viernes, 10 de junio de 2016

ESO ES SEGÚN

                            La calma del encinar
                            ESO ES SEGÚN
                                                      Tomás Martín Tamayo
                                                                       (martintamayo.com)

López de Úbeda cuenta de un juez que impartía justicia con el inapelable criterio de un particular  “eso es según”, que le permitía hacer lo que le daba la gana. Por el mismo caso podía condenar a la horca,  a galeras,  a trabajos forzados o poner en libertad al enjuiciado, incluso con palmadita en el hombro… La Ley quedaba sometida a la veleidad de su “eso es según” y todo dependía del rasero que él establecía a la hora de dictar sus disparatadas sentencias, en las que entraban factores tan decisivos como haber dormido bien o hecho buena digestión de la cena. Incluso el atuendo de los reos tenía su importancia y se sabía que, para personarse ante su señoría, lo mejor era el negro riguroso y un “rasurado de esmero”… ¿Murió el estrafalario juez? Seguro que sí, porque no hay cuerpo que cuatrocientos años dure, pero sigue vivo su espíritu, su forma de enjuiciar y el “eso es según” que  le hizo pasar a la historia en forma de chascarrillo bufón.

Se supone que la Agencia Tributaria y la Abogacía del Estado obedecen a las mismas normas y tienen el mismo criterio para posicionarse ante cuestiones que no difieran sustancialmente, pero solo se supone, porque a la hora de la verdad la disparidad parece ser el nexo que une sus decisiones. Parece que las dos instituciones heredaron del juez su recurrente “eso es según”, lo que les permite emitir un criterio  y el contrario, dependiendo no de lo que se juzgue, sino de a quién. ¿Más importa el apellido que la causa? Para la Agencia Tributaria y la Abogacía del Estado el “rasurado de esmero” que tanto valoraba el juez, es ahora el “pedigrí” del reo, lo que les permite, con total descaro, el “donde dije digo, digo Diego”. Así, igual que argumentaron que la infanta Cristina era una víctima de su esposo, que la había engañado y utilizado, aprovechándose de su amor, para hacerla figurar en sus fraudulentas empresas, firmando actas que no leía, bla, bla, bla, ahora dicen que Messi es el “capo de una estructura criminal” ideada para no tributar. Desmienten su ignorancia y niegan que sea una “víctima de su papá” o de quien le lleve  los asuntos económicos.

Aunque la Fiscalía retiró la acusación, la Abogacía del Estado y la Agencia Tributaria -la misma que nos aclaró que aquello de que “Hacienda somos todos” era una falacia insostenible-, mantienen el pie en el acelerador contra el futbolista porque, pese a su alelamiento, no se creen que un adulto como él pueda firmar en barbecho, ignorando el texto y las consecuencias de lo que firma. Vamos, que de alguna forma nos vienen a decir que Messi es más espabilado que la infanta, porque si ella, pobrecilla, firmó por amor y fe, distribuidos a partes iguales, el futbolista es un avispado que hace drible en el mundo de las finanzas, el capo de una red criminal que tiene incluso la desfachatez de utilizar a su propio papá para que purgue por el sus pecados. ¡Qué fiera, el Messi!

 Podían haber argumentado “eso es según”, aunque solo fuera para ahorrarnos el sofoco de analizar el cinismo con el que se comportan Gobierno y Hacienda, porque entre un juez caprichoso y una Hacienda y Abogacía del Estado arbitrarias, muchos apostaríamos por el primero. Por lo menos el juez hacía lo que le daba la gana y no se reía del personal. Los otros, sí.

_____________________________________________________________________________

 *Si desea recibir mis artículos de forma directa, rápida y segura  facilíteme un correo electrónico: tomasmartintamayo@gmail.com.   Si no quiere seguir recibiéndolos, indíquemelo, por favor, a ese mismo correo.

*Si lo va a reenviar, no olvide incluir a los destinatarios en CCO.

*Todos mis artículos están abiertos en el blog: Cuentos del Día a Día.

*En virtud de la Ley Orgánica 15/1999 de 13 de Diciembre sobre protección de Datos de Carácter Personal, tanto este mensaje como sus posibles documentos adjuntos, son confidenciales y están dirigidos exclusivamente a los destinatarios de los mismos.












No hay comentarios: