sábado, 11 de enero de 2014

UNA FUENTE CON CHORRITO

                                  La calma del encinar
                            UNA FUENTE CON CHORRITO
                                                           Tomás Martín Tamayo
                                                           tomasmartintamayo@gmail.com


En “Bienvenido, Mister Marshall” todos los vecinos de Villar del Río hacían cola para formular su petición a los americanos: un cabezal para la mula, un espejo grande, mapas de colores, dos sacos de abono, una bicicleta, una máquina de coser, un clarinete, un traje con corbata, una vaca… pero Pepe Isbert, reunido con las fuerzas vivas el pueblo y en su papel de alcalde, demostró generosidad, visión política y pragmatismo, elevándose sobre las peticiones de los demás: ¡Una fuente con chorrito! La aclaración era pertinente porque no es lo mismo una fuente sin vida, aunque esté iluminada y con pececillos de colores, que una fuente con chorrito. El chorrito es lo importante, lo definitorio, lo que hace de la fuente una fuente con alma y no un charco cercado en el centro de la plaza. Después, ya se sabe, los americanos pasaron de largo y no dejaron la bicicleta, ni el espejo, ni el clarinete… y Villar el Río nunca llegó a tener una fuente con chorrito.
 
Pues en esas estamos y, sesenta años después, nos siguen echando el mismo discurso desde el balcón del ayuntamiento y prometiendo la misma fuente con chorrito, que no acaba de llegar. Acudimos al engaño que nos ponen delante y con él nos entretenemos hasta conocer el origen del algodón con el que se tejió la pañoleta roja, porque solemos opinar sobre lo que quieren que opinemos. Así, el tema cumbre para inaugurar el año ha sido la convocatoria  que hicieron en Durango para homenajear a los presos etarras, excarcelados recientemente. La fuente con chorrito, vamos. Ya no nos indigna la puesta en libertad de los fulanos, autorizada, consentida, bendecida, auspiciada, acelerada… porque ahora han decidido que el debate sea sobre si un juez debió o no autorizar semejante acto de exaltación a los terroristas, liberados fruto de un pacto que se hizo en la etapa de Zapatero y que se está cumpliendo en la etapa de Rajoy…

 Pues nada, lo aceptamos, pero si han sido excarcelados y puestos en libertad con el purismo y la celeridad que se usa cuando conviene, resulta anecdótico que a unas personas libres las vitoreen en su pueblo, o les pongan pétalos de rosas a su paso, aunque ahora -¿otra fuente con chorrito?-, hayan detenido a los organizadores del homenaje. Primero abrimos la herida y después no sorprendemos porque la herida sangra y nos salpica. Fruto de ese mismo pacto, que ya no se atreven a negar, ETA pudo presentarse, bajo la denominación de Bildu, a las elecciones generales, autonómicas y municipales, con el consiguiente éxito electoral que puso en sus manos un enorme poder político y económico, pero acto seguido nos molesta la presencia de los representantes de ETA en esas instituciones y hasta nos indignamos porque los fulanos, a los que hemos dado el título de “excelentísimos”, puedan soltarnos sus arengas desde la tribuna del Congreso de los Diputados.

 ¡Lo importante es mantener la ilusión en las fuentes con chorrito! Los americanos pasaron, pero aunque no hayamos entendido ni una palabra de la explicación que nos dio Pepe Isbert, seguimos soñando con la fuente de chorrito. Pan y circo para los romanos, fútbol y toros para Franco y ahora fuentes con chorrito… ¡El cambio es espectacular, el progreso es evidente!


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