Publicado en HOY y NORTE de CASTILLA
La calma del encinar/La ventana indiscreta
SOBRESATURACIÓN
Tomás Martín Tamayo
¿Hubo en España persecución de los homosexuales
durante el franquismo? A mansalva. Yo tuve alumnos en la prisión de
Badajoz a los que le habían aplicado la Ley de Peligrosidad Social, más
conocida como “de vagos y maleantes”, por minucias legales que hubieran
sorteado sin su inclinación. Incluso por sus ademanes afeminados, aunque, para
justificarlo, se envolvía el atropello con algún delito como el escándalo. Además,
ayer, como hoy y como mañana, las leyes se ajustaban a los códigos de
conveniencia social, de tal forma que no era igual un “mariquita de bien”,
apellidos de abolengo, pañuelo de seda italiana y chachas en la cocina, que un
“maricón callejero”, de los que mientras más lejos mejor. Negar una evidencia
tan cercana es como negar las puestas de sol. Además, al disparate se le daba
una mano de cientifismo estrafalario, que consistía en separar a los
homosexuales pasivos, encerrados en la prisión de Huelva, de los activos, que
estaban en Badajoz… ¿Se ríen ustedes? No es para menos, pero aquello tenía poca
gracia.
Y escrito lo escrito, justifico el título de
“sobresaturación” que, según la RAE, “Se refiere a una solución que ha pasado
el límite absoluto que el solvente puede admitir”. Es decir, si a una comida
sosa le añadimos la proporción adecuada de sal, la equilibramos, pero si
seguimos añadiendo sal y más sal, la sobresaturamos y el solvente, la comida,
se resiente hasta dejar de ser lo que era. Y eso es exactamente lo que está
ocurriendo con los excesos reivindicativos y puntillosos hasta el ridículo, de
los colectivos LGTBI y demás ramificaciones. Entiendo que estén en plena
ebullición, que después del silencio y el tapado propendan a cierto despendole público,
que exhiban su condición sin reservas, que defiendan los avances conseguidos y
que estén vigilantes para no retroceder ni un paso, pero creo que hay ciertos
excesos y que están cayendo en la sobresaturación, que puede deteriorar e
incluso desprestigiar el “solvente” básico. Flaco favor se hace al colectivo
enfatizando groseramente que una cadena de televisión es de “rojos y
maricones”.
Se ha impuesto el temor a la represalia hasta el punto
de que los chistes de “mariquitas” se cuentan en voz baja y mirando de reojo.
Chistes de religiosos, políticos, bajos, altos, tartamudos, heterosexuales,
funcionarios, viejos, albañiles, torpes, ricos, pobres…, sí, pero cuidadín con
hacer humor con cualquiera de los colectivos de LGTBI, porque te pueden
anatematizar hasta llegar a persecuciones tan estúpidas como las que ellos
padecieron. Los excesos cansan, agotan, aburren y desmotivan, porque la
sobresaturación militante hace señalamientos injustos y pone barreras
innecesarias incluso a los que, sin pertenecer el colectivo, como
heterosexuales normales, no vamos de machos ni machorros y tenemos una actitud
abierta, cercana y comprensiva. Y no digo tolerante porque, además de que no
hay nada que tolerar, tengo que elegir cuidadosamente verbos, pronombres y
adjetivos para no caer en falta. Un poco ridículo.
Que cada mochuelo elija su olivo y haga el nido con
quien le plazca, pero que antes de caer en señalamientos, generalistas e
injustos, consulten con expertos que puedan ayudarles a no echar azúcar en el
café hasta que el café, por sobresaturación, sea imbebible. El colectivo LGTBI
gana más haciéndose respetar con el argumento inapelable de sus razones, que
pintando frentes a brochazos y haciendo listados a los que poder condenar por
cualquier nimiedad. Como, por ejemplo, no ser de LGTBI.
Si desea
recibir mis artículos directamente envíe un correo electrónico a:
tomasmartintamayo@gmail.com. Todos los envíos se hacen por consentimiento
expreso del solicitante. Si los recibe y no quiere seguir recibiéndolos,
indíquelo a ese mismo correo.
*A excepción
del correo electrónico facilitado, no se dispone de ningún otro dato sobre los
suscriptores. En la mayoría de los casos se ignora incluso la identidad del
titular.
*En
los artículos remitidos no se incluye ninguna publicidad y su reenvío es
absolutamente gratuito.
*Todos
mis artículos están abiertos en el Blog Cuentos del Día a Día y se publican en
las ediciones, impresa y digital, de los periódicos HOY y El Norte de Castilla.
En virtud de la Ley Orgánica 15/1999 de 13 de diciembre, de Protección de Datos de Carácter Personal, tanto este mensaje como todos los posibles documentos adjuntos, son confidenciales y están dirigidos exclusivamente a los destinatarios de los mismos. Por favor, si no es uno de ellos notifíquemelo y elimine el mensaje..

No hay comentarios:
Publicar un comentario