jueves, 19 de enero de 2012

OEEE. OEEE, OE, OE, OE, OEEE


Durante una tertulia radiofónica en la que debatíamos sobre las andanzas de Urdangarin y los doce mil dólares de multa que ha tenido que pagar al fisco de EE.UU por ocultar parte de sus ingresos, dieron paso a llamadas de los oyentes y un señor entró para preguntarnos: “Si pudieran ocultar a Hacienda parte de sus ingresos ¿qué harían ustedes?” Lo inmediato fue responder poniéndonos divinos, negando cualquier posibilidad de ocultación para reducir el pago de impuestos, pero no estoy seguro de la rotundidad de nuestra respuesta. España es un país de picaresca, de “quien inventó la ley inventó la trampa”, de “¿con factura o sin factura?”. Ahora, con motivo de los implantes de siliconas defectuosos, hay muchas ilustres que no pueden reclamar nada porque no tienen ninguna factura que las vincule a la clínica… Son las consecuencias de haberse ahorrado hasta 1000 euros de IVA.

¿Ninguno de nosotros hemos pagado en un taller en efectivo y renunciando a la factura para evitar el IVA? ¿Ninguno se olvidó añadir a los ingresos controlados un piquillo atípico? ¿Ninguno intentó pagar una parte en efectivo para achicar la cantidad a tributar? Es conocida la práctica habitual de comprar una vivienda y, en la misma notaria, adelantar al vendedor una cantidad importante para que el notario consigne una cantidad inferior… ¿Ninguno de los cuatro tertulianos lo hemos hecho? Ufff. “Hacienda somos todos”, pero no creo que haya un sólo español que no se haya puesto de perfil en alguna ocasión, silbando distraído para ver si cuela algún pufo que nos permita cotizar un poco menos. Unos bajo el barniz de la legalidad aparente, otros con interpretaciones extrañas y los más haciéndonos el sordo, yo no conozco a ningún contribuyente que descorche champán por pagar más. Ni siquiera a los que pagan mucho por tener mucho. Algunos deportistas de élite y cantantes están empadronados en paraísos fiscales… ¿porque les gusta el paisaje? Los que cotizan en Andorra, Belice, Gibraltar, Sudáfrica… ¿es porque aman su gastronomía?

Cada uno de los veintidós integrantes de la selección nacional de futbol que ganó la copa del mundo, recibió 600.000 euros de prima… ¿dónde cotizaron por ese pellizquito? En Sudáfrica. Aprovecharon que entre España y Sudáfrica existe un convenio de doble imposición y con la interpretación de que la prima se considera una retribución por un trabajo realizado fuera del territorio español, decidieron tributar allí. La diferencia es considerable porque si la Selección española hubiera declarado sus ingresos en España, como se espera de unos deportistas que ondean con tanto fervor la rojigualda, habrían tenido que abonar el 43% de la prima, mientras que la retención que se aplica en Sudáfrica es del 21%. Aquí habrían abonado 5.676.000 euros y en Sudáfrica pagaron 2.772.000 euros.

Esos 5.676.000 euros podrían pagar muchas mensualidades a parados y pensionistas, pero prefirieron hacer patria aportando casi tres millones de euros a la Hacienda sudafricana, antes que cotizar en España por lo que España les había abonado. Todo legal. ¿Usted que haría? Ellos, los que con tanto orgullo llevan a España en el corazón, hicieron “oeee, oeee, oe, oe, oe…”.

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