La calma del encinar
MÉRIDA ABARCABLE
Tomás Martín Tamayo
Blog Cuentos del Día a Día
En puertas de
una Semana Santa, que no es semana ni
santa, sin salir de nuestros autores ni de Extremadura, tenemos material para
establecer un plan de lectura capaz de propiciarnos un recogimiento diferente
al de pasos procesionales, cirios, trompetas y tambores. Hace unos días, Ángel
Ortiz, que fue director de HOY durante ocho años, se desplazaba hasta Badajoz
desde Valladolid (dirige El Norte de Castilla) para presentarnos “Madera de
Savia Azul”, de José Luis Gil Soto, lo que suponía un aldabonazo hacia el autor
y su obra, porque Ángel no hace juegos malabares con su juicio y si se
desplazaba para ese menester...¡Algo tendrá el agua cuando la bendicen!
José Luis Gil
Soto, columnista de Hoy, especialista en rescatar efemérides históricas, se
impuso con “Madera de Savia Azul” el reto de romper con el encasillamiento de
la novela histórica y ha tirado de recursos literarios para entregar una obra
de más de 600 páginas, recreando una fantasía medieval, un éxodo en busca de
una tierra de promisión, en la que no faltan los elementos esenciales de la
novela: intriga, amores, odios, pasiones y personajes límites, con el aderezo
sorprendente de escenas de alto erotismo.
De Mérida
emergen otras dos obras, atípicas e inencasillables, que merecen atención: “El Dios de la Lámpara”
de Jorge Gruart y “Mérida Abarcable” de
Antonio Salguero Carvajal. El nombre de Jorge Gruart va asociado al corcho
extremeño, base esencial de su pasión vital y sobre el que ha girado su
actividad profesional. Aprovecha con soltura
su experiencia comercial, las relaciones y hasta los sustos fronterizos
para entregar una obra entretenida y bien construida, sorprendente por su
llaneza.
“Mérida
Abarcable” es una guía imprescindible para el que quiera profundizar en una
ciudad que todos creemos conocer pero que se nos resiste por altiva. ¿Hay en
Mérida algo más que los reductos romanos de un pasado glorioso? Sería torpe
pretender desvincularla de un origen que sigue en su ánima (Yo he comprado
postales de la Mérida romana en una librería de Cartagena de Indias, en
Colombia), pero la “abarcable” que nos presenta Antonio Salguero Carvajal se
adentra en sus personajes, barrios, tradiciones, la sanidad, la educación, acontecimientos,
ferias, relaciones vecinales, escritores y anécdotas (La cerveza El Gavilán fue emeritense, de
1959. La muerte repentina, durante su ronda nocturna, de un conocido sereno. El
incendio de un secadero de pimentón, el robo de seis kilos de morcillas…).
Fotografías amarillentas de sus calles, revistas y personajes… Una obra muy
divertida que se aleja de las tradicionales guías locales.
“El Duende
Negro” es la ópera prima de Jorge Rodríguez Corchero, aunque la firma como J.R.
Corch. Novela negra que indaga en la estrecha frontera entre la cordura y la
locura.
Alonso
Carretero es un descubrimiento, para mi vergonzosamente reciente. Un escritor
pulcro, selecto, de largo recorrido, con una obra consolidada, afincado en
Madrid y nacido en La Morera. Acaba de sacar “El Crimen de Santa Marta”, un
episodio histórico que aprovecha para perfilar una galería de personajes,
ambientes y costumbres de una Extremadura todavía penosamente cercana.
He reservado
para el final -¿ecos de viernes santo?-, “La insoportable Soledad”, de Antonio Pacheco, que me ha llevado de la
mano hacia un mundo de soledades y añoranzas. Una obra poética, muy bien
elaborada, en la que el poeta se aferra a un hecho desgarrador para dejar en
sus versos un reguero nostálgico de flores marchitas.
Para estos
días vacacionales, tenemos propuestas más entretenidas que las de escuchar el
cacareo electoral, pero que cada uno elija según sus preferencias.
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