miércoles, 29 de febrero de 2012

EL SILENCIO DE LOS CORDEROS



Pónganse ustedes en situación, la Asamblea de Extremadura convocó oposición para cubrir tres plazas de letrados, (técnicos superiores, especialidad jurídica). Para concurrir a la misma formalizaron su inscripción 81 licenciados en derecho, de los que finalmente sólo se presentaron 43.  La criba del primer examen fue tan  severa que dejó fuera a 33 aspirantes y sólo 10, se supone que los mejores, consiguieron superar el altísimo listón del aprobado. Cubiertas todas las formalidades, el tribunal convocó en día y hora para el segundo ejercicio a los aspirantes que habían superado el primero. Hasta aquí todo normal, pero días antes de la cita para el segundo ejercicio, una de las opositoras que había superado con mayor calificación el primero, denunció por escrito que ella había logrado tan alta calificación porque previamente conocía las preguntas que iban a salir en el examen, y señalaba, con nombre y apellidos, a otra opositora a la que se las había cogido. Las dos trabajaban en el mismo despacho como letradas interinas en la propia Asamblea y las dos habían sacado las mayores puntuaciones en el primer ejercicio. ¿Parece raro que alguien se autodenuncie al denunciar semejante irregularidad, después de haber conseguido una puntuación de 8´15.? Eso es sólo la punta del iceberg.

La opositora sustentaba su denuncia con la aportación de documentos que ratificaban la veracidad incuestionable de lo que manifestaba, dejando al descubierto un contubernio que contaminaba toda la prueba, por lo que ella misma solicitaba la anulación del proceso. Era evidente que algún miembro del tribunal había filtrado el examen, o que la opositora que disponía del mismo lo había sustraído, aprovechando su privilegiada situación como letrada interina de la propia institución. La Mesa que había recibido la denuncia consideró que debía suspender cautelarmente la oposición, trasladando la denuncia al fiscal de Tribunal Superior de Justicia de Extremadura, que se lo tomó con calma sestera, dejando pasar los meses para finalmente emitir un informe en el decía no encontrar delito, por lo que consideraba que no debían ser juzgados los hechos. Un apaño semejante, con denuncia de parte y con pruebas evidentes de la corrupción que se denunciaba, al fiscal  del TSJE no le decía nada. ¡Chapeau!

Con el extraño criterio del fiscal, la Mesa actual ha considerado que no puede suspender la aposición ni anular la prueba y la retoma nombrando un nuevo jurado y convocando para el segundo ejercicio a los diez opositores que superaron el primero, incluidas la que destapó el cambalache  y la que en origen lo propició. Es algo que no tiene pies ni cabeza, algo que repugna porque se está bendiciendo desde la Mesa de la Asamblea una irregularidad manifiesta, pero a nadie parece importarle que unas oposiciones amañadas, enfangadas y contaminadas lleguen a su fin, aunque ya circulan apuestas sobre los tres opositores que finalmente lograrán superarlas. El silencio de los corderos es la tónica dominante, incluso entre los perjudicados directos, los opositores que acudieron a una convocatoria amañada de principio a fin, prestándose a ser meros comparsas para que se pueda justificar el enredo. Solo falta que nos digan después que han sido unas oposiciones muy reñidas.

sábado, 25 de febrero de 2012

LA COLONOSCOPIA


Parece demostrado que la colonoscopia es la mejor prueba para un diagnóstico precoz del cáncer colorrectal. Si pasados los 60 años todos nos sometiéramos a esa prueba, el cáncer de colon pasaría a ser testimonial. El problema es que no hay dinero para afrontar el reto, aún sabiendo que el gasto que supone el desarrollo de la enfermedad es hasta diez mil veces superior al de la prueba que podía evitarla. Cosas que pasan. Los estudios científicos demuestran que después de 15 años de seguimiento, la mortalidad por cáncer de colon entre los que se habían sometido a la colonoscopia, desciende en un 53% respecto a la población general… Pero no voy a seguir por estos derroteros, de lo que yo quiero hablar es de la otra cara de la colonoscopia, la que no viene en los manuales.

La colonoscopia es una prueba clínica que consiste, que los médicos me perdonen, en meterte una cámara por el culo y recorrer con ella los intestinos, en busca de pólipos y otras patologías. La cámara le enseña al especialista, en vivo y en directo, cada centímetro de la autopista intestinal y además de señalar los baches, fija su localización para que la brigada de mantenimiento los arregle de inmediato. Es algo físicamente inocuo, porque incluso lo hacen con sedación total y el paciente no se entera de nada, excepto de los antecedentes y de los consecuentes, a los que hay que sobreponerse para olvidarlos de inmediato. Intentaré explicarme, aunque acabo de pasar por el trance y todavía me encuentro bajo los efectos del mayor bochorno de mi vida.

Los previos exigen una limpieza total del intestino, con lo que durante días hay que evitar la ingesta de frutas, verduras, fibras… Doce horas antes comienzas a ingerir un potingue que hace que te vayas de vareta, un mínimo de veinte veces. Dan ganas de irte a vivir al cuarto de baño por el riesgo cierto de no llegar a tiempo. Llega la gran hora y te llaman por un altavoz atronador, de tal forma que cuando te levantas todo el mundo te mira con algo de conmiseración. Una enfermera te coge del brazo, yo creo que para que no te escapes, y te deposita en una habitación donde otra te recibe con una sonrisa de “te vas a enterar”. Abre un armario y te pide que te desnudes. Lo haces mientras ella permanece a tu lado y, cuando estás en pelota viva, te ofrece una mini bata verde, abierta por atrás, que no cubre las rodillas, y te guía hasta una sala donde permaneces de pie, con patucos de plástico, en minifalda y con el culo al aire, mientras el trasiego continúa a tu alrededor…

Unas palmaditas en la cara te sacan de un sopor placentero: “Vamos, ya está todo”. Con una media cogorza te guían a un pasillo, igualmente transitado, y te invitan a que ventosees todo lo que puedas… “¿Aquí? Si, claro, es conveniente que expulses el aire”. Yo compartí pasillo con un señor, auténtico experto, que se inclinaba hacia un lado para gratificarme con su particular tamborada -¡qué a gusto se queda uno!-, mientras me invitaba a hacer lo propio. ¿La colonoscopia? No tengo ni idea.

miércoles, 22 de febrero de 2012

POR SEVILLANAS



El nombramiento de Carlos Floriano como vicesecretario de Organización del PP, va a devolverle la sonrisa de unos cuantos recaderos que, considerándolo amortizado, casi lo habían borrado de su agenda. El más parlanchín y madrugador ha sido Manzano, el penoso presidente de la Asamblea, que estos días ha estado especialmente activo. El tipo se repite más que el ajo y si mañana ostentara un alto cargo la joven a la que denunció por escribirle unos acertados ripios, “a mi primo me lo arrimo”, Manzano los haría esculpir en mármol para demostrarle su amistad y cercanía.

Su habilidad más conocida es la de volverse en un baldosín, así se las gasta, qué penita, el excelentísimo señor. Muchos le oímos renegar de Monago: “Monago lo último, antes que Monago cualquier cosa”, para nada más ver que Monago estaba bendecido por Madrid, de inmediato pasar a ser el ultra monaguista furibundo que es hoy. Pero le va bien, por tan altos méritos es diputado, presidente del Parlamento y secretario general. Es difícil sacarle más a menos.

Sevilla tiene un olor especial, que convoca incluso a la selección española de fútbol cuando requiere apoteosis y baños de multitudes. PP y PSOE también se han dejado seducir por el aroma sevillano, que ahora ha sustituido el azahar por los efluvios electorales y hasta allí se han ido para celebrar sus congresos nacionales.

El PSOE, perdido, decidió alargar su exilio, presentando a los comensales dos platos únicos para degustar: la toxina botulínica, que hace fallar el sistema nervioso y provoca una muerte segura y la ricina, que causa fallos espasmódicos en el sistema respiratorio, de efectos irreversibles. Ante menú tan mortífero, los socialistas echaron la moneda al aire y salió cruz, cruz de toxina botulínica, cruz de calvario lento y doloroso, cruz de Rubalcaba.

No quisieron probar la ricina que les había cocinado doña Carma, pero ya van bien servidos con las salsas de Rubalcaba.

Satisfacción también en el PP que, con Rubalcaba como alternativa, debe hacer planes para tres legislaturas. “Sevilla tuvo que ser testigo de nuestro amor”, susurró Rajoy al oído de la mujer de nieve, olvidado ya el amargo cónclave de Valencia. “Je t´aime”, respondió la estatua de hielo que parece huida del festival de Sapporo y que ha oficiado en Sevilla su particular “topamí”.

La presidente de la Junta de Castilla-La Mancha, va a dedicar el tiempo que le quede libre a dirigir la orquesta del PP desde la secretaría general, a la que ha añadido la portavocía del huérfano González Pons. La nívea manchega, a la hora de repartir, se ha quedado con toda la baraja: la Secretaría Electoral, la coordinación de Estudios, la Secretaria del Comité Electoral, la de Sanidad y la de Agricultura. El “gordo” ha caído en Castilla-La Mancha y se vendió íntegramente en la administración de La Cospe.

Extremadura se ha quedado fuera del Gobierno y de la cúpula del PP, aunque ahora quieran arrimarse a la brasa de Carlos Floriano, que ha llegado por méritos propios, a su trote y conociendo muy bien al coro rociero, “Los manzaneques besucones”. Divertido.

sábado, 18 de febrero de 2012

A BUENA HORA


Creo que tendría más éxito una huelga general convocada por el Gobierno contra UGT y CCOO, que la que pretenden los dos sindicatos contra la reforma laboral del Gobierno. Si la primera rozaría el absurdo y la estupidez, la segunda entra directamente en el marco de lo gilipollezco, porque, a buena hora, salen los dos sindicatos con sus cantos de sirena.

El personal está hasta ahí mismo de Toxo y Méndez porque, uno con cara de estreñido y el otro de zampabollos, los dos representan al sindicalista renegado que pone sus naves al servicio de la política, a cambio de un buen chusco.

A pocos ha sorprendido que ambos, después de soportar pacientemente durante ocho años a Zapatero, rajen sus vestiduras antes de dos meses de la llegada de Rajoy. Ahora anuncian movilizaciones para calentar el puchero de una huelga general que hoy parece tan irrenunciable como ayer inasumible.

¿Qué ha cambiado? La situación es la misma, los sindicatos son los mismos y los parados también. Ha cambiado el Gobierno.

Es evidente que desde antes de las elecciones, incluso antes de que fueran convocadas, en el calendario de los dos compadres, Méndez y Toxo, figuraba el andamiaje de conflictos sociales si Mariano Rajoy llegaba a la presidencia del Gobierno. Más fieles al interés político que sindical, nos se han hecho esperar y claman contra el paro venidero, pese a ser padrinos del actual, con el que se callaron a buen precio. No quieren una reforma laboral que, a la fuerza ahorcan, no puede retrasarse sino queremos que la UE nos de portazo y los parados se dupliquen en apenas un año.

Los prendas soportaron, impasible el ademán, la escalada hasta los cinco millones de parados y no perdieron jamás la sonrisa porque aquello parecía algo distante que no les afectaba como sindicatos de clase. Mientras tanto se dedicaron a recoger subvenciones multimillonarias que bien podrían haber resuelto las penurias económicas y laborales de miles de familias. Hasta el último consejo de ministros presidido por Zapatero, estuvieron ordeñando la teta, haciendo caja por el precio del chitón en boca. ¿París bien vale una misa?

Durante la escalada galopante del paro, llevado de la mano de un Zapatero que se fumó los brotes verdes mientras los dígitos se disparaban, los dos sindicalistas razonaban que no estaba el horno para bollos: “no saldremos a la calle por responsabilidad, porque España no está para huelgas generales”.

Cuando por fin la convocaron, a la fuerza y a regañadientes, fue con tanto edulcorante que al final no se sabía si era contra la Patronal, contra el PP o contra el lucero del alba. Desde luego no contra el Gobierno. Ni resolvieron nada entonces ni nada resolverán ahora, pero eso no parece importarle mucho a las dos joyas del sindicalismo que creen que así cubren el expediente y adecentan su pasado reciente de palmeros y besucones.

Tal para cual, Zipi y Zape, se han propuesto acabar con el ya mermado prestigio de sus respectivos sindicatos. Si a la llamada respondieran sólo los afiliados, la huelga general podrían materializarla en una discoteca, al tintineo de un buen whisky. Y sin dar el coñazo a nadie.

lunes, 13 de febrero de 2012

SOS-GARZÓN




En los últimos días he recibido varios correos-cadena en favor de Garzón. En uno de ellos, “sos-garzon”, solicitan firmas para sumarse a un manifiesto internacional sobre el ex juez, del que hacen un corolario de santificación. Parece que es el único juez de España que ha encarcelado a ladrones, corruptos, terroristas… Con un encabezamiento muy simplista aluden al escándalo internacional que ha supuesto la sentencia del Tribunal Supremo, apartándolo de la carrera judicial por su lucha contra las dictaduras, las corrupciones y el terrorismo. Adjuntan un listado de firmantes que coinciden en el común de una leyenda: “No hay justicia sin Garzón”. Vale, y Zapatero premio Nobel de Economía.

Uno de los remitentes, un familiar muy cercano al que quiero y respeto, además de remitirme el panfleto, me pica con una apostilla personal: “Tomás, no es hora de tibiezas, de escurrir el bulto y encogerse de hombros. Todos tenemos la obligación de defender a un juez que es ejemplo en el mundo entero por su defensa de la democracia y de los derechos humanos. Te invito personalmente a que te sumes a esta cadena internacional, a que te comprometas y la reenvíes a toda tu agenda, y a que desde tu tribuna te expreses con la claridad habitual”. No puedo negarme. Como no soy tibio ni suelo encogerme de hombros, me posicionaré claramente, como se me pide.

Considero tarea inútil insistir en que la razón por la que Garzón ha sido suspendido no tiene nada que ver con las dictaduras, ni con el terrorismo, ni con las corrupciones. Ha sido condenado, desde la unanimidad del Tribunal Supremo, por prevaricación, por haber torcido el brazo a la legalidad ordenando escuchas entre abogados y sus defendidos, por sus procedimientos grotescos, por su carencia de escrúpulos, por su soberbia y egolatría, por su divismo y, si se quiere como atenuante, por su ignorancia. Sin tibiezas, creo que ese tipo ha enfangado la credibilidad del sistema judicial, ha usado la justicia según le ha convenido y siempre ha buscado el estrellato y la notoriedad personal. Garzón me repugna como me repugnan todos los que utilizan un puesto de dignidad para burlarse del sistema, y los que obran torticeramente, en función de parentescos ideológicos. No se me ocurre nada más corrupto que un juez, como Garzón, que juzga desde las vísceras y buscando siempre las luminarias del escenario.

Demostrada la prevaricación, que es la que lo ha apartado de la carrera judicial, me deja perplejo que ahí acabe toda la condena y que no haya consecuencias penales mayores. Creo que la Justicia ha sido timorata, condescendiente, lenta y tardía, porque Garzón es, desde hace mucho, un escupitajo en el sistema judicial. Me asquean los que, como Garzón, pretenden que la Justicia tenga manga ancha para poder aplicarla según convenga, cuándo y dónde convenga, y según el careto del acusado. Y siento pena por los que se prestan a esta comedia de recoger firmas para manifestar solidaridad a un bufón togado.

Eso sí, no deseo ni a estos propagandistas de la mentira, que si algún día necesitan justicia se la administre un juez como Garzón. Me ha posicionado sin ambigüedades, espero no haber defraudado.

jueves, 9 de febrero de 2012

BAZOFIA AÉREA





Por twiter nos enteramos del nombramiento de un alto cargo y tirando unas canastas de otro. El delegado del Gobierno adelantó el relevo de la consejera de Sanidad y escuchando una emisora se enteró un secretario general de su cese. Porque lo dijo el interesado supimos que un italiano, ajeno por completo a Extremadura, ocupaba un alto cargo (¿?)… e incluso, al paso, hemos sabido que la Junta se está planteando “un nuevo contrato con España”… ¿Y eso qué es lo que es?, se preguntaría Lola Flores. Si semejante disparate sale de la boca de Artur Mas o Patxi López, tendríamos titulares para semana. Es evidente que no existe política de comunicación en la Junta, o que se ha tirado al monte rompiendo toda la ortodoxia que, hasta ahora, imponía el respeto institucional. ¿Se es más eficaz por ser más grotesco y estrafalario? Es una interrogante que regalo. Más de lo mismo, Ryanair asegura, sin desmentido, que será ella la que a partir de marzo nos lleve volando desde el aeropuerto de Badajoz… Aunque merece una reflexión serena la patochada del “nuevo contrato con España”, hoy volaremos con Ryanair.

Raynair es una línea de bajo coste y altas subvenciones, que no regala nada a nadie, de tal forma que a mayor subvención menor es el coste del pasaje. Tiene una política de comunicación agresiva y se caracteriza por su informalidad y por sus “avanzadas propuestas sociales”, como la de habilitar los aviones con tablas verticales para que la clase turista pueda volar de pié, anclada con los cinturones de seguridad. Se calcula que por cada asiento podrían colocarse tres tablas, con lo que se triplicaría el pasaje de la franja menos pudiente, reduciéndose considerablemente los precios. Bueno, los caballos, los borregos, los perros, los cerdos… hacen el vuelo sin asientos, azafatas ni zumitos y llegan al mismo tiempo. ¿Por qué no acondicionar también la bodega del avión para que la clase turista se acomode encima de las maletas?

Raynair es una compañía irlandesa que, obviemos lo obvio, paga sus impuestos en Irlanda y que con un acusado instinto depredador y carroñero, sobrevuela sobre cualquier situación de conflicto que se produzca en otras compañías. El pasado martes, su presidente, un tal Michael O´Leary, nos gratificó con su presencia en España para dar una rueda de prensa en Bilbao, aprovechando que en el aeropuerto se manifestaban los despedidos de Spanair. Con un gesto tan provocativo como innecesario, se puso frente a ellos y les dio la espalda, o el culo, mientras hacía el signo de la victoria con los dedos. Tuvo que abandonar las instalaciones escoltado por la Ertzaintza, porque los despedidos de Spanair, que llevaban nueve días encerrados, comenzaron a golpear los cristales con gritos y sirenas

Es verdad que de poco servía una línea aérea como la que teníamos, ya que su precio resultaba prohibitivo para la práctica totalidad de los extremeños, pese a que pagábamos más de dos millones de euros por mantenerla, pero en la Junta deberían pensárselo mucho antes de firmar con un fulano como el tal O´Leary, que viene a España a provocar y a reírse de los trabajadores despedidos de otras compañías. Lo suyo es pura bazofia aérea.

miércoles, 8 de febrero de 2012

CHIVOS EXPIATORIOS


“Alguien tiene que purgar por mis pecados”, solía exclamar César Borgia, obispo de Pamplona con 16 años y arzobispo de Valencia a los 19. De su padre, el papa Alejandro VI, aprendió que las llamadas “razones de estado” justificaban que por los errores del príncipe pagaran sus subordinados. Quinientos años antes, el pueblo judío redimía sus penas eligiendo a un pobre animal, un chivo, al que se abandonaba en el desierto sin agua ni alimentos. Era el ‘chivo expiatorio’, que viene a coincidir con las conocidas “cabezas de turco”, que son aquellas personas a las que se condena para impedir que las auténticas responsables sean juzgadas. Una versión más edulcorada es la del testaferro, ‘cabeza de hierro’. Y la más moderna, la del director general. O sea, que nada nuevo hay bajo el sol, la remodelación de la Junta, al menos históricamente, está más que justificada. Péter Esterházy, en ‘Armonía celestial’, dice que en el sueldo del subordinado va incluido el pago del peaje por la culpa de su señor.

Bien, una vez localizados los responsables de que la Junta no haya lucido en estos seis primeros meses con el esplendor que se esperaba del ‘gobierno de los mejores’, se ha elegido a otros 'más mejores' todavía y, hasta la próxima, todo está resuelto. Señalados los culpables (una consejera, dos secretarios y cinco directores generales), ahora todo va a ir sobre ruedas. ¡Chin-chin! Ya no habrá más deslices presupuestarios y el turismo se convertirá en eje de nuestra economía. Sanidad superará la etapa de discrepancias internas y en Educación, el consejero escondido, el hombre que más sabe de sí mismo y ha analizado más en profundidad los recovecos de su ombligo, acabará con las indecisiones y escarceos. Ahora, por fin, va a poder destapar el tarro de sus esencias y hasta las piedras del teatro romano -¡ave, César!- hablarán en tres idiomas. Además del latín.

Pero sobre todo -¡ainda mais, muito importante!-, la próxima EPA de abril recogerá las mieses que la vicepresidenta, portavoz, consejera de Empresa, Innovación y Empleo, habrá sembrado en este trimestre, levantando una barrera infranqueable para que el paro deje de ser nuestra pesadilla. ¡Adiós, pesadilla, adiós! Es posible que no consiga erradicarlo, incluso será justificable si no logra achicarlo, pero desde luego, a la lista de los 141.300 parados no se sumará ni uno más. De ahí no pasamos, buena es ella. Se ha sentado en la cabina de mando y, rodeada por el nuevo equipo de los ‘más mejores’, el paro lo lleva crudo. Doña Cristina se ha cansado y ha dado carpetazo: se acabó, amaitu da, no mes.

¿Y si no es así? Esta una hipótesis que no debemos contemplar, pero si eso ocurriese, en mayo quita a los ‘más mejores’ que han sustituido a ‘los mejores’ y se pone a otros que serán 'mucho más mejores’ todavía. O se firma con los agentes sociales el cuarto plan de empleo en tres meses, mientras se escenifica “un nuevo contrato con España”. Ideas no faltarán. Los príncipes ya cumplen poniéndose de perfil y mirando al tendido. Los errores son cosa de secretarios y de directores generales.

sábado, 4 de febrero de 2012

SIN y SIN


El PP porque no pensaba ganar en Extremadura y el PSOE porque no creía que iba a perder, el caso es que ahora estamos con un gobierno con mentalidad de oposición y una oposición que piensa como si estuviera en el gobierno. Sin y sin. Sin gobierno y sin oposición. El PSOE, a duras penas y después de 28 años, tenía cierta práctica en las tareas de gobierno, pero se había olvidado por completo de lo que supone ejercer de oposición. El PP tenía dinámica opositora porque es lo que había hecho siempre, pero como ni estaba ni se le esperaba, no se había tomado en serio desplazar al PSOE… ¿Más repiques de campana? En el PSOE se sentían irremplazables y en el PP estaban convencidos de que así era. Después de casi treinta años todo parecía atado y bien atado y, más o menos conformes, cada uno estaba a lo suyo y en su papel, pero en política “hasta el rabo todo es toro” y un pedrisco el sábado puede arruinar la cosecha del domingo.

Cuando Aznar designó a Rajoy como candidato del PP, lo llamó una noche y, como saludo, le soltó de entrada: “te ha tocado, Mariano”. El tema parecía tan claro que desde aquel día, dentro y fuera del PP, todos veían a Mariano como el presidente que habría de sustituir a Aznar. El PSOE había pasado por unos años de penitencia tras la sonata y fuga de Felipe González, pasando de Almunia a Borrel y cayendo finalmente en las manos de un neófito, un tal José Luis Rodríguez Zapatero, del que sólo se esperaba, tras una corta etapa de transición, que pudiera salvar los muebles hasta poder sustituirlo por alguien de peso y solvencia. Nadie medianamente informado cuestionaba el triunfo del PP y otros cuatro años más de oposición para el PSOE.

Los hechos luctuosos del felipismo, con corrupciones generalizadas, la insolvencia internacional, el paro, ministros en la cárcel, Roldán, Vera, el gobernador del banco de España… no dejaban lugar a la duda y desde que Aznar dijo “te ha tocado, Mariano”, a Rajoy se le puso cara de presidente y a Zapatero no se le puso cara de nada, porque nada le importaba a nadie la cara de Zapatero. Pero alguien, o “alguienes” -¿se sabrá algún día?- estaban escribiendo un libreto diferente, capaz de indignar al auditorio hasta quemar el patio de butacas. En el momento oportuno y con la sangre hirviendo, nos llevaron a las urnas, votando con las tripas y vomitando ira contra un atentado de precisión suiza. Todo cambió en 72 horas y los focos que iluminaban a Rajoy comenzaron a proyectar la sombra de Zapatero. Después ya se sabe…

Volviendo al principio, ¿por qué andamos en Extremadura “sin y sin”? Porque aquí también parecía incuestionable el triunfo del PSOE, pero si a Rajoy le explotaron en las narices las mochilas controladas del 11-M, a Vara le cogió de lleno el explosión incontrolada de Zapatero. El PSOE no tiene ni puñetera idea de cómo ejercer la oposición y el PP anda a trompicones, buscando el camino con zapatos sin suela. ¿Aprenderán uno y otro el nuevo oficio? Que no tarden