sábado, 30 de mayo de 2020

¿Salimos más fuertes?



                          La calma del encinar
                          ¿SALIMOS MÁS FUERTES?
                         

                                             Tomás Martín Tamayo
                                             tomasmartintamayo@gmail.com
                                             Blog Cuentos del Día a Día
 
He sido de los que se tomaron el confinamiento en serio y durante 60 días no salí  de mi casa. Mi único contacto con la calle era el aplauso de las ocho de la tarde, pero Internet me mantuvo al día y entre libros, series, películas, digitales, llamadas, redes y correos electrónicos, estuve bien informado. Mi banco me recordaba su puesta a punto para la situación, mis seguros me decían que pensaban en mí y las grandes distribuidoras me animaban a comprar “online”,  con facilidades y descuentos… Todo dentro de lo normal, pero el confinamiento abrió también el apartado de las gilipolleces.

No estoy sordo, pero una marca de audífonos se ha empeñado en  calibrar mi sordera porque,  según me dicen, oigo menos que un guijarro, y tres ópticas se empeñan en poner remedio a una ceguera casi de bastón blanco,  que yo ignoraba. Mi próstata está ahí  pero, aunque no me ha pasado factura, me insisten en un tratamiento milagroso para poner remedio a una prostatitis inminente. ¿Cómo saben tanto de mí?

El cabello en retirada, pero no es algo que me perturbe porque yo no soy José Bono y tengo asumido que lo que se va es porque no merece quedarse. Y si Sinatra murió calvo... ¿Cápsulas vegetales para dormir? Duermo, que no es poco y, cuando el sueño se resiste, algo de melatonina o una tila hacen milagros. ¿Ofertas de viajes a precios de saldo para cuando acabe la pandemia? ¿Aparatos de gimnasia  para ponerme “musculitos”? ¿Precocinados a domicilio?

Mi operador de telefonía me ha recordado que, por edad, seré atendido de forma prioritaria. Preocupación que comparten con la compañía de gas-electricidad y el seguro del coche…  ¡Vamos, que me quieren, que piensan en  mí! Unos me daban 72 horas para aprovechar una oferta conjunta de portátil, cámara fotográfica y móvil de última generación, a un precio simbólico “que no se podía rechazar”, pero que rechacé.

Pero el apartado más chirriante se abrió con los “viagreños”. ¡Qué preocupación por mi vida sexual! Ofertas de “enderezantes” que garantizan el paraíso de una excitación ilimitada y proezas jamás soñadas. Además, fortalecidas con complementos vitamínicos que logran el objetivo sin alterar el pulso y estimulan el apetito… ¿Y esa apremiante necesidad mía ha llegado a Sudáfrica, China, EE.UU y Canadá? El mundo es un clínex. Lo comenté a un amigo y me dio la clave: “Saben nuestra edad y saben que no llueve café en el campo, eso es todo”. Aclarado.
 
“Buenostá”, que diría el mío Jaime Álvarez-Buiza. Sordo, ciego, calvo, distraído, prostático, con insomnio y disfuncional… pero con la posibilidad de protagonizar “Garañonman”, o algo así, por la ingesta de unas pastillitas. Ya puesto, también pensaré en el chollo de un adminículo que alarga la cosa como un confinamiento. ¿También “pichicorto”? -¡Ven, coronavirus, ven!- Me adjuntan fotos del “antes y el después”, para que vea como una humilde avellanita puede transformarse en “El Cipote de Archidona”… ¿Se refieren a eso con lo de “Salimos más fuertes”? Ya me siento Popeye .
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sábado, 23 de mayo de 2020

Lo de C´s


                          La calma del encinar


                          LO DE C´s

                                             Tomás Martín Tamayo
                                             tomasmartintamayo@gmail.com
                                             Blog Cuentos del Día a Día

 
Como todo es interpretable, donde unos ven una simple estrategia de Inés Arrimadas, al echarle dos flotadores seguidos a Pedro Sánchez, otros lo juzgaron como un acto de responsabilidad política. C´s llegó como un partido nuevo, liberal, centrista y capaz de complementar mayorías a izquierda y derecha, para centrar la política y evitar que PSOE y PP extremaran sus posiciones. Un punto de partida prometedor y comprometido,  pero capaz de lograr la confianza de  muchos votantes de centro que no se sentían representados ni en el centro derecha del PP ni en el centro izquierda del PSOE.

 La respuesta del electorado centrista fue espectacular, 52 escaños, pero no supieron leerla y perdieron el norte. No entendieron que PSOE y PP tienen un suelo electoral fijo, pero  que los partidos de centro bailan siempre sobre una tarima inestable y en ellos un error es la ruina, porque su electorado es el más culto, reflexivo y exigente. Al verse en la alfombra se comportaron como ricos nuevos que no necesitan nada de nadie, porque se consideraban los más guapos, inteligentes y capacitados. Y siendo unos “parvenus”, acogidos con entusiasmo para que hicieran una política diferente, se encaramaron en los vicios y podredumbres de los viejos y, en los chalaneos tras las elecciones municipales, se precipitaron al vacío.  

A Albert Rivera le perdió la ambición y puso su objetivo exclusivamente  en superar al PP. Pudo comportarse como un político responsable, permitiendo la gobernabilidad, compartiéndola, con muchos ministerios, desde la vicepresidencia y orillando al PP, pero le pudo la prisa del niñato engreído y en esa jugada de todo o nada, dejó a C´s sin escalera. Por resumir, cambió la vicepresidencia del Gobierno por la loable opción de elegir canastilla junto a Malú, dejando a su partido en una sima electoral tan profunda que dudo de que puedan salir de ella. Si lo consiguen y han aprendido la lección, mejor, pero todo indica que el “tic-tac” se oye cerca. Mal asunto que el CIS de Tezanos diga que sube y que Marcos de Quinto se baje.

Es difícil reponerse de una pérdida de 42 escaños, descendiendo hasta los diez que, en esta situación, tienen un precio de saldo porque nacionalistas y separatistas suman más y al de los pantalones pitillo lo que le importa es la cantidad. Inés Arrimadas, tarde y mal, en una nueva cabriola circense, se ha desenrollado como alfombra ante Pedro/Pablo, ignorando que con ése dúo toda negociación está abocada al fracaso. Sobre todo porque ERC, PNV, Bildu… no van a consentir que, con su reducido patrimonio, se hagan necesarios. Otra precipitación y van….

 Poco tiempo necesitará Arrimadas para descubrir que el presidente del Gobierno no es de fiar, aunque para mí no es tan ingenua y, aun conociendo a sus interlocutores, ha querido  aprovechar la ocasión para marcar un perfil propio frente a la abstención del PP y el voto en contra de Vox. También para lograr visibilidad y poner el cuentakilómetros a cero después de Albert Rivera, pero  ¿soltar lastres para llevarle el café a Pedro/Pablo? Que lo haga con mascarilla.



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sábado, 16 de mayo de 2020



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                                  La calma del encinar
                                  DINAMITAR PUENTES



                                                        Tomás Martín Tamayo
                                                        tomasmartintamayo@gmail.com
                                                        Blog Cuentos del Día a Día


“La respuesta está en el Art. 41 de la Constitución de Venezuela”. Le preguntaban a Francisco Vázquez, ex alcalde de la Coruña, ex embajador, socialista y “expsoista”, por la manía grotesca de Pedro Sánchez, y comparsas, de ignorar el genérico para caer en el aburrido latiguillo de los ellos y ellas, portavoces y “portavozas”… El disparate se ha extendido hasta el punto de que Fernández Vara -¡este hombre se mimetiza como un pulpo!- comulga con él y lo extiende hasta en su perfil de Twitter: “Los extremeños y las extremeñas me han encargado una parte de sus vidas”. Vamos, como Ibarretxe con lo de “vascos y vascas”.

¿Y qué dice el Art. 41 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela? Me he reído hasta la carcajada, porque lo estaba leyendo y me parecía oír el plomífero soniquete de Pedro Sánchez. Dice: “Solo los venezolanos y venezolanas por nacimiento podrán ejercer los cargos de Presidente o Presidenta de la República, Vicepresidente y Vicepresidenta, Presidente  o Presidenta y Vicepresidente o Vicepresidenta de la Asamblea Nacional,  magistrados o magistradas del Tribunal Supremo, Presidente o Presidenta del Consejo Nacional Electoral, Procurador o Procuradora General de la República, Contralar o Contralora General de la República, Fiscal o Fiscala General de la República, Defensor o Defensora del Pueblo, Ministros o Ministras, Gobernadores o Gobernadoras …”

¿Y pueden llegar a la estulticia de copiar disparates lexicales de la dictadura de Venezuela, incorporándolos a sus soflamas como novedad? Como dijo Paco Vázquez, la respuesta está en el Art. 41 de su Constitución. Con Pedro Sánchez no se puede descartar nada, porque el duendecillo que mueve sus hilos es un experto en “paridas” y sigue, día a día, el manual de instrucciones que enjaretó en Extremadura, mientras movía la boca de Monago. ¿Alguien puede creerse que la trola sobre  “El ránking de la Universidad Johns Hopkins” fue una ocurrencia sobre la marcha? Lo llevaba escrito pero el “comecocos” que le tiene hecho el maquiavelito es tan grande  que, aunque la universidad aludida lo ha desmentido, él sigue creyéndole. Eso tampoco es nuevo, porque en su etapa como cacique y manigero del “gobex”, a los que denunciábamos sus pamplinas nos consideraban vendidos al PSOE y enemigos del PP.  Ahora hemos pasado a ser enemigos del PSOE y vendidos al PP. O aún peor, entregados a Vox, mire usted qué pena.

No se sabe si la definición de política como  “el arte de los posible” es de Maquiavelo, Churchill, Bismark o Aristóteles, pero en la de política como “arte de lo imposible” tiene una indiscutible autoría  el de los pantalones pitillo, todo un experto en dinamitar puentes y después querer pasar por ellos. Primero se alía con los que le quitan el sueño y después llama a la oposición para que le liberen del chapapote con el que se embadurnó. Y al rebufo de sus tonterías,  siempre los medios afines,  el rebaño, la feligresía recalcitrante y los “perros de majá” ladrando a la luna. Tampoco es nuevo.







sábado, 9 de mayo de 2020

De pasmo en pasmo.


                            La calma del encinar
                            DE PASMO EN PASMO

                                                Tomás Martín Tamayo
                                                tomasmartintamayo@gmail.com

A la  vicecuarta y ministra de Algo, Teresa Ribera, la hemos conocido por su científico aserto sobre las razones por las que el Covid-19 ha afectado tanto a España y tan poco a Portugal: “La enfermedad venía del Este y Portugal está un poco más al Oeste, por lo que pudieron decretar el confinamiento antes”. Si le hubieran preguntado por Grecia, mucho más al Este que España, seguro que tendría otra parida en el bolso pero no lo hicieron y nos quedamos en el pasmo. Vamos de pasmo a pasmo. Hoy va de ellas, otro día le tocará a ellos.
 
Algunas ministras tienen un sesgo importante de “despachadas”, que no se callan ni atragantadas de polvorones, y que pueden inventarse, sobre la marcha, la raíz cuadrada de 1234567890. Le preguntan a Irene Montero  sobre la pandemia en Europa y responde que “la UE tiene que tomar ante el Covid-19  una solución antifascista”. Lola Flores diría: “¿Eso qué es lo que es?” o mejor, “¡Si me queréis irse!”, porque lo mismo podía haber razonado que la solución de la UE tenía que ser crepuscular, estereofónica, arbórea, tridimensional o biodegradable. Ya nos aclaró que “uno de los problemas de nuestra sociedad es que es “adultocéntrica”.  ¡Y se quedó tan pancha!

 (No señalo, pero muchos/as  fascistas/os están  tan obsesionados con su oculta ideología que abren el pico y les sale como un resorte: “¡Antifascista!”. Aunque le preguntes por la fórmula del ácido sulfúrico o por la salud de su santa madre.)

 Pero la capitana del “despache” es la ministra “Chiqui” o “Miarma”, la de Hacienda que, por su piquito de platino, es también portavoz y “portavoza” del Gobierno. Ella sabe como nadie sororizar el empoderamiento transversal, racializado y paradigmático de la violencia machista, desde una perspectiva de género progresista y siempre de acuerdo con el consejo de los científicos… De Yolanda Díaz, “Risitas”, no digo nada, que bastante trabajo tiene con aprender lo que es un  ERE.

Pero no olvidemos a la viceprimera, doña Carmen Calvo que, con su gesto desabrido, es capaz de salir de la adormidera gritando al afilador que pasa por la calle: “¡Terrorismo machista, heteropatriarcal y migrante, capaz de una sororización empoderada y progresista, paradigmática desde el punto de vista del tardofranquismo,  acorde con la desescalada, la co-gobernanza y la  cosmovisión!”. Antonio Ozores, con sus peroratas indescifrables, era un parvulito del “despache” imperante entre las miembras adultocéntricas del Consejo de Ministros. Y  de “ministras”.
 
No entiendo como, con el progresismo que arrastran, soportan a dos leones en la puerta del Congreso. Deberían capar a uno y feminizar al otro. ¿Y el  machista lenguaje inclusivo de Fernando Simón, hablando siempre del coronavirus, sin decir ni mu de la coronaviras?

¡Pues claro que sé que al señalar a las altas personajas y miembras principalas me estoy retratando como un adultocéntrico, machirulo paradigmático y heteropatrialcal, fascista e incapaz de sororizar la cosmovisión racializada de un hembrismo en color sepia, anclado en la violencia de género propia de los espermatozudos… ¡Y antiprogresista, que se me olvidaba!


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sábado, 2 de mayo de 2020

Otra visión


La calma del encinar
                            OTRA VISIÓN

                                                Tomás Martín Tamayo
                                                tomasmartintamayo@gmail.com



El Covid-19 no ha llegado en paracaídas ni empujado por vientos caprichosos. Los  modelo políticos imperantes son una burla corrupta y los económicos una temeridad ramplona e inhumana. Hemos arrasado especies animales y vegetales, estamos derritiendo los polos, propiciamos sequías, inundaciones, terremotos, lluvias torrenciales, huracanes, hambrunas y millones de desplazados. Nuestro mundo está llegando a su estación término, está sentenciado y si no es  directamente por un patógeno, un tsunami o un meteorito, acabará, por podredumbre, precipitado con el soplido de un abanico.

El mundo ha cambiado muchas veces, pero tenemos poca memoria. En “El shock del futuro”, Toffer adelantaba  que “Los analfabetos del futuro serán aquellos que no sepan aprender, desaprender y reaprender”. Parece que “desaprender” es muy trabajoso y no ponemos mucho empeño en “reaprender”, por lo que, cíclicamente, algo nos arrasa.

¿Imaginan las dificultades  de los aventureros que arribaron al llamado “Nuevo Mundo”? No solo pisaban un suelo desconocido sino que, además, lo hacían con el lastre del que conocían. Eso era peor que partir de cero, porque llevaban una pesada carga de creencias, vicios y costumbres que dificultaban las posibilidades de escribir en  un folio en blanco. Iban tan cargados que llevaron incluso enfermedades allí desconocidas, pero lo difícil era “desaprender” con otra visión, partiendo de una realidad ingrata que exigía “reaprender”. Nunca lo hacemos.

Detrás de cada árbol se escondía un peligro, el crujir de las  ramas era una amenaza, las aves extrañas dibujaban en su vuelo malos presagios y el desconocimiento sembraba espectros fantasmales que, sumados a las supercherías, los llenaban de temores. Solo disponían del lastre que llevaban en el saco de la memoria, porque la medicina más socorrida era santiguarse y mirar implorantes al cielo. Casi como ahora.

Incapaces de empatizar con los nativos, tan sorprendidos como ellos, la solución más facilona fue enrocarse en la ignorancia, porque no pudieron separar la verdad de la mentira, ni mirar de otra manera lo que tenían delante. Casi como ahora.

Con la invasión del  Covid-19 -¿le llamamos conquista?- nuestro mundo, como aquel, ha sido zarandeado y, aunque con el tiempo recuperemos una aparente normalidad, acabamos de pisar una realidad que irá exigiendo nuevos modos, costumbres y creencias. Si no logramos levantar la mirada, quedaremos relegados porque el patógeno impondrá un cambio radical. Uno más en la historia de la Humanidad.

 Estamos en la antesala de un cambio global y va a ser muy difícil afrontarlo con una mentalidad vieja. El Imperio romano, al final, cayó por el óxido de las mismas armas que propiciaron su expansión. El atentado de las Torres Gemelas parece haberse superado, pero quedaron controles  que restringen movimientos y cercenan nuestra libertad. ¿La revolución francesa solo sirvió para poner  a los reyes bajo la guillotina? ¿La Segunda Guerra Mundial solo puso orden entre malos y buenos…?

¿Qué sabemos del Covid-19? ¿Afecta a los primates y a otros animales? ¿Estamos preparados para la avalancha de millones de inmigrantes que, en meses, llamarán a nuestra puerta? ¡Pero si ignoramos si su origen es animal o de laboratorio! Demostrado está que el hombre, para destruirse, no necesita el empujón de la naturaleza. Al revés, sí.

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