viernes, 25 de octubre de 2013

FRÍVOLO, IRRESPONSABLE Y COBARDE

                  La calma del encinar
                   FRÍVOLO, IRRESPONSABLE Y COBARDE
                                                           Tomás Martín Tamayo
                                                           tomasmartintamayo@gmail.com



Imaginen a un bombero que ante un fuego incipiente, que puede apagar con el pie o con medio vaso de agua, decide no tomarlo en consideración y espera a que se expansione. ¿Cómo lo calificaríamos antes de, por supuesto, exigirle responsabilidades penales y expulsarlo del cuerpo? ¿Le diríamos frívolo, irresponsable, inútil, cobarde…? Traslademos el símil del incendio y el bombero pasota a lo que está ocurriendo en y con Cataluña. Un fuego que se aviva por horas, que se expansiona libremente alimentado con paja seca de mentiras y falsedades y que está consiguiendo crecer de manera incontrolada, mientras el bombero, o sea, el Gobierno con Rajoy a la cabeza, se fuma un puro, impasible el ademán, y esperan a que las propias llamas caven un cortafuegos, sean responsables y se extingan  ellas solitas... ¿Muy crédulos, muy ingenuos o muy tontos?

  Frívolo, irresponsable, inútil, cobarde…, fueron algunos de los epítetos que utilizó Rosa Diez para calificar al presidente del Gobierno desde la tribuna del Congreso de los Diputados. Durán i Lleida, ejerciendo de correveidile, alertó de una posible declaración unilateral de independencia por parte de Cataluña, pero en el momento en el que se lanzaba en el Congreso de los Diputados el mayor órdago, o la mayor amenaza, contra la unidad de España, solo un ministro y 30 diputados estaban presentes. Como es habitual, los temas intrascendentes, como este del secesionismo de Cataluña, los dejan para que los escuchen los ujieres y los comenten las limpiadoras y camareros de la casona. Ellos, el Gobierno y sus señorías, están muy ocupados y no atisban que con esas actitudes se propicia el resurgir de los “toelmundoalsuelo”, añorantes y salvapatrias.
 
¿Dónde estaban los 320 diputados? ¿Y el presidente del Gobierno? ¿Dónde estaba el Gobierno? Parece que este tema no les incumbe y nadie se siente  obligado a responder a la amenaza secesionista que se está urdiendo en Cataluña? Es la misma actitud del bombero irresponsable, que decide esperar a que el fuego nos churrasque los cataplines antes de alargar el brazo para coger la manguera que está colgada en una vitrina de la Constitución. Esta indolencia parece bastante más grave que la osadía de un presunto caudillo regional, empeñado en rodear los límites de su pueblo con alambradas de espinos. Tranquilidad absoluta, el fuego crece, los desafíos hacia nuestro Estado de Derecho son constantes, los desplantes rozan la grosería, pero siguen de perfil, como si no fueran conscientes de que son muchos los que están mirando de reojo a Cataluña para recorrer el mismo camino.

 Nos enfadan las serpentinas del alguacil de Gibraltar, pero nos encogemos ante el regüeldo del primer iluminado que decide poner fronteras en el pasillo de nuestra propia casa? Se sabía que se iba a hablar del envite de los separatistas catalanes, pero ante semejante fruslería todos  salieron de estampida, aunque esa idiocia no impide que en Cataluña sigan soplando el fuego secesionista. Va a ser más peliagudo y doloroso extinguirlo después, pero el Gobierno sigue enrocado en un tancredismo inconcebible.   Rosa Diez aprovechó la ocasión para subir a la tribuna y ante un hemiciclo vacío, mirando al único miembro del Gobierno que estaba presente, calificó a Rajoy de “frívolo, irresponsable, inútil y cobarde”. Montoro, tan gallo “kirico” él,  estaba tan encogidito por el chorreo que casi no se le veía. Como su hubiera pasado por una tribu de jíbaros.





No hay comentarios: