martes, 25 de diciembre de 2018

CIRIGONCIAS


                            CIRIGONCIAS

                                        Tomás Martín Tamayo
                                        Blog Cuentos del Día a Día
                                                      tomasmartintamayo@gmail.com


En la pared encalada de una cantina de Villanueva de los Castillejos, a la que habíamos ido para degustar bogas, pegado con celo, un folio lucía una leyenda escrita en rojo, engrosada con tres o cuatro pases de rotulador: “Aik Pancala”. Detrás del mostrador, el tabernero, de forma compulsiva, se empeñaba en sacar brillo con su mandil a un vaso y apenas nos prestó atención, pese a que éramos los únicos clientes. A su espalda, en una cornisa llena de botellas, cogido entre dos de anís, otro folio con la misma leyenda: “Aik Pancala”. Y sobre una apertura en arco, con cortinilla de cuerdas, que separaba el salón del servicio,  nuevamente “Aik Pancala”.
 
-¿Aik Pancala  quien es?
-No es nadie. ¿No saben uztedes leer?
-Sí, pero no sabemos quién es y como lo anuncia tanto…
- ¿Uzté no sabe lo que es la k? ¿Con qué blanquean en su pueblo las paredes?
-¿Ah, K es la cal, se refiere usted a la cal? ¿Hay cal para encalar?
El tabernero cerró la mano y se golpeó la frente, mientras tiraba las cañas que le habíamos pedido.
-¡Joé, que lentitos, parecen ustedes guiris!

 Comentando la anécdota a un amigo, me enseña unas fotografías que tiene guardadas en su móvil, de otro cartel clavado en la pared: “Alaguerta sevendenpes”. Ante mi extrañeza, me lo tradujo: “A la vuelta se venden peces”. Era solo un anticipo porque todavía guardaba dos perlas más: “Aguanobb” y “Elemilioe unsarasa”. Agua no potable y  Emilio es un afeminado. Y una pastoral de Porcuna: “Ellas deben venir piadosas y a rezar y ellos aseados”.

Colgué las cinco joyas en un foro de Internet y llovieron sesenta y ocho parecidas, tentado sigo de sacar un libreto.  En una pared, colindante a una iglesia de Cuenca: “Ladlastetas gordasanda con el Arcadio”. A la entrada de Osuna: “Señores ladron cagontupadre te vui a corta los guevos”. Y, debajo, la respuesta del ladrón: “Los melones que tesise eran pepino menos cabreo”.

Los bandos municipales también tienen su sitio en el pedestal: “Queda prohibido caga y mea a los ojos de la gente de bien”, “Prohibida la venta en el casco urbano”, “Queda prohibido tirar basuras y cadáveres”, “No se permite bañarse en la charca en tetas” y “Se prohíbe el cante en to el pueblo”.

Jaime Álvarez-Buiza me pasa dos verdaderas galimatías:
 Isabel mia migo quica valla compre mi So. Adio coracon abracos. Pepe”. (Isabel, mi amigo quizá vaya con permiso. Adiós, corazón. Abrazos. Pepe) Y un cartel en la feria de San Juan, de Badajoz: “Para osterne permio, aicederibalo do muñeco pa tra. (Para obtener el premio hay que derribar los dos muñecos hacia atrás)

Los anuncios también tienen su sitio: “Se venden pollos crudos” “Si trae perro déjelo fuera, si no, no”, “Los martes cierro por pesca, los jueves por caza, sábado por la familia y el domingo para descansar”, “Se necesita trabajador para trabajar”.

 También tres de venganza, escritos en las paredes de los aludidos: “Sigi  tan puesto los cuernos, que sepas lo que duele”, “Tu hija preña como tupreñaste a la Leo cabronazo” y “Tesecallo la tapia y no encima lastima jode”.

 Y para terminar, las denuncias de un famoso policía municipal de Écija: “Po corre enla vespa masdelacuenta”. “Montar piripi en la bicicleta con dos chivo en las alforjas” y la tercera, que hubiera hecho feliz a Luis García Berlanga: “Por hace cirigoncias a esta autoridad tocándose los guevos con simulo”…

¡Feliz 2019 y que sea malo para los malos!

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