viernes, 30 de noviembre de 2018

EN EL HOGAR EXTREMEÑO DE MADRID, CON SU PRESIDENTE, PEPE IGLESIAS, UNO DE NUESTROS MEJORES POETAS

Tomás Martín Tamayo y las leyendas extremeñas

El viernes 16 de noviembre estuvo en el Hogar Extremeño de Madrid  Tomás Martín Tamayo impartiendo una conferencia sobre leyendas extremeñas.
Según indicó nuestro Presidente José Iglesias en la presentación, Tomás Martín Tamayo es un hombre polifacético. Se interesó por la política (llegó a ser Consejero de Educación, Cultura y Deportes en la primera Junta de Extremadura). Es  maestro, habiendo ejercido esta profesión durante varios años entre los presos de la cárcel y, sobre todo, es conocido por su faceta de escritor. Además de ser autor de novelas de notable éxito, destaca como autor de cuentos, género relacionado con las leyendas.
Pepe y Tomas
José Iglesias introduciendo al conferenciante. A la derecha, Tomás Martín Tamayo en plena disertación sobre leyendas extremeñas
Tomás se interesó por las leyendas a partir de que un periódico de tirada nacional le solicitara que escribiera la que planea sobre el cementerio situado en su localidad natal Campillo de Llerena  que alberga los cadáveres de 22 militares italianos fallecidos en la guerra civil española . La leyenda comenzó cuando unos arrieros que viajaban por la zona fueron sorprendidos de noche por la luvia, se les atascó el carro y se refugiaron junto a la pared del cementerio; según ellos, vieron a los 22 hombres fuera de sus tumbas cantando canciones italianas. Según Tomás, quien ha pasado muchas veces por ese lugar, él no puede asegurar, pero tampoco negar, haber llegado a oír esas canciones italianas.
A partir de entonces empezó a recopilar leyendas de otros lugares de Extremadura; ahora tiene 104 y espera reunir algunas más. Las leyendas se pueden agrupar por su su temática y algunas están relacionadas con hechos similares atribuidos otros lugares de España y del extranjero.
Muy extensa es la bibliografía sobre la Serrana de la Vera y hechos semejantes que se sitúan en otros lugares. La versión original parece que es la de Garganta la Olla, basada en una mujer que vivía en la sierra próxima y asesinaba a los hombres después de seducirlos.
Igualmente en Extremadura hay casos de amantes semejantes a Romeo y Julieta (pero de época anterior a cuando Shakespeare escribió la obra de teatro).
IHay muchas leyendas donde los protagonistas son los lobos. Relató la del lobo negro de Melquiades y en la que parece que el escritor Vázquez Moltabán se inspiró en uno de sus libros, pero la situó en el nacimiento del río Mundo. Melquiades era un pastor de Zalamea de la Serena. Una vez encontró un lobezno que intentaba amamantar de su madre muerta, lo recogió y lo crió, conviviendo con sus restantes perros. Dos ladrones asaltaron una noche el chozo o bujarda de Melquiades, lo mataron a él y a sus perros, dejando malherido al lobo de pelaje negro. Tiempo después los dos ladrones aparecieron muertos con mordeduras en el cuello, sus corazones arrancados del pecho y fibras de pelos negros en sus manos. Hay quien asegura que algunas noches se oyen aullidos de lobo cerca de donde está enterado Melquiades.
La tarde fue muy amena, con los relatos de otras leyendas más o menos detalladas  y la promesa de que algún día podremos disfrutar de su lectura en un libro que las recopile.

sábado, 24 de noviembre de 2018


EL PACTO DE LA VERGÜENZA

En el mensaje «cauteloso», enviado solamente a ciento cuarenta senadores populares, se afirmaba que con la llegada del juez Marchena a la presidencia del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo, el PP seguiría controlando «por detrás» a la Sala Segunda del TS

Ignacio Cosidó./EFE
Ignacio Cosidó. / EFE
Tomás Martín Tamayo
TOMÁS MARTÍN TAMAYO
Ahora caza de brujas. En el PP importa más quien filtró el WhatsAppvergonzoso de Cosidó que el contenido del mismo. Lo importante no es el mensaje sino el mensajero, en eso nada ha cambiado de la época de Rajoy, porque el código -¿ético?- del partido exige a trabajadores, cargos directivos y orgánicos «observar el máximo rigor en el desempeño de sus funciones, absteniéndose de cualquier conducta que, aun siendo plenamente legal, pueda dañar la imagen u honorabilidad del Partido Popular». ¿Aun siendo plenamente legal? Eso dicen, lo «absolutamente legal» debe obviarse si pone en cuestión la imagen del partido. Don Vito Corleone no habría exigido menos. Más es difícil.
En el mensaje «cauteloso», enviado solamente a ciento cuarenta senadores populares, se afirmaba que con la llegada del juez Marchena a la presidencia del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo, el PP seguiría controlando «por detrás» a la Sala Segunda del TS, que es la que está llevando todo el conflicto del secesionismo catalán. Cosidó, como portavoz popular en el Senado, fue el que pulsó la tecla del envío masivo, pero niega la autoría del texto que, según dice, es un alto cargo de la dirección del partido.

Veinticuatro horas después, el juez Marchena, que ya estaba cuestionado desde que se conoció el pacto de la vergüenza de PP/PSOE/Podemos, hizo público un comunicado defendiendo su independencia, con un explícito «pase de mi este cáliz» que dejó a los tres partidos con sus vergüenzas manipuladoras al aire. Alentador que C´s se desmarcara del reparto. Así se ha hecho evidente que la separación de poderes en España es una entelequia porque a la hora de la verdad son los partidos los que arbitran el juego en el legislativo, ejecutivo y judicial. Una amalgama vergonzosa de la que el PP y el PSOE no quieren salir y en la que ha entrado Podemos, por lo del fraile que llevaba una puta al hombro: «Todo es bueno para el convento».
Bendito WhatsApp, que ha destapado la verdadera intención que se esconde debajo de tanta soflama, motivando la demolición de un edificio con aluminosis… ¿Y lo importante ahora es conocer la identidad del senador que lo ha filtrado o saber si el texto salió o no de Génova 13? Otra vergüenza más.
¿Y qué medida inmediata han tomado en el PP? Han clausurado el grupo de WhatsApp, una solución tan inútil como infantil, porque para destetar el becerro no es necesario matar a la vaca. ¿A ninguno se le ha ocurrido que el mejor remedio es rezar tres rosarios o no comer roscón de reyes? Pues eso, disuelto el grupito resuelto el problema de la vergonzosa injerencia.
Y Cosidó sigue de portavoz del PP en el Senado. Sí, de momento Pablo Casado está usando la misma táctica que con la nívea Cospedal y, poniéndose de perfil, señala con la nariz la puerta de salida. Supongo que está sentenciado, pero esperemos el resultado después de ver que la ministra de Justicia sigue siendo la misma que aplaudía las tácticas «puteriles» de Villarejo y no denunció que jueces y fiscales anduvieran con menores… Es todo tan sórdido, tan tabernario, y son las tragaderas de los partidos tan grandes, que por ellas pueden cruzarse cinco trenes sin darse el aire.
¿Y se quejan de que haya una creciente involución, de que muchos renieguen de un sistema que es filfa aparente y miren el pasado con nostalgia? No importa, llegado el caso, también estarán ellos. Los mismos

sábado, 17 de noviembre de 2018



                                  La calma del encinar
                                  URDANGARIN, DOBLE PENA
                                

                                               Tomás Martín Tamayo
                                               tomasmartintamayo@gmail.com
                                               Blog Cuento del Día a Día

Solemos creer que “los de arriba” tienen un ejército de asesores que miden hasta los suspiros y que todo lo que hacen y dicen está medido con un calibrador infalible, pero es un error porque, muchas veces, detrás y delante de “los de arriba” solo hay necios de los que deberían prescindir para no complicarse la vida. Y tenemos un ejemplo muy cercano: Un listillo de medio pelo llegó en paracaídas a Extremadura y  puso tan “p´allá” a un ex presidente que se olvidó de vender lo que estaban haciendo para venderse a sí mismo como el mayor logro. El resultado fue que nadie supo lo que hacían, pero todo el mundo se reía de lo que vendían: Ocurrencias.

¿Tiene un susurrador ocurrente  Iñaki Urdangarin?  Debe estar bien informado porque  sé que antes de entrar en la cárcel hubo muchas reuniones y que al final se le sugirió que ingresara en Brieva. Supongo que entre aislamiento y privacidad primó la privacidad, para excluirlo de cámaras y lugares comunes, pero someterlo a la soledad de un módulo vacío, en una prisión de mujeres, hace que cumpla  una doble o triple condena. En esa prisión su familia no tiene que compartir locutorios, soportar los olores de excrecencias en un “vis a vis” o codearse con los familiares de otros presos, pero son dos visitas mensuales y el mes tiene treinta días de veinticuatro horas. Ellos sabrán, creo que deberían calibrar los efectos colaterales de las ocurrencias que ponen al personal “p´allá”.

 El aislamiento fue el complemento sanguinario, elegido por un tribunal internacional, para hacer más insoportable la condena a los nazis, en el proceso de Núremberg. Muchos de ellos acabaron por los patios carcelarios discutiendo con las paredes sus pesadillas, viendo fantasmas en sus sombras, sintiéndose perseguidos por figuras en la nubes… Rudolf Hess, el más firme de ellos, acabó ahorcándose, después de 40 años de soledad en la prisión de Spandau…

 Hasta hace pocos años se castigaba a los presos más inadaptados a “celdas de aislamiento”, pero cuidando no prorrogar en exceso la exclusión, porque los tiempos penitenciarios están muy medidos y se sabe que  hay “males carcelarios” que se hacen irreversibles. Muchos no logran salir de la cárcel ni estando en libertad, después de cumplir su condena. No mezclarse con los demás tiene un precio muy alto.
 
 Urdangarin ha sido juzgado y debe purgar su deuda con la sociedad en una prisión, pero no ha sido condenado a estar aislado, algo que no recoge ni el Código Penal ni la Ley Orgánica Penitenciaria. Si la prisión puede dejar secuelas, añadirle el aislamiento es algo que no merece un preso común como él. Además de que es una medida tan extrema como deshumanizada.

Los que ignoran lo que es una prisión, hablan de los privilegios que tiene Urdangarin en la cárcel abulense, porque se quedan en que “disfruta” de patio, gimnasio, salón, duchas o biblioteca para él solo, pero después de cuarenta y tres años trabajando en II.PP, escuchando a más de tres mil alumnos, algo debo saber. Si Urdangarin fuera alguien cercano lo estaría convenciendo para que pidiera de inmediato su traslado a un centro más convencional, aunque tanto él como su familia tuvieran que desprenderse de algunos humos.  Seguro que el olor de axilas del populacho es menos peligroso que una soledad sostenida. Deberían aligerar lo antes posible su aislamiento, porque la pena de prisión se cumple, pero hay penas colaterales que perduran. Y pueden ser más graves.

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sábado, 10 de noviembre de 2018

DE AQUELLOS POLVOS


                                  La calma del encinar
                                 DE AQUELLOS POLVOS

                                               Tomás Martín Tamayo
                                               tomasmartintamayo@gmail.com
                                               Blog Cuento del Día a Día

  Toca rasgarse las vestiduras. Dejamos que los niños jueguen en el brocal del pozo y cuando tropiezan y caen dentro nos sorprendemos. Llevamos cuatro días con la tabarra de la esperpéntica rectificación del Tribunal Supremo, después de haber aceptado, con total naturalidad, el amasijo de intereses que funden en el mismo horno el legislativo, el ejecutivo y el judicial con la banca, multinacionales, gran capital… Del judicial pasan al ejecutivo, del ejecutivo al legislativo, del legislativo a los consejos de administración, de los consejos de administración al Tribunal de Cuentas, al Consejo de Estado,  a la banca, multinacionales… ¡Qué endogamia! El mismo presidente del Tribunal Supremo fue secretario de Estado, con Aznar. Ellos sirven para todo y los demás mirando como bobos.
 
Es una espiral mareante, un magma de sabores  contradictorios que concluye en que, aunque parezca distinto, todo es igual, porque en el banquillo hay una única camiseta, pero con colores diferentes. Ellos se lo guisan, ellos se lo comen y, aunque se miren de reojo y con teatral recelo, a la hora de poner el cazo se sitúan de perfil y alargan la mano, mientras que al vulgo se nos ensancha el esófago de tanto tragar ruedas de molino. De aquellos polvos vienen estos lodos.

 ¿Para qué sirve el Tribunal de Cuentas del Reino? -me preguntaron en la Casa de Extremadura, de Jerez de la Frontera. Alguna sorpresa cuando resumo que, al final del camino, es una institución “tapadera”, que sirve para justificar lo que en teoría debería perseguir, porque los mismos que hacen el gasto son los que lo supervisan. Algunos no sabían que los integrantes del Consejo General del Poder Judicial y los del Tribunal Constitucional, la cúpula del poder Judicial,  obedecen a un reparto de conveniencia entre los partidos políticos. Más de lo mismo con el Fiscal General, nombrado por el Gobierno de turno, con lo que todo queda en manos de los partidos políticos. De ahí la absoluta impunidad con la que se han movido y se mueven. ¿Y la abogacía del Estado? Sirve al Estado, o sea, al Gobierno, que es el que tiene la batuta. ¿Y el Defensor del Pueblo? También lo nombran los partidos. Y por si quedara algún cabo suelto, el Gobierno se reserva la potestad del indulto,  una antigualla que data de 1870 y que puede ser utilizada como moneda de cambio para pagar favores.

Con la perspectiva que da el tiempo, bien parece que la propia Constitución, que nos dimos como garantía de ruptura con el pasado, ha servido para perpetuarlo, porque más allá de las formas y los gestos, consagra una democracia vertical  que apenas supera el test más liviano. Aparentemente la transición fue como un puente entre una dictadura decadente y una democracia cogida con alfileres. Ahí seguimos. Pensábamos ingenuamente que iría fortaleciéndose, pero no ha sido así y es el tiempo el que ha dejado en evidencia el abismo entre una democracia de verdad y esta grosera partitocracia  que la imita.

¿Y sin salir del pasado, toca jugar al escondite con Franco? Con tanto manosear al muerto, muchos nostálgicos adormecidos empiezan a ver una oportunidad, porque Franco sigue vivo. Lo mantienen vivo.

 Lo que hay que derribar no son estatuas y nombres del callejero, ni cerrar la abadía del Valle de los Caídos, sino las reminiscencias de un pasado que sigue presente en muchas cabezas enfermas, atado y bien atado… ¿Pesimista? Será eso.

FINAL DE LOS ARTÍCULOS

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sábado, 3 de noviembre de 2018


            La calma del encinar

            Policía Municipal:
           ALGO HUELE A PODRIDO

                                    Tomás Martín Tamayo
                                             Blog Cuentos del Día a Día
                                        tomasmartintamayo@gmail.com


En la explanada de un centro comercial, donde los vehículos aparcan incluso en las raquetas y parterres protegidos con bordillos, dos vehículos pretendían el mismo aparcamiento, que acababa de quedar libre. Uno llega antes y otro se queda en una plaza contigua, reservada para minusválidos. Su conductora, enfurecida, baja la ventanilla: “¡Ese aparcamiento es mío, porque he dado la vuelta a todo el recinto, mientras que tú has entrado por dirección prohibida!” No era verdad, pero la gritona, que parecía endemoniada por la contrariedad, no estaba en condiciones de escuchar y  sacó su móvil en plan “te vas a enterar de quién soy yo”.  Y llamó:

-Oye, estoy en el centro comercial de la Ronda Norte, en la puerta del Mercadona. ¡Que venga un coche patrulla porque me han quitado un aparcamiento por la cara. Es un Fiat rojo, matrícula…! Mientras tanto, ella seguía ocupando la plaza de minusválido.

Creo que la enfurecida no llamó al 092 de la Policía Municipal, que atrochó con una llamada tan efectiva que, doce minutos después -¡doce!-, se personó un coche patrulla con dos agentes. ¡Qué eficacia! Uno bajó y expidió un boletín de denuncia, que depositó debajo del limpiaparabrisas del vehículo que había importunado a tan poderosa despechada.

¿El motivo de la denuncia? Debería haber escrito: “Ocupar la plaza antes que doña Fulanita de  Tal y Tal”, pero escribió: “Estacionar el vehículo en sentido contrario al estipulado”. ¡Bomba! La denuncia era tan puntillosa y cogida por los pelos como inusual -¡ni el “multa-car”!-, porque no suelen denunciar vehículos que no interrumpen la circulación, solo por estar aparcados “en sentido contrario al estipulado”, cuando, además, no existe tal estipulación en todo el recinto.  En la misma explanada y a la vista del “celoso” agente, había una veintena de vehículos  aparcados de igual forma, seis más subidos a los parterres y dos ocupando parcialmente pasos de peatones, pero a los del coche patrulla, solo les interesaba el vehículo señalado por la doñita.

 ¿Pensar? Ellos no estaban allí para pensar. Eso sí, omitieron consignar en el boletín de denuncia la identidad, obligatoria, de la denunciante telefónica que, debe de ser tan fiable como para acudir de inmediato, dejando de patrullar por la ciudad, para desplazarse al aparcamiento de un centro comercial y, entre tantos en igual situación, denunciar a un vehículo concreto. ¡Eso es puntería! Merecen estar en los Boinas Verdes como “elite shooter”.

¿Está la Policía Municipal para dejarlo todo, -¡con el caos circulatorio que hay en Badajoz!- y atender el toque de cornetín de una “importante” cabreada? Parece evidente. Como el aparcamiento estaba ocupado impecablemente, tuvieron que rebuscar en el cajón de las infracciones para sacar el conejo de “estacionar en sentido contrario al estipulado”. Tenían que denunciar, por lo que sea, y denunciaron. Hasta podían haberlo hecho por ser un coche rojo… ¡Un policía municipal, con treinta años de servicio, asegura que era la primera vez que había visto tanto rebuscamiento para denunciar a alguien!

¿Y esto ocurre hoy, aquí y ahora? Sí, este Badajoz, anclado en el túnel del tiempo,  necesita una limpieza a fondo que lo libere del olorcillo “mugre-caciquil” que sigue galopando por sus arterias, como si nada hubiera cambiado. ¿Ha cambiado algo? Y no se puede recurrir a nadie porque parece que no hay nadie… En una Policía Municipal, generalmente amable y profesional, siguen existiendo estas cancamusas,  con prácticas que dejan en evidencia a todo el cuerpo, al alcalde, a Badajoz… ¡Después se sorprenderán de la alergia electoral que se avecina para mayo!



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