sábado, 5 de marzo de 2016

LOS RENACIDOS



              
*Si desea recibir mis artículos de forma directa, rápida y segura, facilíteme un correo electrónico: tomasmartintamayo@gmail.com.  
*Todos mis artículos están a su disposición en el blog Cuentos del Día a Día.
              
                                       La calma del encinar
                             LOS RENACIDOS

                                                 Tomás Martín Tamayo
                                                 tomasmartintamayo@gmail.com
                                                 Blog Cuentos del Día a Día



Pese a los  éxitos de Alejandro González Iñárritu y Leonardo DiCaprio en el reparto de los Óscar, creo que “El Renacido” no es más que el  “remix” de un  “El Increíble Hulk”, que hubiera dirigido el mismísimo Tarantino, con sus habituales exageraciones. Película espectacular por lo que conlleva de espectáculo y ya está. Como el desfile de modelos que hemos visto esta semana en el Congreso de los Diputados, en el que, con la honrosa excepción de Albert Rivera, nadie pretendía algo que no fuera su propio lucimiento sobre la pasarela. Son los renacidos del 20-D, con el agravante de que lo pretendidamente nuevo y lo rechazado como evidentemente viejo, se han dado la mano en el mismo escenario, luciendo los mismos tics interpretativos, con lo que era imposible saber dónde habitaba el resabio y dónde la regeneración.

A juzgar por lo visto, creo que la lectura que todos hicieron del resultado del 20-D es que el electorado se confundió al no facilitarles un acuerdo a dos bandas para que ellos no tuvieran que pasar por el trágala de tenerse que entender, conformando un programa de intereses ajenos a los del propio partido. Sigue la partitocracia, la vieja y denostada partitocracia que sustentaba el caduco bipartidismo, incrementada ahora por los que, supuestamente, llegaban para acabar con ella y con él. Prietas las filas, no ha habido ni un solo acto de rebeldía y todos han votado  a golpe de corneta, con lo que está claro que la casta de ayer es la casta de hoy, pero incrementada por los que llegaron para romperla.

¡Casta, casta y casta! Si planeamos sobre las estrategias, vemos que todo se han comportado de la misma manera porque, en el fondo y en la forma, todos son parecidos y obedecen a los mismos intereses. Días antes del debate de investidura se sabía que, salvo ausencias por causa mayor o sorpresas de última hora, el resultado de la votación iba a ser de 219 votos negativos, una abstención y 130 positivos. No hubo  ausencias ni sorpresas y ése fue el resultado después de tanto bla, bla, en el que, como Antón Pirulero, cada cual siguió con su juego. Ni un atisbo de concordancia, ni un ápice de generosidad, ni interés por conjugar algún verbo conjuntamente.

 El PP a piñón fijo con un Rajoy que, pese a que se lució poniendo banderillas de fuego al candidato, es una causa perdida, que está taponando las posibilidades del partido a todos los niveles. Rajoy no lo sabe porque el desodorante del poder lo despista, pero esta amortizado y políticamente es cada día más ruina que rémora. Pedro Sánchez sin brújula, sin saber sumar, incapaz de medir sus fuerzas y aferrándose a una responsabilidad mal entendida, como justificación de su intento por escalar la cumbre del Everest en pelota viva. Pablo Iglesias en la trinchera del “guerracivilismo” como mensaje de progresía y los demás, perdidos en el onanismo de su propio regusto. Algo se vio en Albert Rivera que, por lo menos, quiso interpretar una partitura diferente que nadie quiso escuchar.

Esto es lo que hay, esto es lo que tenemos y lo peor es que en junio no vamos a tener nada distinto porque con los mismos mimbres no se hace una cesta diferente. “Los renacidos”  tras el 20-D se comportan como pecios a la deriva, incapaces de arribar a puerto alguno… ¡Sí, entre el cansancio, decepción, aburrimiento y asco!  

_________________________________________________________________

*Si no quiere recibir mis artículos dígamelo para darle de baja de la lista de direcciones: tomasmartintamayo@gmail.com

*Si lo va a reenviar, no olvide incluir a los destinatarios en CCO

*En virtud de la Ley Orgánica 15/1999 de 13 de Diciembre sobre protección de Datos de Carácter Personal, tanto este mensaje como sus posibles documentos adjuntos, son confidenciales y están dirigidos exclusivamente a los destinatarios de los mismos








  





No hay comentarios: