sábado, 24 de noviembre de 2012

¡CHIN-CHIN POR IBARRA!


Pues sí, sombrerazo para Ibarra y me alegro mucho de poder dárselo desde esta tribuna, en la que recibe pocas felicitaciones. Su visión, a veces un tanto estrafalaria de la política, hizo que en no pocas ocasiones Extremadura recibiera alfilerazos desde todos los medios nacionales, pero justo es reconocer que tuvo la valentía de  pensar por sí mismo, que en no pocas ocasiones acertó y que fruto de aquellas “ibarradas” Extremadura va a recibir, en el peor de los momentos, una bombona de oxígeno que necesita imperiosamente para poder llegar con algo de resuello a final de año. El tema ya se sabe, la Junta presidida por Ibarra se sacó de la manga un revolucionario impuesto a los intocables bancos y estos acudieron de inmediato lloriqueando a su “primo de Zumosol”. El Gobierno de Aznar, con una celeridad que cogió desprevenidos a los propios juristas que desde una y otra orilla intervenían en el caso, presentó recurso de inconstitucionalidad porque se sentía agredido en sus exclusivas competencias.
 
Pero Ibarra no se achicó y siguió con su plan de pasarle factura a los intocables, hasta que el Tribunal Constitucional cerró cautelarmente la ventanilla de cobro, porque si alguien ha tenido todos los vientos a favor es una banca que se ha demostrado desastrosa y ruinosa para el sistema financiero, para España y para todos los españoles. Así es que ya tenemos  la reedición del Robin Hood moderno, un Ibarra enfrentado a los poderosos para que soltaran la guita a la menesterosa Extremadura. ¡En eso y no en otras bobadas, es en lo que Monago debería imitar a Ibarra! A pesar del Gobierno, presuroso en su afán de ayudar a los bancos y de la inusitada premura del Tribunal Constitucional para taponar la herida a los bancos, después de once años resulta que Ibarra tenía más razón que todos ellos juntos y ahora el Constitucional, -¡ay Dios, que trabajito les habrá costado!- reconoce la razón de la Junta y pone a cada mochuelo en su olivo.

El agraciado de la sentencia,  -¡sorpresas te da la vida!-, es el PP que presentó el recurso contra la medida, porque ahora –¡más sorpresas te da la vida!- con el permiso de Izquierda Unida, gobierna en la Junta. O peor dicho, gobierna en el Gobierno, con un Monago que ve el cielo abierto por esta nueva gratificación de su ángel custodio, sin duda el más trabajador del firmamento. Si yo estuviera cerca de Monago le pasaría un décimo de lotería por la espalda, porque tiene más suerte que Fabra.

Doscientos cuarenta millones de euros procedentes del impuesto a los depósitos bancarios,  dinerito contante y sonante que entrará en unas arcas exhaustas y con el fondo lleno de telarañas. Creo que deberían consensuar dónde y cómo invertirlos, pero, de momento lo anunciado no suena mal. Proveedores, Dependencia, talleres de empleo, autónomos… se verán gratificados con esta pedrea tardía de unos décimos que compró la Junta socialista. ¡Quien le iba a decir a Ibarra que tantos años después, fruto de su visión anticipada, los funcionarios extremeños iban a brindar por él con champán! Yo me sumo a ellos: ¡Chin-chin por Ibarra!

martes, 20 de noviembre de 2012

Tribuna en PÚBLICO: LA SECESIÓN DE CATALUÑA VISTA DESDE EXTREMADURA

PÚBLICO 20/11/2012


Tomás Martín Tamayo*

Kafka decía que “todo lo que puede suceder sucede, pero que sólo sucede lo que puede suceder”, y sobre estas premisas, aún a riesgo de resultar complicado, me pregunto: ¿puede suceder el secesionismo catalán, al que seguirán el vasco, gallego, canario, balear, valenciano…? ¿La balcanización? ¿Puede atomizarse España? ¿Llegaremos a la república independiente de nuestra casa, como publicita una multinacional del mueble popular? Parece evidente que si puede suceder va a suceder. Lo cierto es que, en apenas un mes, hemos pasado de la “ocurrencia imposible”, “ganas de enredar”, “una pérdida de tiempo”…, a las consultas a la UE, a las ruedas de prensa alertando del riesgo para los catalanes, a las opiniones de expertos constitucionalistas y a “amenazar”  a Cataluña de quedar marginada si insiste en esta deriva separatista. Es evidente que si la secesión de Cataluña se hiciera realidad, el conjunto, España, y las partes, sus pueblos y regiones, se verían muy afectadas. En Extremadura daríamos una vuelta más al torniquete, perderíamos mucho más porque nos quedaríamos sin una diana sobre la que escupir nuestros fracasos políticos. Si Cataluña se disgrega, tendríamos que apresurarnos para buscar otro enemigo, porque desde hace treinta años esa es nuestra razón y nuestra justificación.

Cuando los analistas económicos coinciden en que el mayor problema de la UE es que, en su origen, no se profundizó en las diferencias norte/sur, se reabre en España el conflicto de los nacionalismos periféricos, que pone en evidencia la falta de cohesión de nuestro sistema político y los antagonismos entre regiones, que hace que el principio de solidaridad interterritorial suene a chiste malo. Cataluña llegó a Madrid y por boca de Arturo Mas le expuso a España, en los oídos de Mariano Rajoy que aparcar la deriva independentista tenía un precio y que o se pagaba o iban a soplar esa llama con todas las consecuencias. Previamente habían calentado el ambiente con manifestaciones convocadas desde las propias instituciones emanadas de la Constitución, para amagar con un independentismo que la Constitución no reconoce y que, al menos en teoría, impide. Se evidencia así, una vez más, que la Constitución es un chicle que cada uno estira según le conviene. El de Cataluña parece que ya lo han pegado debajo del asiento y no creo que nadie piense en el cortafuego de un Tribunal Constitucional que “ni chicha ni limoná”.

Ante la negativa del Gobierno para pagar el precio del silencio catalán, con una reforma fiscal hecha a la medida de Cataluña, Mas convocó elecciones anticipadas, escenificando la secesión y poniendo en evidencia al mismo Jefe del Estado, a cuyo lado no quiso fotografiarse, dejando al Rey escorado en un extremo, como si fuera un comparsa de los miembros del Gobierno que ocupaban el centro de la instantánea. No sabemos cómo concluirá este teatro, cuyo eco también llega al escenario vasco en el que, por otras derivas, se persigue más de lo mismo. Otros le seguirán si la tontuna separatista obtiene algún rédito electoral. Lo que es evidente es que el lío que propicia el Título VIII de la Constitución está nuevamente sobre la mesa y que el “café para todos” de Suárez se abre en múltiples posibilidades: sólo, con leche, manchado, largo, corto, descafeinado, con leche fría, templada, caliente, con azúcar, con sacarina e incluso con miel de jara de las Hurdes, porque puestos a ser exquisitos no hay exigencia extraña.

En Extremadura todo esto de Cataluña lo vemos como si nos hablaran de la Patagonia, porque Extremadura está lejos incluso de Extremadura, aunque en ninguna otra comunidad se ha escenificado tanto la pelea con “lo catalán” como aquí. Ibarra descubrió los réditos electorales que reportaba la riña con los ricos, con los bancos, con la aristocracia y con los catalanes y, según tocaba, como buen tahúr, sacaba de la manga la carta que le convenía. Después, a la hora de la verdad, los favorecía a todos y hasta presumía del ser del Barsa, pero su furor de cruzado contra los herejes separatistas lo ordeñaba sin tapujos. Es decir, que el cacareado secesionismo de Cataluña ha tenido, tiene y tendrá mucha influencia en las urnas extremeñas, porque después de Ibarra al tema de guerrear con los catalanes le ha cogido gustito un Monago, abotargado y sin ideas, que sigue la estela de Ibarra, al que imita en sus desplantes más groseros. Monago ha descendido incluso al reto infantil de citarse en la calle, apelando a los “collons” para escenificar un duelo al sol contra el alcalde de Barcelona. Y en medio de los dos, un Fernández Vara que también tuvo sus discrepancias y que para no quedarse atrás ha pedido incluso el retorno de los 150.000 extremeños que viven en Cataluña. No se rían que es peor.

La hipotética secesión de Cataluña va a ser miel sobre hojuelas para alguno de los capitostes extremeños, porque les permitirá estirar la goma hasta las “santa cruzada”. Con un Monago que alienta su autodenominación de “varón rojo” del PP, nos vamos a entretener más con el efecto catalán que con el m 35% de paro que tendremos antes de concluir el año. Para Monago es más fácil hablar de “sarraceno” catalán que de los 167.000 parados extremeños, y no va  a perder ocasión para posicionarse en la primera línea de fusileros para gallear ante sus paisas de integrismo ultramontano. Para eso ya habrá puesto a trabajar a un gabinete de diecinueve asesores, dirigidos por un duende vasco, un tal Iván Redondo, que incluye a un director de discursos. Hasta ahora se sabía de la existencia de los “negros”, pero Monago los ha elevado a rango institucional.

Al margen del oportunismo electoral de la cúpula del PP, declarando en un video empalagoso su amor a Cataluña y a los catalanes, porque tienen allí primos,  amigos, sobrinos o les gusta el pan con tomate, parece evidente que se busca un acercamiento apresurado para contrarrestar la desafección de otros momentos. ¿Para qué tanta alarma si se nos ha dicho que la Constitución lo impide y que cualquier referéndum al respecto debería, forzosamente,  hacerse a nivel nacional?
Ayer,  el ministro de Exteriores, García-Margallo, propiciaba un encuentro con la prensa para enviar un nuevo mensaje a los catalanes: “Cataluña separada de España estaría automáticamente fuera de la Unión Europea”  ¿Por qué y para qué este aviso anticipado si no hay ninguna posibilidad de que Cataluña se separe de España? Esta semana, tres periódicos nacionales insisten en el mismo tema, alertando  que “la independencia de Cataluña chocaría con quince países de la UE, que se opondrían a su permanencia o a su ingreso en la misma”. Al mismo tiempo, desde la Unión Europea se avisa a los catalanes del riesgo de incomunicación en que quedarían, porque los “tratados” lo impiden, insistiendo en que “dentro de la UE no se ha producido, ni se va a producir ningún caso de secesión”. Y como broche de oro, Van Rompuy, presidente del Consejo Europeo, dispara en la misma dirección: “Nadie obtendrá nada del separatismo en el mundo de hoy que, guste o no guste, es globalizado”.  No se entiende tanto aviso al respetable cuando se sabe que “lo que no pué sé no pué sé”. A no ser que en España ricemos el rizo y lo que no pué ser sí pué ser.

Pero con excepción del PP y Ciudadanos, todos los partidos que concurren a las elecciones catalanes, incluido el PSOE (PSC), abogan por la consulta soberanista,  dejando al margen a España y circunscribiéndola exclusivamente a Cataluña. Y Arturo Mas, avisa de que “ni los tribunales, ni la Constitución impedirán el referéndum”. ¡Con un par! ¿Se impedirá? Haría falta un par y no sé yo si don Tancredo Rajoy… Pies para que os quiero, Monago ha desplazado de sus discursos que Extremadura es la comunidad con mayor pobreza de España y ha puesto el ojo en la diana del secesionismo catalán para hacerse un lugar al sol. Aunque sea al sol de la estulticia.

                                   *Escritor y analista político


sábado, 17 de noviembre de 2012

¿DÓNDE ESTABAIS, CARROÑAS?


Tomás Martín Tamayo

Es verdad que Rajoy nos ha mentido de palabra, obra y pensamiento, que ha hecho lo contrario de lo que prometió y que se está deslegitimando porque se le votó para una cosa y está haciendo la contraria. Y es verdad que el Gobierno está demostrando que carece de ideas, que escribe al dictado, que es incapaz de suprimir estupideces y que hasta pueden igualar (superar es imposible) los desastres del anterior. Lo que está pasando en España convoca al llanto colectivo, pero de él deberíais excluiros vosotros, carroñas, cómicos repugnantes, buitres sobrevolando siempre algún cadáver para descender a la pitanza. A vosotros no os importa nada de lo que ocurre fuera de vuestro ombligo, aunque lo aprovechéis todo para engordaros el bolsillo.

 Vosotros, sí, los que habéis estado callados cuando, en los dos últimos años de Zapatero, se pusieron en la calle a 500.000 familias, desahuciadas por los mismos bancos que ahora os parecen tan denigrantes. Apartaos, tened un gesto de dignidad y no acudáis al entierro de los que ahora se ahorcan o se precipitan buscando la liberación de un presente que no ven y un futuro que no tienen, porque son los mismos de antes, lo único que ha cambiado es vuestro interés mezquino, pesetero, repugnante y vergonzante. No rajéis vuestros ropajes escénicos representando una comedia que nadie quiere ver y nadie se cree. No confundáis la pasarela y vuestra vida holgada de subvenciones por obras que no llegan ni al estreno, con el drama de miles de familias que, éstas como aquellas, antes como ahora, se ven arrastradas a una calle que también las desprecia. ¿Por qué os duelen los desahuciados de hoy y no mirasteis a los desahuciados de ayer?

  No os manifestéis por lo parados de Rajoy, los que comprendíais y justificabais los cinco millones de parados de Zapatero. No os agarréis a la teta de la solidaridad tardía los que callabais cuando se engordaba la cuerda de la esclavitud, del paro y la exclusión social. ¡Tartufos, solidarios de pacotilla, plañideros a tanto la hora, no ofendáis con vuestras representaciones, ni con  vuestros histrionismos caritativos a los que ahora engrosan la cola del paro, cuando mirasteis para otro lado y os pusisteis de perfil mientras el gran pánfilo al que aplaudíais con el dedito en la ceja, se lo gastaba en cúpulas y regalías viajeras, esquilmando a España para firmaros cheques con los que os tapaba la boca. Un parado, dos, tres… hasta cinco millones y no os enterasteis de nada. ¿Qué puedes decir tú, Pedro Almodóvar, si has estado ocho años a lo tuyo, encerrado en tus promociones, engordando beneficios y propagando tus patologías? ¡Pero si hasta te inventaste un golpe de Estado!

¿Dónde estabais cuando se congelaron las pensiones, se menguaron las ayudas sociales, se bajó el sueldo a los funcionarios, se subió el IVA, se protegió a la banca o se sentó al Estado en la misma mesa camilla de ETA? ¿Qué dijisteis cuando el Tribunal Constitucional les puso alfombra electoral a los terroristas? Mejor que sigáis a lo vuestro, no os falta capacidad ni experiencia para ordeñar a Rajoy como ordeñasteis a Zapatero. Como nos ordeñáis a todos, porque lo vuestro, carroñas, es el ordeño. 

sábado, 10 de noviembre de 2012

¿PUEDE SUCEDER?


Tomás Martín Tamayo
                                                           tomasmartintamayo@gmail.com

Kafka decía que “todo lo que puede suceder sucede, pero que sólo sucede lo que puede suceder”, y sobre estas premisas, aún a riesgo de resultar algo complicado, me pregunto: ¿puede suceder el secesionismo catalán, al que seguirán el vasco, gallego, canario, balear, valenciano…? ¿La balcanización de España? ¿Puede atomizarse España? Parece evidente que si puede suceder va a suceder, pero la segunda premisa también es evidente, porque lo que no puede suceder no sucede. Lo cierto es que, en apenas un mes, hemos pasado de la “ocurrencia imposible”, “ganas de enredar”, “una pérdida de tiempo”…, a las consultas a la UE, a las ruedas de prensa alertando del riesgo para los catalanes, a las opiniones de expertos constitucionalistas y a “amenazar”  a Cataluña de quedar marginada si insiste en esta deriva separatista.

Al margen del oportunismo electoral de la cúpula del PP, declarando en un video empalagoso su amor a Cataluña y a los catalanes, porque tienen allí primos,  amigos, sobrinos o les gusta el pan tumaca, parece evidente que se busca un acercamiento apresurado para contrarrestar la desafección de otros momentos. ¿Si no hay ninguna posibilidad para la secesión de Cataluña, tampoco puede existir el más mínimo peligro de que ésta se produzca, pero alerta mucho y las sirenas se ponen a ulular, por la extraña coincidencia de toda la prensa nacional hablando del riesgo de la independencia y de la ruina que para los catalanes supondría salir de España y de la Unión Europea. ¿Para qué tanta alarma si se nos ha dicho que la Constitución lo impide y que cualquier referéndum al respecto debería, forzosamente,  hacerse a nivel nacional?

Ayer,  el ministro de Exteriores, García-Margallo, propiciaba un encuentro con la prensa para enviar un nuevo mensaje a los catalanes: “Cataluña separada de España estaría automáticamente fuera de la Unión Europea”  ¿Por qué y para qué este aviso anticipado si no hay ninguna posibilidad de que Cataluña se separe de España? Esta semana, tres periódicos nacionales insisten en el mismo tema, alertando  que “la independencia de Cataluña chocaría con quince países de la UE, que se opondrían a su permanencia o a su ingreso en la misma”. Al mismo tiempo, desde la Unión Europea se avisa a los catalanes del riesgo de incomunicación en que quedarían, porque los “tratados” lo impiden, insistiendo en que “dentro de la UE no se ha producido, ni se va a producir ningún caso de secesión”. Y como broche de oro, Van Rompuy, presidente del Consejo Europeo, dispara en la misma dirección: “Nadie obtendrá nada del separatismo en el mundo de hoy que, guste o no guste, es globalizado”.  No se entiende tanto aviso al respetable cuando se sabe que “lo que no pué sé no pué sé”. A no ser que en España ricemos el rizo y lo que no pué ser si pué ser.

Pero con excepción del PP y Ciudadanos, todos los partidos que concurren a las elecciones catalanes, incluido el PSOE (PSC), abogan por la consulta soberanista,  dejando al margen a España y circunscribiéndola exclusivamente a Cataluña. Y Artur Mas, avisa de que “ni los tribunales, ni la Constitución impedirán el referéndum”. ¡Con un par! ¿Se impedirá? Haría falta un par y no sé yo…

sábado, 3 de noviembre de 2012

SIGUE LA JUERGA




   Con 167.000  parados, el 33%, y un 38´2% de pobreza, la mayor tasa de España, en Extremadura continúa la juerga del despilfarro, aunque sea meramente testimonial, porque nuestra clase política parece empeñada en no pisar suelo. El grado de indolencia y desvergüenza hace que muchos capitostes permanezcan aferrados a una teta de la que ya no sale ni sangre, aunque ellos, como lechoncillos hambrientos, sigan succionando. Sólo así se entiende que después del teatro de la supresión de los  privilegios articulados para los ex presidentes de la Junta, con la materialización a bombo y platillo de un pleno de la Asamblea, que pomposamente acordó la anulación de cualquier canonjía material o económica, todo permanezca prácticamente igual año y medio después. Por este periódico nos hemos enterado de que el “extodo”, Rodríguez Ibarra, seis años después sigue disfrutando de su boato de príncipe del renacimiento, con sus escoltas, su coche oficial y tres personas a su servicio. Sigue y sigue y sigue.
 
Cuando este periódico hizo público el despropósito costosísimo de “la Oficina del ex presidente”, Ibarra montó una de sus habituales pataletas, asegurando que no volvería a pisarla. Pareció que se bajaba de la burra y que, por fin, asumía su papel de ciudadano, pero resulta que él se refería exclusivamente al espacio físico de la oficina, porque todo lo demás lo sigue manteniendo, a costa del erario público, pero enmascarado ahora en una fundación privada que, cómo no, lleva su nombre. ¡Qué gracioso, una fundación privada, pero asistida con personal pagado por todos los extremeños, que también sufragan el coche oficial que asiste al titular de la misma! O sea que, en este caso no sólo Ibarra por aceptar lo éticamente inaceptable, sino  PP, PSOE e IU que aprobaron el disparate, vienen a demostrar la incapacidad que tienen todos ellos para  separar lo público de lo privado. ¡Da lo mismo, lo mismo da!
 
El subterfugio de que aún no se ha efectuado, año y medio después, la liquidación acordada en la Asamblea, no mitiga la desvergüenza de uno y otros, porque por esa razón igual se podía haber llevado Ibarra a los tres empleados para que le asistan en las tareas domésticas de su casa, ya que tan privado es su domicilio como su fundación. También se sabe que la Asamblea vendió a Ibarra los equipos informáticos de la Oficina, costosísimos en su día, a un precio simbólico, algo que hasta puede resultar ilegal porque a nadie más se le dio la oportunidad de pujar por los mismos. Pero lo que entra directamente en el esperpento es la contradictoria postura de IU que hizo de este tema uno de los mandamientos para dejar gobernar al PP, que lo llevó y lo defendió en la Asamblea y que a la hora de la verdad no ha vuelto a preocuparse del tal “mandamiento”. Su representante en la Mesa votó favorablemente la adscripción de las tres personas al servicio de la fundación de Ibarra.

¿Mañana otros tantos para Monago? Todo un despropósito en un momento en el que muchos extremeños ya no encuentran asiento ni en los comedores sociales. ¡Sigue la juerga!