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La calma del encinar
C´s, COLGADO DE LA BROCHA
Tomás Martín Tamayo
Blog Cuentos del Día a Día
Los de Ciudadanos son gente de fe o tan parvulitos como para
creer que Rajoy puede engañar a todo el mundo, menos a ellos. ¡Qué sorpresa se
han llevado cuando el gran tragafuegos de la política española, ha pasado de
compromisos firmados con uno de sus habituales “donde dije digo, digo Diego”! En
C´s parecían convencidos de que los
acuerdos para facilitar la investidura, eran un pacto de sangre, de obligado
cumplimiento, pero ¿dónde estuvieron los últimos seis años? ¿Todavía no conocen
a Rajoy? ¿Se puede poner a la zorra para que vigile el gallinero y pactar con
ella para que no mate gallinas? Pues eso.
Tarde han aprendido
que lo que se acuerde con el PP de Rajoy es como lo que se escribe con el dedo
en el agua y muy claro lo ha dejado el coordinador general de los populares:
“No tuvimos más remedio que firmar porque eran lentejas -o las tomas o las dejas-
y si queríamos desbloquear la situación, teníamos que aceptar las exigencias de
Ciudadanos”. Martínez-Maíllo, con un zasca de rara sinceridad, le ha dicho a
Albert Rivera que ellos firman en barbecho si lo necesitan, aun convencidos de
que no van a cumplir y el suficiente Rafael Hernando, rizando el rizo, los
acusa de “enorme deslealtad”. Cornudos y apaleados.
El PP sostiene que no
puede cumplir el pacto firmado en agosto con Ciudadanos, pero sin mayor
sentimiento de culpa porque ya es mucha la práctica y, acostumbrados como están
a decir una cosa y hacer la contraria, esta vez
no iba a ser la excepción. El acuerdo contra la corrupción lo tiraron a
la papelera antes de salir de la sala donde pomposamente firmaron. Ahora Rajoy,
añadiendo cachondeo al cachondeo, señala al Senado, donde tiene mayoría
absoluta, para que investigue la corrupción del PP. Del Senado puede salir que
el culpable es el mismo Albert Rivera, Tutankamon o el Papa Francisco.
Rivera enseñaba la papela de compromisos firmados con una
sonrisilla triunfal, que se le ha debido congelar cuando el espejo le haya
dicho: “¡Eso por juntarte con los soldados!”, que es lo que decían en mi pueblo
a las mozas que engordaban precipitadamente, pero él, hombre de fe, argüía
que “Hay que mojarse” y mientras se
colgaba la credencial de “hombre de Estado”, seguro que Rajoy daba más saltos
que el pandereta de una tuna, porque yo creo que disfruta dando lecciones a los
pardillos.
La vocación de sal
para todos los guisos de Rivera, el lunes con Rajoy, el martes con Sánchez, el
miércoles con Rajoy, el jueves entendiendo las dificultades del pacto…, devolverá
al PP el electorado que se le fue a Ciudadanos, porque a la gente le gusta más el
que engaña que el engañado y prefiere gallo con espolones a pollito “pío, pío”,
que se deja empalar para el asador. C´s se ha quedado colgado de la brocha,
“por juntarse con los soldados”.
Y, como si no tuvieran bastante con los incumplimientos,
llega el PSOE de la gestora y les disputa el puesto de socio preferente.
Codazos se dan los dos para ver quién baila más apretado con un Rajoy que ha
tenido la habilidad de pasar de “malquerido” a dueño de la situación, porque si
convoca elecciones... Y sin moverse, que en Rajoy todo es quietud, menos el
parpadeo delator de su ojo izquierdo cuando miente… ¡Ese párpado debe tener
agujetas crónicas!
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