sábado, 15 de septiembre de 2012

EN EL TEATRO, TEATRO



Monago prometió rebajar a la mitad el número de consejeros, pero con Iván Redondo y Juan Parejo, ya son nueve y, hasta donde yo sé, nueve no es la mitad de once. Somos muchos los que pensamos que sin los esperpentos electorales de Iván Redondo, Monago hubiera logrado los pocos votos que le faltaron para la mayoría absoluta y que aquellas zarandajas de la moto, los zapatos subastables, el casco y la indumentaria de roquero, fueron la causa de que mucha gente centrada cuestionara a un candidato que con tanta facilidad se prestaba a hacer de la campaña electoral una caja de sorpresas. Pero lo pasado pasado está y mirando al futuro, también creemos que don Iván, el recién nombrado consejero de Ocurrencias y Despropósitos, va a ser la causa de que Monago no concluya la legislatura o, si lo hace, va a ser a trompicones y con alto riesgo de no revalidar la exigua mayoría que hoy tiene. Al tiempo.
 
La pasada semana la actividad política de Extremadura se encerró entre las paredes del Teatro Romano de Mérida. Primero con el estrafalario invento de unos premios Ceres que ni nos van ni nos vienen, pero que nos costaron más de 800.000 euros. El gremio teatral ya  había intentado en otros foros tener sus “goyas” particulares, pero la situación económica les había cerrado las puertas, porque nadie quiso acoger un evento tan costoso. ¡Eureka!, llamaron a Extremadura y ahí estaba la Junta para pagar las facturas, entregando premios a actores y a obras que jamás habían pasado por Extremadura. Se estrangula económicamente a empresas a las que se les debe mucho dinero, pero en una noche de jarana la Extremadura de los 165.000 parados, el 34%, tira de talonario como un nuevo rico.

Y después de los Ceres llega el día de las medallas y ahí tuvimos a Monago recitando, con latiguillos melodramáticos, el texto que le habían preparado en la consejería de Ocurrencias y Despropósitos. Pases hasta aburrir al respetable y al final, a la hora de la verdad, la última milonga desenterrando el agotado recurso de atacar a Cataluña -¿de qué me suena a mí eso?- y subrayando hasta el ridículo que “en Extremadura no habrá un IVA cultural del 21% como en el resto de España, Extremadura tendrá un IVA a la cultura del 13% como el resto de los países de nuestro entorno”. Después de leer esto, que yo creo que está meridianamente claro,  ante los capones que le llegan de todas partes, desautorizándolo, Monago recula y dice que no habrá insumisión, sino ayudas, subvenciones bla, bla, bla. Nada.

¿Nadie calibró en la Junta el precio de la ocurrencia? Posiblemente sí, pero lo que se pretendió fue la escandalera mediática para distraer al personal con dimes y diretes que finalmente no irán a parte alguna, porque en Extremadura vamos a tener el mismo IVA que los demás. Incluso la prensa extranjera se hizo eco del despropósito de la “rebeldía”, alertando a Europa de que en España hay sarpullidos incontrolados por el Gobierno de Rajoy. ¿Objetivo cumplido? Conociendo a Monago creo que sí, que se sentirá muy satisfecho del acierto de su nuevo consejero. ¿Cuál será la nueva ocurrencia?: Todo está en las hemerotecas, inventado por Ibarra.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Simplemente eres de los pocos políticos honrados que quedan, y además, de los que suelen ser molestos a los politicuchos como Monago, la pena de todo esto es que los buenos estan fuera y los mediocres están en el poder, un poder que le hemos dado entre todos, yo incluido.