sábado, 31 de diciembre de 2011

MAÑANA SERÁ OTRO AÑO


Se agota este año de pesadilla pasando el testigo a un año nuevo que no promete mejores sueños. En “Única mirando al mar”, el costarricense Fernando Contreras plantea la necesidad de generar sueños e ilusiones incluso para los que viven en y del estercolero, pero parece que en España hemos aparcado la lírica en favor de los parámetros económicos y apenas nos queda otro recurso que soportar resignadamente lo que nos ha de llegar, entregados, sin un atisbo de rebeldía. ¿Si los males no son remediables para qué aplicar terapias de complacencia? Esa parece la interrogante vital con la que el flamante ministro de Economía, Luis de Guindos, parece haber llegado a su ministerio. Después del espejismo de los “brotes verdes” que nunca brotaron, llega este sofista de “inteligencia práctica” y nos abre en canal con las perspectiva de que el año que entra será aún peor que el que se va… ¿Virgencita, Virgencita, déjanos como estamos?

De Guindo nos desea un próspero año nuevo con recesión, recorte inicial de 4000 millones y más paro, sin dejarnos resuello para la esperanza y sin la posibilidad remota de que podamos levantar el vuelo. Si el mal es tan irremediable, ¿para qué queremos un ministro de Economía? Un amigo que se mueve en las alturas y que opina desde una plataforma digital, me asegura que el ministro, pese al fatalismo de sus palabras, ha sido prudente, cauto y diplomático, porque lo peor se lo ha guardado para ir administrándolo poco a poco y evitando el dolor de una intervención sin anestesia: “Se recibiría muy mal en los mercados europeos que dijeran la verdad de lo que se han encontrado los nuevos ministros… Mariano Rajoy ha pedido el gota a gota para la administración de las malas noticias y, predicando con el ejemplo, ha hablado de recortes de 16.500 millones y no de 28.000”. O sea, que De Guindos se ha quedado corto en su vaticinio y mi amigo asegura que aún no ha salido a superficie la punta del iceberg.

¿Y qué puede ser peor que entrar de nuevo en recesión, recortando entre 16.500 y 28.000 millones, mientras crece el paro, se reducen aún más los créditos y prácticamente desaparece la pequeña y mediana empresa? Me explica que el gurú de la economía mundial y premio Nobel, Nouriel Roubini, segura que “la economía española no va a entrar en recesión porque lleva mucho tiempo en recesión, y la situación es tan extrema que el nuevo Gobierno no tiene recursos para realizar un cambio importante a corto plazo”. Roubini, que vaticinó la crisis un año antes de que explotara, asegura que el tiempo que perdió España negando la evidencia fue el desencadenante de la agonía actual. “España está tan lastrada por su situación que apenas tiene posibilidades de escapar del rescate en dos años…”

Bueno, mirémoslo en positivo porque en 2012 la solución estará más cerca. Mientras tanto asumamos solidariamente una situación que no puede caer exclusivamente sobre la cabeza de los más desfavorecidos. Si tenemos que apretarnos el cinturón, hagámoslo los que todavía tenemos cinturón… ¡Y próspero año nuevo!

miércoles, 28 de diciembre de 2011

INOCENTE, INOCENTE


Hoy es el día del cliente de la CAM que depositó 36.000 euros en un fondo de inversión hasta el año 3000 y que, por no haberse leído la letra pequeña, no podrá recuperarlo hasta dentro de 982 años… Urdangarin (sin tilde), también se considera “inocente, inocente y víctima de una conspiración”. Es verdad que todavía no está imputado y que, hasta ahora, todas las sentencias condenatorias son callejeras, pero el goteo de informaciones que cada día se conocen, sin rectificación ni matización de parte, dejan claro que el juez que instruye el sumario se lo está tomando con calma y está haciendo con el yerno del Rey una excepción que deja en evidencia la imparcialidad de la señora con los ojos vendados. El Rey dice que “todos somos iguales ante la Justicia”, pero, sin pretender corregirlo, yo creo que todos somos iguales ante la ley, porque la Justicia es otra cosa.

Cada nuevo capítulo añade pólvora al fuego de una situación que va de mal en peor para el yerno- cuñado-esposo, para la esposa-infanta-hermana y para la Familia Real que, al parecer, conocía las andanzas del afortunado matrimonio. No olvidemos que la hija del Rey, además de sentarse en el consejo de administración, levantando actas como secretaria, era propietaria del 50% de la empresa y los pingües beneficios que el asunto generaba iban a la buchaca común, aunque el único imputado sea Diego Torres, secretario personal de las hijas del Rey, tercero en discordia y, hasta ahora, único chivo expiatorio.

La propia Casa Real no parece creer en la condición de “inocente, inocente” y además de calificarlo de “poco ejemplar”, aclara que en 2006 detectaron las atípicas actividades mercantiles de Urdangarin y le aconsejaron dejarlas y alejarse, camino de Washington, para ocupar el puesto dorado que le habían conseguido como altísimo ejecutivo de Telefónica, la empresa que quiere poner a diez mil de sus empleados en la calle. Lo que no se sabe es si, además de buscarle el enchufe americano, la Casa Real movió ficha para que la Justicia tuviera acceso a las primeras indagaciones sobre un caso que, aunque circunscrito exclusivamente a las responsabilidades del matrimonio, afecta de lleno a la institución monárquica. Hasta ahora, la Casa Real no ha dicho nada de la esposa-infanta. Tiempo habrá para verificar lo iguales que somos todos ante la Justicia.

Si desde 1996 conocían los trapicheos de Urdangaarín &Company (digámoslo así) tardía parece la reacción de la real familia, pese a que, como se ha visto ahora, tuvo un conocimiento muy madrugador de las hazañas del Midas. Hasta que la marea de espeso chapapote no llegó a la opinión pública, la Casa Real prefirió ponerse de perfil y sólo cuando el caso se hizo clamor popular, decidió dar unos pasos tan necesarios como tardíos. El mensaje del Rey, es verdad, marcó distancias y equilibró balanzas con alusiones clarísima, aunque no podemos olvidar que Urdangarin no ha salido de la categoría de “presunto” y no se puede ser presunto y real al mismo tiempo. No se si me entienden.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

ESO, FELIZ NAVIDAD


Mi abuela Cornelia, la mujer más sabia que he conocido, decía que las navidades se oxidan y se entristecen con el tiempo y sólo ilusionan a los niños. Así parece, aunque sigamos aferrados a una liturgia que se adentra cada día más en lo pagano y comercial. Las navidades se entristecen porque, en un corre turno imparable, los nietos pasan a padres, los padres a abuelos y los abuelos… Con los años van faltando los soportes familiares de nuestra infancia y es imposible suplir en la memoria los huecos de la mesa. Año a año, las navidades van llenándose de ausencias, de nostalgias y añoranzas que suelen acabar en melancolía. Los niños no tienen la memoria lastrada y al carecer de recuerdos tristes la viven en plenitud, con la fuerza que en ellos perdura de su cercana natalidad.

Internet ha suplido al cartero y sólo unos cuantos amigos permanecen fieles a la tradición del envió de cartas, tarjetones y postales. Todo lo demás es marketing, pamplina y política comercial. Nada. Durante los últimos años he recibido “los mejores deseos” de gente a las que ni siquiera conozco, parlamentos y gobiernos autonómicos, Congreso, Senado, Tribunal Constitucional, bancos y cajas, instituciones que me habían incluido en el listado de su protocolo, asociaciones, federaciones, la práctica totalidad de los ayuntamientos de Extremadura, medios de comunicación... Fuera del bullicio político, este año no ha llegado ni la de HOY. La verdad es que no respondía a ninguna porque sabía que nadie me las enviaba. Llegaban cargadas de vacíos, como las amables misivas que recibimos de los candidatos en vísperas de elecciones. Al recobrar el paisanaje y el peatonaje, me han llegado las de verdad, las de siempre, las que espero. Las otras nunca llegaron. Lastres fuera, ausencias que se agradecen.

La crisis, -ay, la crisis-, nos ha privado de las avanzadillas tradicionales de la televisión y este año se ha quedado en casa la muñeca tonta que lleva toda la vida aproximándose al portal. Mejor. Tampoco ha venido el fulano con la mochila que volvía por Navidad y ha faltado, lógico, el turrón más caro del mundo. ¿Han oído el “queremos turrón, turrón, turrón? ¿Han visto a la buenorra en moto, con la chupa de cuero, que buscaba a Jacq´s? Este año ha sido de “eau de toilettes”, con tipas famélicas y quebradizas que nos salpican con fragancias de nubes parisinas. O sea, con polución. Por faltar incluso ha faltado el cava de las burbujitas, el que se gastaba un montón de pasta para decirnos que se gastaba un montón de pasta. La estrella ha sido una corrala en la que la compañía telefónica de Urdangarin celebra asamblea de vecinos, a cada cual más tonto. Hay uno que lleva todas las navidades con un borrego al hombro…

Que los niños la vivan, que la disfrute el que pueda y que la mala suerte se aparte y de un respiro a los que necesitan un poco de suerte. Sólo pensando en mañana podremos abrigar un poco de esperanza para cinco millones y medio de paisas que no están para muchas celebraciones. Con todo, feliz Navidad y próspero año nuevo. Ya veremos, ojala.

LA OTRA CARA DEL DEBATE


De cuando en cuando las cámaras se dirigían a Zapatero, que seguía el debate con la misma cara que cuando asistía a las cumbres europeas o a los encuentros internacionales, alelado, ausente, aburrido, sonámbulo, con pinta de no entender nada y el rictus de pasmado. En alguna de las tomas me recordó a Gabino Diego en su genial interpretación de “El rey pasmado” cuando, por fin, consiguió ver en vivo y en directo el trasero desnudo de una señora. Zapatero estaba contando nubes, porque él es intangible y, como la Tierra, también pertenece al viento. Posiblemente sus escasas luces no le dejen ver el abismo que ha abierto a nuestros pies y si su indigencia intelectual es la que refleja su rostro, hasta puede que se vaya con la satisfacción del deber cumplido, a pesar de haber retrasado el reloj más de veinte años. Pobre hombre y pobre país el que se pone en manos de un pobre hombre.

No utilizó Rajoy la famosa frase de “sangre, sudor y lágrimas” de Giuseppe Garibaldi (que después usaron Theodore Roosevelt y Winston Churchill), pero el rosario de propósitos inmediatos que dejó sobre la tribuna bien podía resumirse así. No se alteró, no hizo aspavientos, no se incursionó por el terreno del histrionismo ni enfatizó con la odiosa solemnidad de su predecesor, pero cada punto y aparte era un mazazo al estado de bienestar, porque no va a dejar títere con cabeza para poder zurcir, a la desesperada, los costurones que han ido abriendo durante ocho años de zafarrancho. Mal lo tiene Rajoy y mal lo vamos a tener todos porque tras las alegrías etílicas de las noches de jarana llegan las vomiteras de las resacas. En ellas estamos.

El zapaterismo es historia, pero no hay que pasar página porque todos vamos a pagar, durante años, la lección que no quisimos aprender a tiempo, confiando nuestro pasado, nuestro presente, nuestro futuro a tahúres que pierden incluso con las cartas marcadas, a trileros a los que se les caen los dados huecos. La ruina que esta gente ha quedado es tan descomunal que hasta puede que nos acordemos piadosamente de ellos cuando Rajoy, sin tiempo para anestesias ni contemplaciones, comience a dar vueltas al torniquete con medidas de choque, aplicando una economía de guerra a todos, porque unos pocos quisieron vivir en el país de las maravillas. Y lo peor es que se van con la garantía de una parcela en el edén para, con el riñón bien protegido, dedicarse de por vida al noble arte de contar nubes. Tienen mucha práctica.

El debate fue pobre, de aliño y resignación. La oposición carecía de argumentos y de fuerza para contraponer un modelo diferente, porque todos son conscientes de que no hay caminos alternativos. Rubalcaba, la cara más pétrea del universo político, incluso se permitió el lujo de ser generoso y condescendiente, cooperante y solidario, coincidiendo en diagnósticos y medidas, como si acabara de descender en un paracaídas, incontaminado, y no tuviera nada que ver con la sangría a la que un Rajoy convencido intentaba poner remedio. Lo mejor fue ver a Zapatero levantarse de su asiento.

domingo, 18 de diciembre de 2011

ASUNTOS PENDIENTES


Tenemos la convicción de que Rajoy afinará el violín económico apretando todas las clavijas que impone la UE y sabemos que acabaremos pagando los tiestos rotos de estos años de locura en los que han hecho piras con el dinero publico. Todavía, hasta el 21, habrá candelas en cada BOE. En la bolsa no van a dejar ni polvo y como de donde no hay no se puede sacar, el nuevo Gobierno entrará regalando zarpazos de oso. La cuesta de enero va a tener más pendiente que el Mortirolo y, como suele ocurrir, los más afectados serán los más necesitados. El único problema que puede tener Rajoy es que antes de dar vueltas al torniquete de las economías privadas, debería suprimir de la administración pública un montón de instituciones que no sirven para nada y que nos cuestan miles de millones de euros.

Además de mirar con lupa el sistema autonómico, con sus múltiples regalías y estupideces, (71 embajadas tiene Cataluña repartidas por todo el mundo), creo que urge buscar acomodo a las competencias de instituciones prescindibles, como las diputaciones; acabar con el nuevo monstruito que está creciendo en las mancomunidades; supervisar el presupuesto de la Casa Real y cerrar con siete llaves mostrencos costosísimos como el Senado. El papelón de la llamada Cámara Alta, de la que apenas ha trascendido nada que no sea su inutilidad o sus gastos estúpidos, como los 350.000 euros de los traductores, los 600.000 euros de la “adaptación” de su cocina o el más reciente, los 417.000 euros para colgar en sus paredes los retratos de 34 políticos, es injustificable en un país con cinco millones de parados y en rampa de salida hacia la quiebra/rescate. La mejor reforma que podemos hacer del Senado es colgar en su puerta el “cerrarlo por defunción”. En la República ya lo hicieron y Franco no lo abrió.

El desprestigio del Senado se ha materializado el 20-N pasado en los 2.17 millones de sufragios que ha perdido entre votos nulos y blancos, y en las declaraciones de muchos de los senadores que señalan abiertamente su inutilidad: “No sirve para nada. Es ridículo en un contexto de recortes de gasto público. Su única utilidad es que los partidos coloquen a 266 personas que no caben en otro sitio”. “Es un “inem” para políticos, donde nos gastamos 56 millones de euros anuales”. Anasagasti asegura que “el Senado es un estorbo, algo que no vale para nada. Revisamos cientos de textos para cambiar una coma que finalmente también puede ser suprimida en el Congreso”.

El Senado, un lujo insostenible, con 266 senadores, altos sueldos, dietas, despachos, taxis, transporte, móvil, seguros, ordenador, plan de pensiones… y casi 500 trabajadores en nómina, sirve para alimentar la chistografía entre la propia clase política que se refiere a él como “el valle de los caídos” o “el cementerio de los elefantes”. En el seno de los partidos mayoritarios buscan su reforma para transformarlo en una cámara de representación territorial, pero eso es vestir al muerto y buscarle funciones inútiles a un órgano que después de 35 años se ha declarado innecesario y constitucionalmente incompetente para todo. Para todo menos para gastar millones de euros.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

PRÁCTICAS TORTICERAS


Le exigua mayoría que el Partido Popular tiene en la Asamblea de Extremadura más la abstención cómplice de IU, le permite cierta ventaja en los tiempos parlamentarios, pero, hasta ahora, en treinta años de democracia, nunca se había usado la mayoría, ni siquiera las reiteradas mayorías absolutas, para torcer el brazo a las normas habituales, descendiendo a prácticas torticeras, para limitar los derechos de la oposición. El Parlamento no puede enmudecerse con argucias ni estrategias oportunistas, -en las que evidentemente están de acuerdo PP e IU-, porque eso desvirtúa su función, lo devalúa y hace injustificable el enorme coste económico que tiene. Ya está bastante desprestigiada la clase política para que ella misma se desnude ante los focos, demostrando que los sesenta y cinco diputados, casi todos liberados con un sueldo muy generoso, no sirven de nada porque se zancadillea su función desde la propia Cámara.

Como se sabe, contra los Presupuestos presentados por la Junta se han registrado dos enmiendas de totalidad, una del PSOE y otra de IU. Si prospera cualquiera de las dos, los Presupuestos son rechazados por la mayoría absoluta de la Asamblea. Hasta ahora, todos los grupos de oposición que presentaban enmiendas de totalidad podían agruparlas, repartiéndose los tiempos de la defensa o defenderlas por separado. Las votaciones se hacían después de haberlas debatido todas. Ese respeto al parlamentarismo se puso de manifiesto incluso en la etapa más dura de Ibarra, cuando llegó a tener 39 de los 65 diputados. Ahora el PP, a la primera y con la abstención de IU, que “ni quita ni pone rey, pero ayuda a su señor”, ha hecho una interpretación torticera del reglamento, para poner al PSOE en la tesitura de elegir entre defender su enmienda de totalidad o votar la de IU, restringiéndole su derecho para optar por las dos opciones.

La Mesa de la Asamblea ha articulado el debate presupuestario de tal forma que en primer lugar se escuchará la enmienda de IU, votándola a continuación, antes de que se debata la del PSOE. ¿Qué puede hacer el PSOE? Si vota la enmienda de IU, los Presupuestos son rechazados y no puede defender la suya, porque es absurdo posicionarse contra unos Presupuestos “muertos”. Si quiere defender su enmienda no puede votar la de IU y, en justa reciprocidad, lo más normal es que IU tampoco vote la del PSOE, con lo que las dos enmiendas, una con tres votos y otra con 30 se rechazarían. Me malicio que miel sobre hojuelas porque eso es exactamente lo que quieren PP e IU. Uno salva sus Presupuestos y el otro salva la cara, escenificando un distanciamiento del PP y defendiendo un rechazo que en el fondo no quiere. ¿Tartufo o Maquiavelo? Pinocho.

Puede parecer una trampa muy ladina, pero la democracia se resiente con estos juegos malabares. En treinta años todos los grupos han podido defender sus enmiendas y votar las de los demás. No es momento para montar el teatrillo de marionetas porque la gente no sabe si apretarse el cinturón o bajarse los pantalones para c… en las muelas de algunos listillos.

domingo, 11 de diciembre de 2011

HASTA QUE BROTE LA SANGRE


Hay normas que por estar impresas en el sentido común no necesitan ser escritas porque si tuviéramos que legislarlo todo, acabaríamos contando las veces que respiramos. ¿Es necesario articular un protocolo para establecer que un gobierno en funciones no puede darse homenajes de última hora? Pues parece tan absurdo como necesario, porque la fiesta continúa, derramando millones de euros en cada BOE para, hasta el último minuto, seguir esquilmando las arcas públicas, a cambio de nada y para agradecer a unos pocos los servicios prestados, pero… ¡con el dinero de todos! Alguna norma genérica habría que establecer para que los que tienen un gorrino adosado en el cerebro, no sigan succionando de una teta de la que sólo brota sangre.

En ningún sitio está escrito que una ministra en funciones, a diez días de dejar el cargo, no pueda organizar un periplo turístico para ella y su séquito habitual. Es algo que debería salir de la conciencia, pero cuando ésta es dura de oídos la música no llega, aunque se tenga orejas de elefante. La penosa ministra de Cultura, Ángeles González Sinde, antes de irse ha querido darse un homenaje y aprovechando el último tren que le queda, se ha ido a México, Nueva York y Moscú, para asistir a diversos eventos culturales. En México estuvo en una gala cinematográfica y en Nueva York ha descansado unos días, hotel de cinco estrellas, por el encomiable afán de estar presente en una exposición monográfica de Sorolla. Después voló hasta Moscú porque, infatigable hasta el último aliento, quiso estar presente en la clausura del Año Dual (¿?) y, de paso, regalar su presencia en una actuación en el Bolshói. En Moscú, en justa correspondencia a su esfuerzo, ocupó varias habitaciones en el hotel más caro, donde se reservó una suite de lujo, a razón de 1.200 euros/noche. Antes de irse habría que darle la medalla del trabajo…

¿Tenemos que regular los negocios particulares de algunos miembros de la Familia Real para impedir que a su sombra se cometan abusos? Pues parece que sí, que hay que hacerlo porque ahí están los tiros libres del señor Urdangarín y su esposa, montando un lucrativo negociete de influencias para llevárselo calentito. ¿Qué la esposa, pese a ser dueña del 50% del negocio no sabia nada? ¡Ah, bueno, pues usted perdone, aquí no ha pasado nada! ¿Hay que creerse también que es la diabólica casualidad la que ha hecho que la hija mayor de los reyes, presidenta de la Special Olympics, conceda el galardón anual de esa fundación a la Fundación Mapfre, en la que trabaja como directora de proyectos? El galardón deberá pasárselo doña Elena de una mano a otra, ya que es ella la que lo entrega y la que debe recibirlo. Doble mérito el suyo.

¿Debemos articular una ley para que los gobiernos en minoría se bajen de la prepotencia y pacten sus decisiones con la oposición? Parece innecesario porque el sentido común debería ser la ley más compartida y aceptada, pero.... A base de legislar, acabaremos todos con un sensor en el culo, para controlar los gases de efecto invernadero.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

BODRIO PRESUPUESTARIO


Yo creo que Antonio Fernández, consejero de Economía y Hacienda, y José Luis García Macías, secretario general de la consejería, que ya fue director general de Presupuestos con Ibarra, saben de economía y saben de presupuestos, aunque el bodrio final que han presentado en la Asamblea parezca fruto de un cortar y pegar, un suma y sigue de los papeles que han elaborado en cada una de las consejerías. Ha saltado la liebre de la improvisación por el chiste de los 22 millones de euros que dejaban tiritando a la Universidad y que ha puesto en evidencia que ni el presidente, ni la vicepresidenta je, je, je, ni el consejero se molestaron en echar una ojeada a lo que habían remitido desde la Consejería de Educación y Cultura, a la señalan como responsable última del desaguisado... ¡Ya encontraron la pagana!

Si con esta ligereza e improvisación elaboran la que pomposamente viene llamándose “ley principal”, que Dios nos proteja cuando se dediquen a asuntos de menor rango. ¿En qué tejado está la pelota? El consejero de Economía y Hacienda, echando balones fuera, señala a la de Educación, pero finalmente ¿quien es el responsable de la elaboración de los presupuestos, quien ha estado hablando desde hace meses de ellos, quien dijo que se presentaban y que no se presentaban porque faltaban datos, quien fue a Madrid para despejar dudas y quien los llevó personalmente a la Asamblea, donde los calificó de “rigurosos, eficaces y solidarios”? Con un mínimo de coherencia, responsabilidad y decencia política, ya deberían estar algunos ceses o dimisiones encima de la mesa, porque el ridículo es de redoble de tambor, aunque si por fin son retirados o rechazados, es de suponer que se muevan sillas y sillones

Como no cuestiono la capacidad del consejero de Economía y Hacienda, creo que si hubiera repasado el borrador que le remitieron desde Educación y Cultura, habría detectado el fallo espectacular de reducir 3.600 millones de pesetas del capítulo de la Universidad, institución a la que pertenece y a la que prácticamente liquidaban. No olvidemos que esos presupuestos fueron aprobados en el Consejo de Gobierno. La consejera, elegida como cabeza de turco, tiene muy acotado el campo de la Educación, que lleva César Diez Solís. ¡Apañada está la titular de Educación y Cultura si espera que ciertos personajes, expertos en desaparecer en los momentos de dificultad, den la cara o tengan un gesto de dignidad política! ¿Y el director general de Universidad?

Los consejeros pueden enviar a Economía y Hacienda sus previsiones, sus sueños o pretensiones, pero la responsabilidad última de los presupuestos cae fuera de su ámbito. La primera en la frente, Antonio Fernández y todo su largo aparataje de técnicos y asesores, se han puesto en evidencia porque en treinta años de autonomía nunca se habían presentado unas cuentas tan improvisadas, tan poco cotejadas y de perfil tan ligero. Que después de haber jugado electoralmente con los Presupuestos, catalogados por la vice je, je, je, “como austeros, reales, equilibrados…”, se tengan que retirar porque no tienen ni pies ni cabeza… ¿Son irresponsables PSOE e IU por rechazar semejante bodrio presupuestario? Eso dice Monago.

sábado, 3 de diciembre de 2011

IZQUIERDA DESUNIDA


Cayo Lara, coordinador general de IU, mantiene abierta la herida por la que le supura la rebelión de su organización en Extremadura y ya se ha hecho pública la primera ruptura en el seno de la misma, con la dimisión de la mitad de los miembros de su presidencia regional. Demasiado han tardado, demasiada paciencia han tenido ante el desnorte y la indefinición de sus tres diputados autonómicos, a los que acabarán tocando el himno del PP al entrar en la Asamblea. Pedro Escobar, cuestionado dentro y fuera de la coalición, no creo que tenga resuello para aguantar así toda la legislatura. Y Víctor Casco no parece muy contento con la dieta de madera que le imponen, haciéndole tragar palos de fregona todos los días. A partir de junio pueden convocarse nuevas elecciones y, si eso ocurre, los tres se quedarán colgados de la brocha e IU, aún con otros candidatos, puede verse de nuevo fuera de la Asamblea. A tiempo.

En la IU extremeña hay algo que chirría porque dentro de una organización política estatal tienen difícil acomodo los comandos independientes que llevan el paso cambiado. Es imposible armoniza el interés general con el “yo hago lo que me sale…”, ya que eso supone, además de romper las reglas del juego, jugar a la gallinita ciega… ¿A cambio de qué? A Pedro Escobar le molesta que le hablen de “la pinza PP/IU” porque posiblemente no exista, pero “por sus votos los conoceréis” y si es palmípedo, tiene pico de gaviota, grazna como una gaviota, vuela como una gaviota y salta de roca en roca, lo más probable es que sea una gaviota. Si tan seguro están los tres diputados autonómicos de sus determinaciones, lo más honesto sería bajarse de una IU que rechaza sus decisiones y subirse a una organización propia que les permita ir a su bola.

IU nacional ha dado la espalda a la federación extremeña, abandonándola a su suerte, desvinculándose de ella durante la pasada campaña electoral. Y Cayo Lara ha avanzado que “ni en Andalucía, ni en ningún otro sitio se repetirá lo de Extremadura”. Si la organización nacional los margina y las disensiones internas comienzan, incluso con calificativos de “melones podridos”, ahí tienen algo peor que una “falta de comunicación”. Lo que no pueden negar es que hay una ruptura manifiesta entre lo que ellos hacen y lo que IU cree que hay que hacer y la dimisión de ocho de los quince vocales de su dirección es un aldabonazo que deberían escuchar y analizar. Cayo Lara y Pedro Escobar parecen no pertenecer a la misma organización política y eso deja a Escobar en un desequilibrio imposible de mantener durante mucho tiempo ¿Quién tiene razón? La mejor manera de saberlo es que cada uno siga su camino porque también existe el divorcio en política y no es bueno forzar una convivencia imposible.

De todos modos, la ruleta sigue girando y los acontecimientos vendrán sin que los llamemos. No hacen falta dotes adivinatorias para saber que en junio IU dejará de marcar el tiempo, comenzaremos a oír otra sinfonía y, seguro, habrá músicos que para el chunda, chunda, no encuentren su instrumento.

EL COMPLEJO DE EDIPO


Decía Madariaga que “en política el complejo de Edipo suele cumplirse siempre, porque si el hijo no mata al padre, es el padre el que mata al hijo”. Sófocles lo apuntó en su “Edipo, rey”, donde se recordará que la agresión inicial partió del padre contra el hijo, al que mandó degollar al poco de nacer. Finalmente fue el hijo el que acabó con la vida del padre y esto es lo que ha quedado en la memoria del espectador. La recreación del drama se hace a diario en múltiples escenarios y en Extremadura -al margen del Teatro Romano, donde ya aburre por reiterativa-, sube al escenario nuevamente, ahora con la interpretación estelar de Rodríguez Ibarra, empeñado en “degollar” a Vara, su hijo. Veremos como transcurre la segunda parte del drama, porque si sigue el libreto de Sófocles, el Oráculo acabará imponiendo su vaticinio.

Creo que Vara lo debe estar pasando muy mal porque su sentido de la lealtad, su fidelidad y el reconocimiento hacia su mentor y padre político, le impiden levantar el brazo contra él, pero cuando falla la reciprocidad en los afectos, estos suelen deteriorarse en las dos direcciones. Ibarra, que se conoce poco, ignoró su instinto depredador cuando dijo aquella tontería, una más, de querer ir sentando en la parte trasera del autobús. Tarea imposible para alguien como él, acostumbrado durante veinticinco años a caminar bajo palio y recibiendo el aplauso tornadizo de una plebe que las mismas velas que a dios se las pone al diablo. Los que conocemos a Ibarra sabíamos que los buenos propósitos tenían fecha de caducidad, porque él no soporta la condición de actor secundario y es capaz de romper las vidrieras de Gaudí para seguir acaparando la atención en el centro del escenario

Empeñado en la tarea de dirigir el mundo, jamás soportó que Vara le ofertara lealtad, pero sin hacer seguimiento de su descaro, demagogia, impudicia, grosería y oportunismo. No quiso ver que Zapatero había cavado la tumba del PSOE y que el electorado esperaba, con la navaja entre los dientes, la primera oportunidad para pasarle factura. Y tampoco quiso ver que, pese a todo, Vara salvó en Extremadura los muebles del partido. Mientras en casi todas las comunidades el PP lograba mayorías absolutas, aquí sólo consiguió dos escaños de diferencia, necesitando la complicidad de IU para poder gobernar. ¡Ay si en aquella ocasión se hubiera presentado Ibarra!

Ahora Ibarra vuelve por sus fueros, salta del asiento trasero en marcha y da un volantazo, pretendiendo que el coche se estrelle con Vara dentro, porque no soporta que en el seno del PSOE se le respete, se le escuche y se valore su moderación de cara a una renovación en la que él no cabe. A Edipo nuevamente le busca la yugular su padre.

A la postre y después de tanto cuento y tantos humos, Ibarra se descubre como un puñetero “rompecristales”. Especie muy necesaria para los cristaleros.