que digan IU, sus bases, su electorado y sus programas. La penosa situación de miles de usuarios de la motocicleta, el coche o la “fragoneta”, que serán los verdaderos paganos de esa medida bochornosamente antisocial, al señor Escobar y a sus dos compañeros no les dice nada. Ellos están a otra altura. Para que se asienten en esa deriva colaboracionista, les sugiero un impuesto para el pan. Siempre podrán argüir que es para evitar la obesidad de los seis millones de parados… ¡que no dan un palo al agua!
1 comentario:
Es una auténtica vergüenza, que no se tomen medidas austeras a nivel de cargos políticos, reducción de diputados, disminución de privilegios...etc, etc; cuando el país está como está y la mayoría de "ciudadanos y ciudadanas" tenemos un empleo,no un trabajo temporal dando miles de horas y dando gracias.
Los señores políticos que nos representan, que están ahí por nuestros votos deberían hacer examen de una conciencia que no tienen, no dejarse embaucar por el cargo y ser realistas; que los demás también tenemos estudios universitarios y estamos a lo que cae y que no me vengan con milongas que la monarquía parlamentaria, también es tener y ser coherente con uno mismo.
Me encanta señor Tamayo, encontrarle y reencontrarle, pues sigo añorando esa casta suya política que trabajó y luchó por una democracia, por una Carta Magna y por un país que están quedando en aguas.
Un fuerte abrazo, Estrella.
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