sábado, 23 de marzo de 2019

Mérida Abarcable


                           La calma del encinar
                           MÉRIDA ABARCABLE
                         
                                                      Tomás Martín Tamayo
                                                          Blog Cuentos del Día a Día


En puertas de una Semana Santa,  que no es semana ni santa, sin salir de nuestros autores ni de Extremadura, tenemos material para establecer un plan de lectura capaz de propiciarnos un recogimiento diferente al de pasos procesionales, cirios, trompetas y tambores. Hace unos días, Ángel Ortiz, que fue director de HOY durante ocho años, se desplazaba hasta Badajoz desde Valladolid (dirige El Norte de Castilla) para presentarnos “Madera de Savia Azul”, de José Luis Gil Soto, lo que suponía un aldabonazo hacia el autor y su obra, porque Ángel no hace juegos malabares con su juicio y si se desplazaba para ese menester...¡Algo tendrá el agua cuando la bendicen!

José Luis Gil Soto, columnista de Hoy, especialista en rescatar efemérides históricas, se impuso con “Madera de Savia Azul” el reto de romper con el encasillamiento de la novela histórica y ha tirado de recursos literarios para entregar una obra de más de 600 páginas, recreando una fantasía medieval, un éxodo en busca de una tierra de promisión, en la que no faltan los elementos esenciales de la novela: intriga, amores, odios, pasiones y personajes límites, con el aderezo sorprendente de escenas de alto erotismo.

De Mérida emergen otras dos obras, atípicas e inencasillables,  que merecen atención: “El Dios de la Lámpara” de  Jorge Gruart y “Mérida Abarcable” de Antonio Salguero Carvajal. El nombre de Jorge Gruart va asociado al corcho extremeño, base esencial de su pasión vital y sobre el que ha girado su actividad profesional. Aprovecha con soltura  su experiencia comercial, las relaciones y hasta los sustos fronterizos para entregar una obra entretenida y bien construida, sorprendente por su llaneza.

“Mérida Abarcable” es una guía imprescindible para el que quiera profundizar en una ciudad que todos creemos conocer pero que se nos resiste por altiva. ¿Hay en Mérida algo más que los reductos romanos de un pasado glorioso? Sería torpe pretender desvincularla de un origen que sigue en su ánima (Yo he comprado postales de la Mérida romana en una librería de Cartagena de Indias, en Colombia), pero la “abarcable” que nos presenta Antonio Salguero Carvajal se adentra en sus personajes, barrios, tradiciones, la sanidad, la educación, acontecimientos, ferias, relaciones vecinales, escritores y anécdotas  (La cerveza El Gavilán fue emeritense, de 1959. La muerte repentina, durante su ronda nocturna, de un conocido sereno. El incendio de un secadero de pimentón, el robo de seis kilos de morcillas…). Fotografías amarillentas de sus calles, revistas y personajes… Una obra muy divertida que se aleja de las tradicionales guías locales.

“El Duende Negro” es la ópera prima de Jorge Rodríguez Corchero, aunque la firma como J.R. Corch. Novela negra que indaga en la estrecha frontera entre la cordura y la locura.

Alonso Carretero es un descubrimiento, para mi vergonzosamente reciente. Un escritor pulcro, selecto, de largo recorrido, con una obra consolidada, afincado en Madrid y nacido en La Morera. Acaba de sacar “El Crimen de Santa Marta”, un episodio histórico que aprovecha para perfilar una galería de personajes, ambientes y costumbres de una Extremadura todavía penosamente cercana.

He reservado para el final -¿ecos de viernes santo?-, “La insoportable Soledad”,  de Antonio Pacheco, que me ha llevado de la mano hacia un mundo de soledades y añoranzas. Una obra poética, muy bien elaborada, en la que el poeta se aferra a un hecho desgarrador para dejar en sus versos un reguero nostálgico de flores marchitas.

Para estos días vacacionales, tenemos propuestas más entretenidas que las de escuchar el cacareo electoral, pero que cada uno elija según sus preferencias.


No hay comentarios: