sábado, 29 de abril de 2017

CÁCERES NUESTRA



                               La calma del encinar
                               CÁCERES NUESTRA

                                                  Tomás Martín Tamayo
                                                  tomasmartintamayo@gmail.com
                                                  Blog Cuentos del Día a Día

Tenemos en Extremadura tantos lugares para el sosiego que lo que nos  falta es tiempo para saborearlos, calma para sentirlos y ojos para verlos. No voy a caer en el ridículo de descubrir ahora a Cáceres, pero esta semana he tenido la oportunidad de pasearla tres días seguidos y el reencuentro no ha podido ser más reconfortante. Es difícil encontrar una ciudad tan calmosa, llena de historia, tan mansa,  acogedora y radicalmente bella como Cáceres, en la que incluso el ruido de la calle llega con una sordina que lo hace apacible y lejano, mezclando en armonía el eco del pueblo, que afortunadamente sigue siendo, con el de la gran ciudad que es.

 Hace cincuenta años, siendo apenas un mozalbete con el corazón abierto para los asombros, descubrí su ciudad monumental y, de alguna forma, allí me quedé para siempre porque cada vez que he tenido oportunidad,  Cáceres ha sido mi refugio y el lugar donde mejor se restañan mis heridas. Su calma es contagiosa y recorrerla ayuda a relativizar esos pesares que se aligeran andando por sus calles, como absorbidos por las piedras que nos ven pasar.

La Ciudad medieval hay que recorrerla sin prisa, por la mañana, por la tarde, al anochecer, lloviendo y en la madrugada, porque las luces, los colores y los ecos son distintos en cada tramo del día y hasta las pisadas suenan diferentes.  En Cáceres me casé, en la capilla privada de la Casa del Sol, que nos abrieron para que pudiéramos avivar el recuerdo y hacer recuento de la “foto de familia”, con nuestros padres y amigos, en la que tantos ausentes hay ya… Todo permanece impasible en aquellos sesenta metros de capilla, en los que hasta la penumbra parece quieta y adormecida.

El día de San Jorge, el Paseo de Cánovas olía a flores, Feria del Libro,  un hervidero de gente ante las casetas, casi ocultas por la fronda. Familias enteras,  muchos niños, minifalderas con pirsin y mocitos pintones tatuados, que ojeaban y compraban libros, gritando el contraste entre lo que de verdad es y lo que parece, por nuestros prejuicios. Las presentaciones de libros y autores, perfectamente sincronizadas,  el tiempo medido, no hay más protagonista que el libro. La caseta de actividades llena, gente de pie para escuchar el pausado y selecto desgranar del periodista Juan Domingo Fernández, que presentaba una novela…

Cáceres con un anfitrión entrañable  como Juanjo Fernández Santos, cerveza de charla amena y recuerdos. Y vuelta al centro de la ciudad. En la Plaza Mayor las terrazas llenas, hay bullicio, pero al subir por la escalinata de la Torre de Bujaco hasta las luces se aprudentan. Iluminación adecuada, el suelo brilla como mojado, pisadas, susurros, una guitarra en Santa María ponía un eco dulce y lastimero, “Angelitos negros”,  que rebota de piedra en piedra. Risas apagadas, un tipo achispado canturrea el himno del Sevilla, pero rallado en el “sevillista seré hasta la muerte”. Si las piedras hablaran... En Las Veletas un grupo de ingleses se hacían fotos en cada rincón. San Jorge acoge a una novia de blanco que sigue las instrucciones del fotógrafo, mientras el novio, supongo, guiaba el foco de la antorcha. Bajamos por la Cuesta de Aldana hasta el Foro de los Balbos, que recogía de nuevo el eco de la Plaza Mayor… Fueron tres horas de hondo respiro, volvemos al hotel en silencio. Cáceres nos puede.
_____________________________________________________________________________
*Si desea recibir mis artículos de forma directa, rápida y segura  facilíteme un correo electrónico: tomasmartintamayo@gmail.com.   Si no quiere seguir recibiéndolos, indíquemelo, por favor, a ese mismo correo.

*Todos mis artículos están abiertos en el blog: Cuentos del Día a Día.

*En virtud de la Ley Orgánica 15/1999 de 13 de Diciembre sobre protección de Datos de Carácter Personal, tanto este mensaje como sus posibles documentos adjuntos, son confidenciales y están dirigidos exclusivamente a los destinatarios de los mismos.

*Si usted ha recibido el mensaje por error, le rogamos que lo comunique al emisor y proceda a destruirlo o borrarlo. Utilizar o alterar el presente mensaje o parte del mismo, sin el consentimiento previo del autor, está prohibido y puede incurrir en responsabilidades legales.




sábado, 22 de abril de 2017

EL TRAMABÚS, QUÉ GRACIA

                        La calma del encinar
                   EL TRAMABÚS, QUÉ GRACIA

                                                         Tomás Martín Tamayo
                                                          tomasmartintamayo@gmail.com
                                                          Blog Cuentos del Día a Día

Error estratégico de Podemos al poner en un costado de su “tramabús” el careto de Felipe González. ¡Qué parvulitos son! La asignatura de “administración de tiempos” se da en primero de política, pero los podemitas cogen las ideas como moscas y puestos a imitar a los de “Hazteoír” copian incluso sus errores. Si en esta primera serie de su “tramabús”, con figuras señeras de corruptelas, tramas, trinques  pelotazos y puertas giratorias, no hubieran cometido ese dislate, habrían contado con el aplauso, el entusiasmo y la carcajada abierta de un PSOE que se vería contra las cuerdas si después del brindis inicial, en la segunda remesa, ven cómo callejean al ex presidente socialista. Hubiera sido un zasca en toda la cara, pero no, Podemos ha ido al bulto y se ha quedado solo con su gracieta.

¿No saben, a estas alturas, que en el PSOE rinden pleitesía a Felipe González?  Incluso los que lo desprecian por su reconversión acelerada hacia unos postulados que nada tienen que ver con el socialismo, tragan saliva para no señalarlo. Felipe González es una vaca sagrada, una deidad, un icono, el Moisés socialista con el que el partido alcanzó la tierra prometida y haga lo que haga, siempre será disculpado. La sinrazón es la sangre que impulsa los fanatismos y cuando median intereses frentistas, como en Fuenteovejuna, todos a una. Si al PSOE le hubieran puesto el cebo, serigrafiando en el coche a los bárcenas, ratos, rajoys,  aznares… se habría posicionado inmediatamente a favor de la genialidad, defendiéndola en todos los foros, pero eso de poner allí a Felipe González… Eso está feo.

Actitud muy similar a la que tienen los socialistas con su diosecillo de cabecera, tengo unos amigos, católicos y apostólicos acérrimos, que niegan las prácticas pederastas de algunos sacerdotes aunque las afirme el Papa Francisco, al que cada día miran con más ojeriza. Anatematizan todo lo que toque a su confesión y son incapaces de reconocer un solo error en el seno de la Iglesia católica. Pues salvadas las distancias, más o menos, porque en el PSOE también hay mandamientos y “no tomarás el nombre de Felipe en vano” es de los primeros.

No se puede hablar del GAL, pese a las evidencias de las sentencias judiciales que lo afirman,  porque la verdad es mentira si duele.  Y si se habla de puertas giratorias tiene que ser “en diferido” sobre  Aznar o  sus ministros.  A Felipe González le pagó Gas Natural Fenosa 130.000 euros durante cinco años, pero eso está justificado por su inteligencia suprema para la cosa de los gases y nada  que ver con la vergüenza de las puertas giratorias. Si el magnate mexicano, Carlos Slim, le paga 200.000 euros es porque el icono socialista se los multiplica con su trabajo y sus sabios  consejos. ¿Qué su actual esposa gestiona una cuenta en Suiza, a través de una sociedad fantasma radicada en el Pacífico Sur? ¡Por favor, no seamos machistas señalando a Felipe González por lo que hace su mujer! Casos bien distintos son los de Ana Mato, la mujer de Bárcenas o de la infanta Cristina, que esas sí que tenían que saber lo que hacían sus parejas.

Algunos se empeñan en confundir genitales con gitanales:
-Doctor, tengo dolor de gitanales.  
-Querrá decir de genitales.
-Ah, es que como los veo morenitos y con el pelo rizo…
__________________________________________________________________________
*Si desea recibir mis artículos de forma directa, rápida y segura  facilíteme un correo electrónico: tomasmartintamayo@gmail.com.   Si no quiere seguir recibiéndolos, indíquemelo, por favor, a ese mismo correo.

*Todos mis artículos están abiertos en el blog: Cuentos del Día a Día.

*En virtud de la Ley Orgánica 15/1999 de 13 de Diciembre sobre protección de Datos de Carácter Personal, tanto este mensaje como sus posibles documentos adjuntos, son confidenciales y están dirigidos exclusivamente a los destinatarios de los mismos.

*Si usted ha recibido el mensaje por error, le rogamos que lo comunique al emisor y proceda a destruirlo o borrarlo. Utilizar o alterar el presente mensaje o parte del mismo, sin el consentimiento previo del autor, está prohibido y puede incurrir en responsabilidades legales.



domingo, 16 de abril de 2017

EL DEDO EN EL GATILLO

                                             







 La calma del encinar
                                               EL DEDO EN EL GATILLO

                                                Tomás Martín Tamayo
                                                tomasmartintamayo@gmail.com
                                                Blog Cuentos del Día  a Día


“Mire, don Tomás, yo le estoy agradecido porque me ha ayudado mucho durante estos años,  pero pertenezco a ETA y si usted fuera un objetivo, le aseguro que no me temblaría el pulso…”

Eso se lo oí a un alumno al que había ayudado y que, al mismo tiempo que me manifestaba su agradecimiento, aclaraba sus disposición a pegarme un tiro si la banda se lo ordenaba. Nada excepcional, por esto teníamos que pasar. La historia de los últimos 40 años en España está plagada de intrahistorias que difícilmente se cuenten, porque son miles de personas, de decenas de colectivos, las que podrían rememorar vivencias similares. Recuerdo a un funcionario al que un recluso de ETA le preguntó amablemente que si se había divertido en la boda de su hermana, celebrada la tarde anterior. ¿Y cómo interpretar la felicitación navideña que la mujer de uno de ellos envió a un jurista de II.PP, a su domicilio particular?  Los familiares de un etarra le dijeron a un funcionario encargado de las comunicaciones: “La próxima vez que vengamos, con un poco de suerte, no lo veremos”…

 Como maestro de II.PP, mi experiencia con los presos de ETA no fue negativa porque eran alumnos que generalmente se esforzaban, no faltaban a clase, no perdían la compostura, tenían una constancia que no era frecuente entre los reclusos y siempre me trataron con respeto y deferencia. No eran muy dados a mantener conversaciones fuera de las estrictamente necesarias y tampoco a demostrar afectos o desafectos, pero un alumno que llevaba conmigo varios años y que tenía muy bien encarrilada su carrera de Derecho, tuvo la “debilidad” de ir a despedirse de mí porque lo trasladaban a la prisión de Martutene . Yo le aconsejé que concluyera sus estudios y se dedicara al ejercicio de la abogacía, que dejara atrás el pasado… Él me miró pensativo, como si estuviera eligiendo las palabras y me dijo lo que señalo al principio… Dos años después de salir de la prisión le explotó una bomba que estaba manipulando. Había conseguido concluir la carrera de Derecho.

España entera estaba en el punto de mira de ETA y daban sus golpes para causar el mayor número de víctimas y el mayor perjuicio económico posible, atentando contra objetivos turísticos en épocas concretas. Del chantaje y la extorsión hicieron su bandera, obligando a cerrar industrias punteras del País Vasco y golpeando a los propios vascos, sin importarles su condición, edad o sexo. ¡Qué sarcasmo lo de aquella madre vasca que en el entierro de su hijo y rota de dolor, gritaba!: “¿Por qué a mi hijo, si él es vasco?”. Tampoco se estremecían por las víctimas colaterales, con decenas de niños mutilados o muertos.

 II.PP COMO OBJETIVO
No hubo un sector que se librara de la mordedura de la serpiente y supieron “colectivizar” la ruina y el dolor, en medio de la estupefacción que causaba su osadía, atentando contra el presidente del Gobierno, la cúpula militar, las fuerzas del orden, políticos, jueces, banqueros, fiscales, periodistas, médicos, funcionarios de prisiones… El miedo también se colectivizó y, como una mancha de aceite, se expandió por toda España, cubriendo el suelo de sangre porque ninguna provincia se libró del zarpazo.

En 1989 los colectivos penitenciarios se convirtieron en objetivo prioritario de ETA. Lo anunciaron solemnemente en un comunicado que, como todo lo que de la banda procedía, ocupaba portadas y titulares. ETA se hacía presente cuando quería y como quería, simplemente enviando una nota a un medio cercano. A partir de ese año fueron asesinados seis funcionarios de prisiones, además de un médico de la prisión del Puerto de Santa María. El secuestro de Ortega Lara todavía produce escalofríos por su refinada crueldad.

Los que trabajábamos en II.PP recibíamos alertas constantes, sugiriéndonos rutas alternativas para llegar a nuestro trabajo, cambiando las matrículas de los vehículos, extremando las precauciones,  mirando debajo de los coches antes de subir a ellos, cediendo la titularidad a algún familiar, ocultando el domicilio, no haciendo públicos nuestros desplazamientos, ni frecuentar los mismos sitios, a las mismas horas… La costumbre hizo que asumiéramos el riesgo con naturalidad, como si formara parte de nuestras obligaciones laborales. Es fácil imaginar cómo vivirían los guardias civiles, policías, militares…

PARÍS BIEN VALE UNA MISA
El primer rey Borbón, Enrique IV, de confesión protestante, para acceder al trono de Francia decidió profesar la fe católica, justificándolo  con una frase que ha pasado a la historia: “París bien vale una misa”. En política se entiende semejante bamboleo como  una muestra de acertado pragmatismo pero, sin tanta sofisticación, se está más cerca del fraile que llevaba una puta al hombro, con la justificación de que “todo es aprovechable en el convento”. Ahora ha tocado ser pragmáticos para sacar rentabilidad  a la supuesta rendición de ETA y unos y otros, incluso los mismos etarras, enarbolan el éxito del “desarme” como una victoria. Desarme no ha sido y rendición tampoco, aunque con eufemismos todo se disfraza. La rendición puede incluso ser un acto romántico, heroico y hasta patriótico, como el que refleja Velázquez en “La rendición de Breda” o cuadro de las lanzas, pero los delincuentes no se rinden, a ellos se les persigue, se les detiene, se les juzga y se les encarcela.

ETA fue y sigue siendo una organización terrorista, utilizada por muchos para alcanzar objetivos que estaban fuera de sus propósitos iniciales. Se prestó a poner el dedo en el gatillo y ejercer de “tonto útil” en estrategias que se ocultaban tras las cortinas de la legalidad. A fin de cuentas, una marioneta, como han reconocido muchos de ellos. Parece que unos y otros se tenían bien repartidos los papeles porque sin la ayuda externa la vida de ETA hubiera sido más corta y menos sanguinaria.

NOGALES Y NUECES
 No olvidemos aquello de que “unos mueven el nogal y otros cogemos las nueces” del presidente del PNV, el ex sacerdote jesuita Javier Arzallus. El gran patriarca del nacionalismo vasco justificaba implícitamente a los que movían el árbol para que otros, como él, pudieran coger los frutos, poniendo sobre la mesa de cualquier negociación los muertos que la banda iba dejando a su paso y, lo que es peor, incluso los muertos futuros porque, como le dijeron al ministro Rosón, “mañana puede ser peor que hoy”. ¿Y lo de Zapatero, llamando “hombre de paz” a Otegui?

Aznar, el mismo que hablaba catalán en la intimidad y tenía certezas incuestionables sobre el arsenal de armas de destrucción masiva en Irak, se refirió a ETA con el eufemismo estúpido de “Movimiento Vasco de Liberación”, poniendo sobre sus testas asesinas el laurel heroico de los que luchan y mueren por liberar a su pueblo, pero  una idiotez no mengua su calibre por salir de la boca de un político oportunista o ignorante. De todos modos la exclusiva de los dislates lexicales no la tiene solo Aznar, porque por la ventanilla de ETA pasaron todos y, el tiempo lo dirá, no me atrevería a asegurar que la banda no ha logrado una parte importante de sus objetivos, altamente representada como está en las instituciones y con serias posibilidades de lograr cotas de poder mayores.

 ¿Miremos para otro lado y aceptemos con piadosa ingenuidad que -qué casualidad-  los terroristas incrementaban sus crímenes cada vez que se aproximaba una negociación entre el Gobierno vasco y el Gobierno de España? No parece arriesgado deducir que ETA movía el nogal en el momento preciso y, no me atrevo a decir que como contraprestación, tenía una importante base de sustento emocional porque, gracias a sus “hazañas”, otros podían hacer caja porque  “París bien vale una misa”.

El pistoletazo de salida, el primer asesinato no planificado de la banda, lo dio un voluntarioso Txabi Etxeberrieta,  que en un control de carretera, en junio de 1968,  decidió acribillar al guardia civil José Ángel  Pardines Arcas. Supongo que por semejante hazaña, porque no se le conoce otra, una avenida de la guipuzcoana  Leioa lleva su nombre, lo que indica agradecimiento y reconocimiento a un hijo de la localidad… ¿Por los servicios prestados? Desde luego no fue por sus publicaciones. ¡Otra vez las nueces!

ETA, sin dejar de ser una banda terrorista tenía empapado de sangre incluso el pasamontañas con el que se ocultaban sus voceros, contó con la comprensión de sectores muy importantes, que la miraban con condescendencia. Una parte notable del clero vasco, aglutinado en torno al obispo Setién, era muy reacia a posicionarse claramente. Setién, durante los funerales prohibía dentro de las iglesias la bandera española sobre los féretros de los guardias civiles asesinados por ETA. El obispo siempre se mostró más comprensivo con los verdugos que con sus víctimas y, con el cinismo que le caracterizaba, llegó a preguntar  que "¿dónde está escrito que hay que querer a todos los hijos por igual?". Mejor huérfano que con ese padre.

VIDAS PARALELAS
Yo inicié mi vida profesional casi al mismo tiempo que ETA su actividad delictiva y, desde el principio, tuve el “privilegio” de  tratar con ellos, porque en mi primer destino, la prisión de Córdoba, ya me encontré con Izco de la Iglesia, condenado por el asesinato del inspector Melitón Manzanas. Fue el  primer acto planificado por la banda.  En ese atentado participó también el Mario Onaindía,  que  tras renegar de su pasado llegó a ser senador del PSE-EE.
 
El colectivo de presos etarras, que fluctuaba entre los 500 y los 800 de los casi 4000 dispositivos que tenía la banda, estaba diseminado por la práctica totalidad de los centros penitenciarios y en la prisión de Badajoz siempre hubo un remanente. Como director de la Unidad Docente, en lo relativo a la actividad académica,  los atendía yo. Es decir, que desde que comencé hasta mi jubilación, cuarenta y dos años después, siempre tuve el “privilegio” al que aludía más arriba. Se puede decir que comencé mi actividad profesional al mismo tiempo que ETA y que la concluí cuando dejaron de matar. Toda una vida. Eso me permitió ver su evolución, sus fluctuaciones, sus contradicciones,  los quebrantos internos  de la banda, que no siempre podía imponer un criterio vertical al colectivo de sus presos y las simpatías con que algunos los trataban.

Recuerdo que en una ocasión un profesor se desplazó hasta Badajoz desde Bilbao, en taxi,  para examinar a un alumno de Filosofía del Derecho. El alumno no quería hacer el examen, porque no había estudiado la asignatura, pero el profesor insistió, insistió, insistió… Al salir le pregunté que si lo había aprobado y me respondió que sí  “porque no sabe filosofía, pero sabe filosofar”. Nunca lo entendí, lo cuento por si alguien lo entiende. Pero el asesinato de 829 personas y más de 5000 heridos y mutilados, deberían impedirnos mirar para otro lado con la soflama del perdón y la reconciliación antes que de la Justicia. Justicia que debería alcanzar a los palmeros que tuvieron.

Hay que recordar los entierros nocturnos de guardias civiles y policías, que salían por las puertas traseras de las iglesias y recibían sepultura de madrugada, teniendo que contratar a sepultureros que no lo eran porque los oficiales se negaban por miedo. Mientras tanto, los terroristas fallecidos disponían de los bajos de la catedral del Buen Pastor de San Sebastián, cedidos por  Setién, sin objeción alguna a las banderas que cubrían los féretros. Sé que recordar esto puede resultar doloroso y hasta inoportuno, pero peor fue el dolor, silenciado y mudo, de las víctimas que se vieron excluidas incluso de la solidaridad del vecindario, mientras sus verdugos eran aclamados y daban nombre a calles, avenidas y plazas. El mundo al revés.  Nunca entenderé por qué el Gobierno vasco pagaba los desplazamientos de los familiares de ETA hasta las prisiones donde estaban sus presos y lo negaban a todos los demás. Si el recluso no era terrorista, su familia no tenía ayuda. ¿Se pagaban así las nueces?



¿ESTUDIAR A LA FUERZA?
Como “París bien vale una misa”, quiero creer que más por miedo que por identificación, sectores como el financiero, el industrial, el político, una parte considerable de sus universidades, profesionales, funcionarios e incluso fuerzas del orden público, sin olvidar un sistema jurídico tan garantista que les permitía llevar siempre la iniciativa, el caso es que ETA imponía su estrategia de terror. Todos los vientos eran favorables para las velas del terrorismo, todo en detrimento de sus víctimas y de la dignidad colectiva de un país que tragaba saliva y, en ocasiones, se ponía de perfil, por temor a que la respuesta de los pistoleros se hiciera aún  más agresiva. En una ocasión Suárez me comentó que había noches en las que se despertaba sudando, después de una pesadilla con atentados.  Tenía que levantarse y echarse agua fría en la nuca para desconectar del sueño y no continuar inmerso en la pesadilla.

Los reclusos etarras tenían, supongo que siguen teniendo, una postura colectiva al margen de los demás presos, con los que procuraban no tener excesivo trato. Disciplinados, unidos en las formas, nunca llevaban el paso cambiado y si decidían una huelga de hambre o de patio (negarse a salir de la celda), lo seguía todo el colectivo, sin fisuras. Por su parte, ETA no los abandonaba, cuidaba de sus familias, a las que incluso les asignaba una cantidad mensual, los atendían, los visitaban, les pagaban  asistencia letrada y, por decisión propia o por imposición de la banda, casi todos estudiaban o al menos se matriculaban.

Muchos de ellos, que entraron en prisión como neolectores, gente joven y sin oficio, salieron con una licenciatura, derecho, psicología y periodismo fundamentalmente, aunque también algún matemático. Bien es cierto que, hasta hace muy pocos años, aparentemente lo tenían más fácil que los demás, porque se matriculaban en la Universidad a Distancia del País Vasco, exclusiva para ellos. Los reclusos vascos que no pertenecían a ETA no tenían acceso a la misma y si querían estudiar tenían que hacerlo por la UNED… ¿Por qué? Buena pregunta. Era detectable cierta tolerancia en la calificación de los exámenes, sin que con esto insinúe complicidad o dejadez por parte de los profesores que los examinaban. Cuando está pervertido el todo, las partes importan poco.

LA INFORMACIÓN ES PODER
Los presos de ETA estaban bien informados de lo que ocurría en la calle, aunque es difícil saber cómo obtenían la información, más allá de la correspondencia, la radio, la prensa y las visitas que recibían de familiares, abogados y profesores. Una mañana, el bibliotecario me llamó porque un recluso destacado, que incluso siendo preso preventivo se presentó a las elecciones autonómicas y consiguió acta de diputado, insistía en que quería hablar conmigo. Nada más verme llegar se acercó a mí, con una pregunta muy lacónica y aparentemente inofensiva: “¿Mañana va Suarez a Jaén?” Yo no sabía nada de los viajes de Suárez y en un principio no le di excesiva importancia, pero pensándolo después… Lo comenté con el director de la prisión y consideramos conveniente trasladarlo al delegado del Gobierno, que hizo lo propio con el Secretario  de Estado para la Seguridad… El revuelo fue enorme porque era verdad que Suárez iba a desplazarse a Jaén y, fuera de un entorno muy reducido,  nadie lo sabía. ¿Cómo lo supo el preso etarra y para qué quiso que supiéramos que él lo sabía? Naturalmente el viaje se suspendió y por prudencia omito otras decisiones que se tomaron.
 
No siempre era fácil el trato con los reclusos de ETA porque, a veces, solían pedir más de lo que les correspondía. Tuve una pequeña discusión con uno por unas redenciones de estudio que no le correspondían. Estaba matriculado, pero no se había examinado de ninguna asignatura y aunque no tenía que aprobar para redimir, yo entendía que al no examinarse quedaba excluido. Pareció aceptar mi criterio, pero lo trasladaron y me dejó un regalo/recado/aviso, que me entregó otro recluso. Envuelta en papel de periódico, sellada con cinta celo, recibí una piedra plana, ovalada, con dos inscripciones  artísticas, hechas con rotuladores de colores. En una cara el nombre de mi hijo y en la otra el de mi hija. Daban donde más dolía, eso sí que sabían hacerlo.








sábado, 8 de abril de 2017

LA VIDA SIGUE IGUAL

                           La calma del encinar
                           LA VIDA SIGUE IGUAL

                                                    Tomás Martín Tamayo
                                                     tomasmartintamayo@gmail.com
                                                     Blog Cuentos del Día a Día



Me reconozco “habilidad” para llevarme mal, o no llevarme, con los que mandan, pero tengo asumido que la culpa es mía porque me sé excesivamente puntilloso y crítico con ellos. Puede que tenga una visión muy particular, que hace que vea y sienta más persona al que está en la oposición que en el poder, ya que detectó la transformación que sufre el que lo consigue. No hay excepciones y nada más llegar, todos comienzan a verse más guapos, a romper amarras y a mantener las distancias aunque, por educación, unos son más sutiles que otros, pero en el fondo, vinos de la misma pitarra.

El que está arriba nunca está solo porque hay gente que siempre huelen la pomada y consiguen ser amigos o cercanos del que sube y, por si acaso, del que baja, comportándose como agentes dobles, al servicio del que gana y del que pierde, para después elegir la orilla que en cada momento les interese. Acomodaticios que son, gente chicle, hombres plastilina que los que mandan necesitan para sostener su ego y verse bonitos. Pelotas, sonreidores y halagadores profesionales son sus manjares favoritos. En mi caso todo son lanzas y aunque hago de Cirineo en los momentos de dificultad, ayudando a subir la cuesta y a llevar la cruz, a la hora de las entradas gloriosas, o de la “resurrección”, siempre desaparezco y estoy ausente, porque yo soy más cuchillo que cuchara y  ellos valoran más una sonrisa aduladora que una crítica sincera. Inevitablemente me acuerdo de mi abuelo Federico, maestro de Campillo de Llerena, mi pueblo, al que quisieron fusilar los republicanos, porque lo consideraban franquista y los de Franco, porque lo creían republicano. Nunca le fue bien, ni con unos ni con  otros y él mismo se admiraba del “sentido de la orientación” de los que en todas las aguas flotaban y de todas las tetas mamaban. Vamos, que de casta le viene al galgo.

Durante los años de botellón  de la legislatura anterior, cada artículo que publicaba en HOY los socialistas lo difundían hasta por señales de humo, me retuiteaban centenares de veces, me compartían en Facewood, aplaudían, escribían y hubo ocasiones en las que incluso fotocopiaron algunos de mis artículos para distribuirlos en reuniones y asambleas porque, según me decían,  servían de argumentario… No había nadie tan guay como yo. Menos mal que ya estoy de vuelta de mil soflamas y casi el mismo efecto me hacen las puyas como los aplausos, cuando sé que se han cocido en el mismo puchero. Ahora, intercambio de cromos, empiezan a aplaudir los que ayer callaban y callan los que aplaudían.


¿Qué ha pasado, dónde estáis que ahora no os veo por ninguna parte? ¿Escribo peor, mis ideas ya no son tan progresistas ni sirven de argumentario? Dos sopapos mal pegados y me abandonó el desodorante. Soy el mismo, escribo como escribía y en el mismo sitio, digo lo que decía y pienso lo que pensaba, pero  no soy de barricadas ni de prietas las filas y eso no se soporta. Podía decir que tomo nota, pero no es verdad, porque la rueda gira y sé que se repiten los días de la semana. Unos que vienen, otros que se van, no os echo de menos,  ni falta que me hace. La vida sigue igual.
____________________________________________________________

*Si desea recibir mis artículos de forma directa, rápida y segura  facilíteme un correo electrónico: tomasmartintamayo@gmail.com.   Si no quiere seguir recibiéndolos, indíquemelo, por favor, a ese mismo correo.

*Todos mis artículos están abiertos en el blog: Cuentos del Día a Día.

*En virtud de la Ley Orgánica 15/1999 de 13 de Diciembre sobre protección de Datos de Carácter Personal, tanto este mensaje como sus posibles documentos adjuntos, son confidenciales y están dirigidos exclusivamente a los destinatarios de los mismos.

*Si usted ha recibido el mensaje por error, le rogamos que lo comunique al emisor y proceda a destruirlo o borrarlo. Utilizar o alterar el presente mensaje o parte del mismo, sin el consentimiento previo del autor, está prohibido y puede incurrir en responsabilidades legales.

sábado, 1 de abril de 2017

QUE TE VOTEN LOS CATALANES

                     La calma del encinar
                     ¡QUE TE VOTEN LOS CATALANES!

                                                 Tomás Martín Tamayo
                                                 tomasmartintamayo@gmail.com
                                                 Blog Cuentos del Día a Día


Rajoy, con la vicepresidenta y el ministro de Fomento, llegaron a Cataluña en plan Melchor, Gaspar y Baltasar, para arrojar al paso de su caravana 4.200 millones de euros. Dejaba claro, una vez más, que es un posibilista tramposo y  sin escrúpulos políticos, capaz de quitar el dinero a las comunidades silenciosas y pobres, para callar la boca a los secesionistas catalanes, especialistas en montar circos bajo la lona de un separatismo al que ordeñan hábilmente. Toda la supuesta firmeza de Rajoy queda retratada en ese acto bochornoso, yendo hasta allí para, con pólvora ajena, intentar chantajear la calculada rebelión de los que han vuelto a hacerle un corte de mangas, dejándolo con sus vergüenzas al aire. Además de coger lo que les lleva, exigen más y sin bajarse de sus amenazas de “desconexión”,  para empezar a hablar, exigen 10.000 millones de euros… ¡Olé por los separatistas, secesionistas, independentistas, desconexionistas, nacionalistas y todos los demás “istas”! Gracias deberíamos darles, porque ellos nos enseñan el camino para tratar con un marchante de feria.

 Lo de Rajoy ha sido excesivamente descarado y los nacionalistas han demostrado tener más firmeza y dignidad que él, que ha ido a torcerles el brazo con la bolsa de las prebendas. Creo que ante una situación semejante no podían tener otra actitud porque lo de "reconstruir puentes con Cataluña, invirtiendo 4.200 millones en infraestructuras”, produce sonrojo al más descarado. ¿Cómo puede el presidente del gobierno de España pedir “sensatez y responsabilidad” comportándose de forma tan insensata e irresponsable? ¿Y los demás? ¿España es solo Cataluña?  La respuesta que le han dado es la que se merece: “Habrá referéndum”, acompañada del desaire del Gobierno catalán, que no hizo acto de presencia en ninguno de los pasacalles montados para que Rajoy pudiera demostrar que él también habla catalán en la intimidad. ¡Qué bochorno!
 
 A los 4.200 millones hay que sumar la inversión portuaria del Gobierno en Cataluña, 200 millones de euros entre los años 2017-2020 y otros 40 millones para navegación aérea. España ha invertido en Cataluña el 18%  del presupuesto para obras públicas, frente al poco más del 2% de lo invertido en Extremadura. ¿Extraña que nuestro PIB se aleje cada día más de la media nacional? Aunque duela reconocerlo, con Rajoy estamos sentenciados… ¡Pues que lo voten los catalanes!

¿Quién se sube al  tren fantasma de Extremadura para coger nuestra antorcha? ¡Nadie, tras el mostrador de nuestra tienda no hay nadie! Aquí todo lo rezamos con sordina y si nos pisan, pedimos perdón por haber puesto el pié debajo de la bota del señorito. Carecemos de un líder que sea capaz de poner voz e indignación a tanto despropósito y nos conformamos con la foto en el despacho del presidente o de cualquier ministro, para poder vender que estamos aunque, por el resultado, lo que estamos es haciendo el ridículo. Aunque suene a estrambote, no me extraña que los regionalistas extremeños, lamentablemente pocos, apunten la conveniencia de plantear un referéndum en Extremadura, para que en el Gobierno se enteren de que Extremadura existe y, pese a todo, seguimos respirando.

¿No es un buen momento para que los líderes de los cuatro partidos con representación parlamentaria corten el tráfico de la Gran Vía? ¿No ha llegado la hora para que la Junta de Extremadura nos convoque para llenar la Puerta del Sol de extremeños cabreados? Pues mientras tanto ¡Visca Catalunya y sus dirigentes!
_________________________________________________________________________




*Si desea recibir mis artículos de forma directa, rápida y segura  facilíteme un correo electrónico: tomasmartintamayo@gmail.com.   Si no quiere seguir recibiéndolos, indíquemelo, por favor, a ese mismo correo.

*Todos mis artículos están abiertos en el blog: Cuentos del Día a Día.

*En virtud de la Ley Orgánica 15/1999 de 13 de Diciembre sobre protección de Datos de Carácter Personal, tanto este mensaje como sus posibles documentos adjuntos, son confidenciales y están dirigidos exclusivamente a los destinatarios de los mismos.

*Si usted ha recibido el mensaje por error, le rogamos que lo comunique al emisor y proceda a destruirlo o borrarlo. Utilizar o alterar el presente mensaje o parte del mismo, sin el consentimiento previo del autor, está prohibido y puede incurrir en responsabilidades legales.