El son de
los
asombros
JUGAR CON EL
TIEMPO
Tomás Martín Tamayo
Blog Cuentos del Día a Día.
Por la presente, me comprometo a pagar e inaugurar el noveno puente de
la ciudad de Badajoz en el año 2060. Es más, si para entonces aún no han
construido la autovía Badajoz-Cáceres, la meto en el paquete y también la pago
yo. ¿La de Badajoz-Zafra? Venga, vale. No es broma, mi compromiso es tan serio
como el de la actual Gobex que, a tres meses de unas elecciones en las que se
irán cantando la caña, acaba de programar un plan de infraestructuras
educativas por valor de 90 millones… ¡hasta el año 2020! Ese va a ser una año que no nos podemos perder
porque también programaron para 2014-2020 la Estrategia para la Especialización
Inteligente, que yo no sé qué es pero que parece que la cosa va de especializar
a los inteligentes, hacer una especialidad inteligente, especializarnos en
inteligencia… Qué arte, cortos hasta para prometer tonterías, porque ¿por qué
90 y no 900 millones? ¿Saben ustedes que tenemos AVE Madrid-Badajoz desde 1998?
Pues más de lo mismo.
El calendario, como el papel, lo
aguanta todo y si nos queremos poner futuristas nadie podrá decir que hemos
fallado hasta pasada esa fecha. Hoy, por ejemplo, podemos afirmar que aquel
rollo con el que se paseó Monago por todos los platós en noviembre, asegurando
que en enero iba a enseñar sus cuentas, incluidos los tiques en la compra del
hiper, fue una mentira más, pero hasta el 31 de enero no lo hemos podido
afirmar. No creo que a nadie le interesa conocer la marca de papel higiénico
que usa Monago, pero como no podía explicar lo de los vuelos que le endosó al
Senado para ir a ver a su novia, salió con aquella tontería. ¿Por qué no puso
la frontera en el 2020? ¿Quién va a esperar hasta el 2020 para pedirle
explicaciones sobre los nuevos colegios que se han sacado de la manga a cien días de las elecciones?
En marzo de 1989, siendo Antonio Asunción director general de
Instituciones Penitenciarias, los maestros de prisiones le solicitamos una
entrevista para exponerle nuestras dificultades, ya que en algunos centros
teníamos muchos impedimentos reglamentarios para desarrollar nuestra función
docente. Antonio Asunción, que después fue el ministro del Interior al que se
le escapó Roldán, tardó seis meses en responder a nuestro requerimiento, pero
lo hizo con mucha gracia, porque nos adelantaba que “iba a ser un encuentro muy
productivo del que saldrían acuerdos que
conformaría a todas las partes implicadas”. Hasta ahí bien, pero nos citaba
para el 27 de agosto de 1993,
a las seis y media de la tarde, eso sí, rogándonos que
fuéramos puntuales. Le respondimos que ese día y a esa precisa hora no podríamos
asistir porque queríamos estar presentes en el funeral del director general de
Instituciones Penitenciarias. Por lo que después supimos, se cabreó.
En Extremadura tuvimos un consejero de Agricultura que se comprometió a
crear doscientas mil nuevas hectáreas de regadío para 2005 y otro aseguró que
con su plan, en Extremadura todos los jóvenes mayores de 25 años dispondrían de
una vivienda digna antes de 2015, pero como desapareció cuatro años después…
¿Hemos olvidado el Pleno Empleo que iba a garantizar uno de los planes de Ibarra
antes de 2000? ¿Y el tercer idioma o la cama hospitalaria por habitación en dos
legislaturas? No me bajo de mis compromisos y dejo aquí otro, para que conste:
En el 2060, yo mismo, piqueta en ristre, acabaré con los excesos del Cubo de
Biblioteconomía y me encargaré de la demolición de Valdecañas. En las primeras
elecciones municipales, un candidato de La Haba, preguntó en un mitin al
vecindario: “¿Qué queréis, que queréis?” Uno se arrancó con retranca: “El mar,
queremos que nos traigas el mar”. “Eso está hecho antes de diez años”, le
respondió el candidato. Pues, más de lo
mismo, Monago, que ya ha empezado a correr, se
compromete a inaugurar un montón de colegios en 2020. Para entonces, ¿dónde estará el pollo pistacho.
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