sábado, 4 de enero de 2014

REDOBLES DE TAMBOR

                                La calma del encinar
    
                              REDOBLES DE TAMBOR
                      Tomás Martín Tamayo
                                                                tomasmartintamayo@gmail.com

Una responsable institucional del Partido Popular de Extremadura, de dilatada experiencia y profundas convicciones religiosas, aseguraba ayer ante un grupo de personas que las declaraciones de Monago, de raíz democristiana, sobre el aborto han molestado profundamente en el partido, a nivel nacional, regional y provincial, porque su línea de desmarque, al margen de la ideología, perjudica electoralmente al PP. Aseguraba haber hablado con Soraya Sáez de Santamaría y que la vicepresidenta del Gobierno, le había comentado que Monago “no era consciente del daño que hacía con tanto redoble de tambor, porque nunca iba a convencer a la izquierda, pero podía ahuyentar a la derecha con sus salidas estrafalarias para lograr titulares, y que  para resultar creíble, antes de hacer esas declaraciones debería dimitir y pedir la baja en el partido”. ¿Y qué vais a hacer?, le preguntaron. Nada, porque aquí el que se mueve no sale en la foto y Monago lo controla todo mediante testaferros que tiene situados en los puestos claves.
 
Consciente o no de la trascendencia de lo que dice, es evidente que Monago busca titulares y que “romper cristales” como hacía Ibarra, su alter ego, viene siendo la esencia de sus dos años y medio como presidente de la Junta. En el partido y en el gobierno regional son conscientes de que toda acción política tiene que ser previamente cocinada en el departamento de propaganda que, con más de veinte personas, dirige Iván Redondo. Este, ejerciendo de “consejero de ocurrencias” ha llegado a poner firme a algún consejero por haberse extralimitado en anunciar algo sin su supervisión. La verdad es que eso de  “que nadie puede obligar a una mujer a ser madre”, al margen de interpretaciones, viene a chocar de frente con otras declaraciones de Monago, que siendo ya líder del PP extremeño y refiriéndose a la ley de interrupción del embarazo, promovida por el PSOE, durante el Gobierno de Zapatero, dijo, con la misma solemnidad con la que ahora ha dicho lo contrario: “…Para ustedes, por encima del derecho de los padres está el derecho de los menores a abortar, y esto es aberrante en nuestra sociedad y esto es una quiebra en nuestro sistema de valores… Es aberrante para quien es médico, para quien es padre, para quien es cristiano y para quien tiene sentido común…”

¿Ha dejado de ser aberrante o ha perdido Monago el sentido común al que apelaba? Sencillamente han cambiado sus circunstancias y, como buen “relativista”, ahora hace suyas las palabras de  Groucho Marx: “Estos son mis principios, pero si no le gustan tengo otros”. Son ventajas de los que tienen un pié capaz de entrar en cualquier calzado.
Sus socios de IU han presentado una iniciativa para que en la Asamblea de Extremadura se debata la “ley Gallardón” y, en el importantísimo departamento de propaganda, le cocinaron a Monago un discurso a medida, cuyo contenido ignoraban en el partido e incluso en el Consejo de Gobierno. El problema de la propaganda y de las ocurrencias es que buscan siempre el impacto mediático, sin medir el alcance a medio y largo plazo y que Monago, después de tantos embolados, todavía sigue confiando su suerte en la acaparación de titulares, intentando a la desesperada hacerse un sitio al sol, aunque tenga que jugar a la ruleta rusa con el revólver que le ponen en las manos. A fin de cuentas, la sien que puede saltar es la de Monago y a Iván Redondo y Asociados, siempre les queda el recurso de irse por donde vinieron… ¿Y Extremadura? Eso no toca.



No hay comentarios: