viernes, 26 de abril de 2013

¡VUELVA, SR. GONZÁLEZ!


                            La calma del encinar
                            ¡VUELVA, SR. GONZÁLEZ!
                                                           Tomás Martín Tamayo
                                                           tomasmartintamayo@gmail.com


No sabemos cómo  ni quien lo ha guiado por el sendero hacia Israel, pero Monago, nuestro Moisés particular, ha encontrado el modelo en el que debemos fijarnos los extremeños para alcanzar la “tierra prometida”. Según la Biblia hebrea, Yahvé eligió  a los descendientes de Abrahán para darles una tierra en la que mana leche y miel y si allí fue Moisés el encargado del pastoreo del pueblo israelita hacia la zona de promisión, aquí puede ser Monago el que haya recibido el pálpito divino para, siguiendo los mismos pasos  (Génesis, 15, 18-21), alcanzar la tierra de nuestro anhelo. En su brillante discurso aludió al “sueño de nuestros padres”. Ahí es nada, el mismo Monago que comenzó queriendo ser Celdrán y acabó en Ibarra, ahora, por aquello del estímulo, se ha autoestimulado y se nos inviste de Moisés, al mismo tiempo que reivindica la figura política de Felipe González. ¡Este hombre es un genio!

El “márchese, Sr. González”, con el que Aznar empujaba a Felipe, lo ha transformado Monago en un “vuelva, Sr. González” al fichar para “invest in  Extremadura” al Sr. X, el que se enteraba por los periódicos de las noticias que él mismo generaba. ¡Buen maestro! ¿No era Monago el que presumía de hablar en extremeño? Pues ahora le ha dado por el inglés y del  “Organizing a New Extremadura”, ha pasado el “Invest in” imitando a los cursis de los años 60. Pero dejando la “coña” para mejor ocasión, creo que es de justicia aplaudir el afán por buscar nuevos horizontes porque el inmovilismo nos dejaría en el mismo punto de partida y ya sabemos dónde y cómo nos dejó otro ocurrente Moisés que nos guió a los extremeños durante veinticinco años. No creo que sea criticable el empeño por sondear nuevas posibilidades, pero es de chiste la cohetería, la parafernalia y el teatro que montan para vender como música cualquier estornudo.  El despliegue de medios y de seguridad alcanzó el ridículo, acotando la Asamblea como una finca particular, impidiendo a los diputados que accedieran a la misma.

Sabemos que sobre las representaciones diplomáticas de Israel planea permanentemente la amenaza de un atentado, pero la efectividad no está reñida con la sutileza. Resultó excesivamente llamativo cerrar varias calles de Mérida y que la policía acompañara a los vecinos que tenían que acceder a sus domicilios particulares. Sobraron espectáculo y redobles de tambor. Hace poco más de una año, mientras desayunábamos en un hotel de Costa Rica, la policía de forma casi imperceptible, entró en el salón acompañada por el recepcionista, que sin molestar nos fue identificando a todos con las fichas de entrada. Después supe que en un reservado a escasos metros de nuestra mesa, iban a desayunar la presidenta de Costa Rica, dos ministros y el embajador de Israel…

Por lo demás, la apuesta por abrir mercados,  evolucionar hacia la innovación y la tecnología, ser competitivos, apoyar a los emprendedores y superar la situación de crisis y pesimismo está bien, pero las hemerotecas están llenas de planes y ocurrencias que concluyeron con el ruido que hicieron al presentarlas. Mucho “organizig” y mucho “invest”, pero entre ocurrencia y ocurrencia ya tenemos 181.600 parados, el 35, 56%, mientras siguen formando ruido y pescando con dinamita. ¡Troop of geese!

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