Tomás Martín Tamayo
No creo que
oculten lo esencial, pero pienso que en la Junta tienen más datos de los que
facilitan y que el tándem Vara/Vergeles hace en cada momento lo que creen menos perjudicial, aunque tomen decisiones
extrañas, como la de mantener, con este
incremento de víctimas mortales, abiertas barras y terrazas en las que se ha
demostrado, hasta el hartazgo, que en ellas hay más contagio que mascarillas y
distancia de seguridad. Es verdad que va más gente en los aviones y que se
juntan más madres/padres en las puertas de los colegios, pero no es lo mismo
cerrar colegios que terrazas.
Vara y
Vergeles, como todos los demás, han decidido seguir a la Covid-19 con una
actitud tan conservadora que les impide tantear alguna posibilidad que no sea
la de dar respuestas tardías, y no siempre efectivas, a la iniciativa del
virus, que es el que marca el paso y pone la música que todos bailan. La semana
pasada Extremadura dio la nota, al quedar en el mapa de España, con Galicia, en
un color que rompía la uniformidad, pero eso y nada es lo mismo porque si todos
se confinan perimetralmente estamos igualmente confinados. Durante el puente la
actividad en nuestra comunidad fue de celebración, porque el buen tiempo
decidió alinearse con el virus para facilitar su propagación. La respuesta la
tendremos en los próximos diez días, con repuntes que, como siempre, nos
sorprenderán. El virus siempre nos sorprende, aunque sea predecible y esté más
oído que los gorgoritos de Bisbal. ¿También nos está sorprendiendo el
incremento de víctimas?
Días atrás, el
alcalde de Badajoz, uno de los políticos más sensatos de Extremadura, anunciaba
el cierre de un local del río… ¿Uno, Fran? ¿Lo habéis elegido al azar? ¡Pero si
toda la margen izquierda es un botellón autorizado! Solo se entiende si es un
aviso a navegantes, porque si la policía se pone estricta no deja una terraza
abierta. ¿Se han molestado en girar visita a las casas de juegos y apuestas, locales oscuros y cerrados
en los que no entra ni el aire de un abanico? ¿Y las “quedadas” en casas de
campo y descampados de proximidad? Son una constante, pero si no molestan o,
como hay precedentes, no llama a la PM alguna señorona con poderío, mando y
capacidad para movilizar de inmediato a un coche patrulla de la policía local…
Vamos hacia un
segundo confinamiento, inevitable ya que nadie lo quiere parar. El virus no
trepa por las paredes ni cae puertas a empujones y solo entra por las que dejamos
abiertas. Mirando con un ojo a la economía y con otro a la salud, nos
quedaremos ciegos, sin salud, sin economía, con secuelas dolorosísimas y muertes
por la inacción de los empecinados en actitudes contemplativas. En nuestra clase política hay poco espíritu
emprendedor y todos están a la espera de no se sabe qué y al “que pase de mi
este cáliz”.
Y si predecible es el virus, más predecible es la respuesta de cafres
y ñúes, empeñados en atravesar un río lleno de cocodrilos, sin importarles que
en la travesía queden padres o hijos. El empeño de muchos no es aislar el
virus, sino burlar las normas y escapar de las miradas de la Policía o la
Guardia Civil. La única solución es “palo y cerrojazo”, pero también llegará
tarde. El único que madruga es el virus.
*Si desea recibir mis artículos directamente envíe un correo
electrónico a: tomasmartintamayo@gmail.com. Todos los envíos se efectúan
por consentimiento expreso del solicitante. Si los recibe y no quiere
seguir indíquelo a ese mismo correo.
*A excepción del correo electrónico facilitado, no dispongo de ningún
otro dato, en la mayoría de los casos ni siquiera de la identificación del
titular del mismo.
*En los artículos remitidos no se incluye ninguna publicidad y su reenvío
es absolutamente gratuito.
*Todos mis artículos están abiertos en el blog Cuentos del Día a Día y se
publican en la edición impresa y digital del periódico HOY.
No hay comentarios:
Publicar un comentario