Una familia china ha comprado un local comercial por el que ha pagado
1.680.000 euros…¡al contado! Ni bancos, ni cajas, ni intermediarios, aquí tu local
y aquí nuestro dinero. Y para que conste, un notario que levante acta y apunte, fotocopie y
supervise los cinco talones que entregaremos. La misma familia, hace tres años,
compró otro local por 800.000 euros, que pagaron con dinero que llevaban en
cuatro mochilas, como las que llevan los niños al colegio. Llegaron a la notaría,
esperaron su turno con las mochilas en el suelo y cuando el notario los llamó
las vertieron sobre la mesa, para que los vendedores se entretuvieran
contándolo. 100.000 euros los llevaban en billetes de cinco, cinchados con una
gomita en paquetes de veinte.
Los chinos cogen traspasos de bares y restaurantes en ruina y los hacen
rentables. En la costa del Sol se están quedando con hoteles y con bloques enteros. La economía
china no concibe el despilfarro y llevan su obsesión hasta extremos grotescos.
Anoche coincidí con una china, de la familia que tanto compra, en el contenedor
de basura, cortésmente pise el pedal y con un gesto le indiqué su preferencia.
La china sonrió, dudó y finalmente se inclinó sobre el contenedor y vació las
dos bolsas de basura que llevaba. Después las dobló, me regaló otra sonrisa y
se fue con su preciado tesoro debajo del brazo. Necesario es aclarar que eran bolsas
de basura comunes, de esas negras que se estrangulan con una cinta de color
butano.
Los productos que se venden en los bazares chinos, se hacen en china
con chinos y se venden en España por chinos, porque aquí gozan de una
legislación tan permisiva que no les imponen un porcentaje de mano de obra
autóctona. Yo no he visto a ningún español trabajando en un chino. Y que conste
que intencionadamente he escrito “en un chino” y “no como un chino”, porque eso
es imposible. Y no es ningún descubrimiento que los productos chinos son
deficientes y elaborados con unos materiales que no se permitirían a un fabricante español. Podemos
comprar en ellos una llave inglesa o unos atornilladores muy baratos y bonitos,
pero casi de un sólo uso, porque parece que la materia prima para su
fabricación es la mantequilla, aunque eso no impide que tengan una clientela
fija y creciente. Ganan mucho vendiendo mucho y malo. Malo, peor.
¿Por qué donde cierran los españoles porque no hay negocio si lo coge
un chino hace negocio? Para los chinos España debe ser un país próspero, porque
cada día vienen más. Aunque se diga que están contados y controlados, yo soy de
los que creen que con el pasaporte de uno se cuelan cien. Para los chinos no
hay crisis porque ellos no la sufren. Tampoco
la ven porque no salen de la tienda. Y como prosperan, porque en España han
encontrado posibilidades para enriquecerse donde los españoles se arruinan, se
permiten el lujo de invertir en pisos y locales comerciales, que compran a
precios de saldo, aprovechando las oportunidades del momento. Yo a mi frutero,
que ha anunciado cierre inmediato, le he
sugerido que ponga un chino. Esa es la alternativa.
1 comentario:
Espero no ponerte en un aprieto, pero el otro día comí en un asador "chino" (soy carnívoro excepcional). Tenían una empleada spanish y un cocinero de la tierra, ... parece que las costillas, todavía, no entran en su menú y saber hacer, igual por eso, también, no se echan la siesta y siguen trabajando.
Tienes toda la razón en lo del ahorro, hace 12 años la dueña empezó vendiendo rosas, Ahora tiene el asador, el bazar chino y su hijo ha acabado la universidad. ¿tendremos algo que aprender?.
Un abrazo Tomás
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