CIRIGONCIAS
Tomás Martín Tamayo
Blog
Cuentos del Día a Día
En la pared encalada de una cantina de Villanueva de los Castillejos, a
la que habíamos ido para degustar bogas, pegado con celo, un folio lucía una
leyenda escrita en rojo, engrosada con tres o cuatro pases de rotulador: “Aik
Pancala”. Detrás del mostrador, el tabernero, de forma compulsiva, se empeñaba
en sacar brillo con su mandil a un vaso y apenas nos prestó atención, pese a
que éramos los únicos clientes. A su espalda, en una cornisa llena de botellas,
cogido entre dos de anís, otro folio con la misma leyenda: “Aik Pancala”. Y
sobre una apertura en arco, con cortinilla de cuerdas, que separaba el salón
del servicio, nuevamente “Aik Pancala”.
-¿Aik Pancala quien es?
-No es nadie. ¿No saben uztedes leer?
-Sí, pero no sabemos quién es y como lo anuncia tanto…
- ¿Uzté no sabe lo que es la k? ¿Con qué blanquean en su pueblo las
paredes?
-¿Ah, K es la cal, se refiere usted a la cal? ¿Hay cal para encalar?
El tabernero cerró la mano y se golpeó la frente, mientras tiraba las
cañas que le habíamos pedido.
-¡Joé, que lentitos, parecen ustedes guiris!
Comentando la anécdota a un amigo, me enseña unas fotografías que
tiene guardadas en su móvil, de otro cartel clavado en la pared: “Alaguerta
sevendenpes”. Ante mi extrañeza, me lo tradujo: “A la vuelta se venden peces”.
Era solo un anticipo porque todavía guardaba dos perlas más: “Aguanobb” y “Elemilioe
unsarasa”. Agua no potable y Emilio es
un afeminado. Y una pastoral de Porcuna: “Ellas deben venir piadosas y a rezar
y ellos aseados”.
Colgué las cinco joyas en un foro de Internet y llovieron sesenta y ocho
parecidas, tentado sigo de sacar un libreto. En una pared,
colindante a una iglesia de Cuenca: “Ladlastetas gordasanda con el Arcadio”. A
la entrada de Osuna: “Señores ladron cagontupadre te vui a corta los guevos”.
Y, debajo, la respuesta del ladrón: “Los melones que tesise eran pepino menos
cabreo”.
Los bandos municipales también tienen su sitio en el pedestal: “Queda
prohibido caga y mea a los ojos de la gente de bien”, “Prohibida la venta en el
casco urbano”, “Queda prohibido tirar basuras y cadáveres”, “No se permite
bañarse en la charca en tetas” y “Se prohíbe el cante en to el pueblo”.
Jaime Álvarez-Buiza me pasa dos verdaderas galimatías:
“Isabel
mia migo quica valla compre mi So. Adio coracon abracos. Pepe”. (Isabel, mi
amigo quizá vaya con permiso. Adiós, corazón. Abrazos. Pepe) Y un cartel en la
feria de San Juan, de Badajoz: “Para osterne permio, aicederibalo do muñeco pa
tra. (Para obtener el premio hay que derribar los dos muñecos hacia atrás)
Los anuncios también tienen su sitio: “Se venden pollos crudos” “Si trae
perro déjelo fuera, si no, no”, “Los martes cierro por pesca, los jueves por
caza, sábado por la familia y el domingo para descansar”, “Se necesita
trabajador para trabajar”.
También tres de venganza, escritos
en las paredes de los aludidos: “Sigi tan
puesto los cuernos, que sepas lo que duele”, “Tu hija preña como tupreñaste a
la Leo cabronazo” y “Tesecallo la tapia y no encima lastima jode”.
Y para terminar, las denuncias de
un famoso policía municipal de Écija: “Po corre enla vespa masdelacuenta”.
“Montar piripi en la bicicleta con dos chivo en las alforjas” y la tercera, que
hubiera hecho feliz a Luis García Berlanga: “Por hace cirigoncias a esta
autoridad tocándose los guevos con simulo”…
¡Feliz 2019 y que sea malo para los malos!
No hay comentarios:
Publicar un comentario