sábado, 30 de julio de 2005

Nacionalistas y Zapatero


Parece que tienen calculado el desgaste electoral de ceder a las pretensiones excluyentes los nacionalistas y que incluso tienen temporizada la salida del túnel que supone romper con la España que allá por 1460, comenzó a pergeñar Isabel I de Castilla. Para Zapatero y demás voceros adyacentes, lo de España es una entelequia superable y lo importante, por encima de todas estos conceptos y antiguallas, es mantenerse en el poder, aunque sea un poder desmembrador que desgaje a Cataluña, País Vasco, Galicia... Los nacionalistas tienen cogido al Gobierno, zurciéndole el roto de su debilidad parlamentaria y cuando quieren aprietan y ZP se asfixia, lo que supone la asfixia colectiva de todo el PSOE, porque si él cae, el que está en rampa de salida, la alternativa es Rajoy... ¡Y antes que eso el caos, la cesión cobarde, la arbitrariedad constitucional y la venda de España por parcelas autonómicas! O sea, que los nacionalistas catalanes van en esto de la mano de los nacionalistas vascos y gallegos y saben que es la gran oportunidad para dar el salto fuera del redil de España, porque difícilmente encuentren un gobierno tan absolutamente descabezado como el actual. Zapatero vende que todos votan a favor, menos el PP, “que está las antípodas de la tolerancia constitucional” pero ¿quines son todos? A saber: el PSOE oficiando de tonto útil, los nacionalistas gallegos, los vascos, los canarios, los catalanes y los dos de IU sumados a los tres comunistas nacionalistas PSUC. ¡Esos son todos!

Pero mientras se acepta la toma en consideración de un proyecto de Estatut, absolutamente montaraz, el PSOE suelta a sus histriones habituales para que le cubran también la orilla de la contestación. Al singular alcalde de la Coruña, el preámbulo ya le produjo urticaria, pero, prietas las filas, todos los diputados socialistas gallegos votaron a favor. También lo hicieron los andaluces de un Chávez que decía que no pero que al final se quedó en un ya veremos. ¿Y los castellano manchegos del patriota Bono? ¿Y los extremeños de Ibarra, el señor de las broncas, capaz de montar el circo en un baldosín? Todos estos bravos varones son capaces de poner cara de catadores de vinagre ante los micrófonos, pero todos son expertos en el “amén”, todos tienen una larga trayectoria, jalonada de contradicciones y bufonadas, consistente en decir una cosa y hacer la contraria. Y todos se prestan voluntariosos a ser secundarios en esta gran comedia, aún conscientes de que están jugando con un cochecito que no tiene retroceso. ¿España? Según Zapatero el concepto de España admite otras lecturas menos arcaicas y él, que es un moderno, está dispuesto a demostrarlo porque su apuesta es firme: seguir en el poder y dejar de lado la aventura de unas elecciones anticipadas. También es firme la determinación de los nacionalistas, sabedores de que Zapatero es su gran ocasión. Zapatero los necesita desesperadamente y ellos, desesperadamente, necesitan a Zapatero

¿Es que no hay nadie en el PSOE capaz de poner un poco de cordura a semejante sainete? Habla Felipe González, habla Alfonso Guerra, pero finalmente se impone la cuestión de partido y todos aceptan un papel en esta tragedia. Lo demás es tropa obediente y mansa, más preocupada por su estipendio que por las consecuencias de sus desmanes. ¡Pobre PSOE y desdichados todos los que, con las tripas, votaron a un insensato como Zapatero!

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