viernes, 27 de mayo de 2011

DEMOCRACIA SIN ANTIFACES


El pasado cinco de febrero concluí así mi artículo sabatino: “Zapatero morirá matando. A España y al PSOE”. No era mérito de pitoniso, porque, menos para el PSOE, resultaba evidente para todos los demás. No voy a restar méritos al que ha ganado las elecciones, ni a cargar con culpas excesivas al que las ha perdido, pero creo que el que ha movilizado el voto contra el PSOE y el que ha hecho que incluso los feudos tradicionales socialistas sufran un vuelco histórico, ha sido Zapatero, sus estupideces, sus paranoias, sus “leires”, “pepiños” “rubalcabas”“aydos” y demás payasos/as, sin puñetera gracia, que llevan siete años jugando a ser “guais” con la ruina de España. Es indigno que ese tipo siga ahí, haciéndose el solemne y amenazándonos con agotar la legislatura, contra el criterio más liviano del sentido común.

España ha servido como cobaya experimental a este químico enloquecido y desparramado, y la respuesta del electorado, con ser apabullante, no es más que el anticipo de la indignación, la rabia y el odio que Zapatero y sus conmilitones más cercanos merecen, aunque atenuado por la sordina de excelentes candidatos socialistas, municipales y autonómicos. El PSOE ya ha probado la medicina ZP y, por su propio interés, debe dar un empujón a ese insolvente que tiene una mascletá en la cabeza, incapaz de ver la ruina que siembra a su paso. ¿Zapatero hasta marzo? Eso es imposible, porque por encima del tiempo de legislatura está España y por encima de un bobo de libro están los cinco millones de parados, la ruina genérica, las familias desahuciadas y la visión tercermundista de los comedores sociales abarrotados. Ese tipo, mentiroso, pirado, sin escrúpulos y sin conciencia, no puede seguir jugando con cincuenta millones de españoles.

El Partido Popular ha ganado incluso en Extremadura, lo que supone un éxito sin paliativos para su candidato, José Antonio Monago. Y si la derrota del PSOE no ha sido mayor es porque Fernández Vara ha sido capaz de achicarla con su tirón personal, la simpatía que despierta, su dedicación y el convencimiento de su papel de víctima en gran parte de los votantes. Que la pelota esté ahora en manos de IU, con tres diputados, no es más que un accidente, que no debería aprovecharse para torcer el brazo a un electorado que ha cantado alta y clara su elección. Ya se que en las reglas del juego democrático entra la suma de las minorías, que es legítimo que incluso perdiendo se gobierne, y que es un derecho que también ha ejercido, ejerce y ejercerá el Partido Popular, pero chirría que una fuerza política con tan reducida representación, se convierta en el clavo del abanico y, por una coyuntura electoral, tenga la última palabra entre los electores de Extremadura.

El PP ha tenido a lo largo de la legislatura pasada una actitud dialogante, negociadora y conciliadora con la Junta, colaborando en lo esencial. El PSOE debería asumir el cambio, ayudar al que ha ganado y, en justa reciprocidad, ejercer una oposición constructiva, al servicio de Extremadura. Resulta bastante estrafalario que sesenta y dos diputados se plieguen a los intereses de tres.

miércoles, 18 de mayo de 2011

TINTE PARA LAS CANAS


Cuenta André Maurois en “Las Quitaesencias”, que en África a un foráneo se le acercó un nativo que, en voz baja y suplicante, le imploró: “Por favor, dame un tinte para mis cabellos, porque si ven que encanezco me matarán”. En el lugar era costumbre subir a los que encanecían a lo alto de un cocotero que luego sacudían con violencia los jóvenes más fuertes del lugar. Si era capaz de soportar agarrado al árbol la violencia del cimbreo, tenía derecho a seguir en la aldea, pero si se caía, lo remataban en el suelo. André Maurois compara la brutalidad del método con las prácticas aparentemente civilizadas que se imponen en muchas “aldeas” en las que, con la misma crueldad, se sentencia al hombre al que se considera acabado.

Cada pequeña aldea tiene en lugar preferente su cocotero, esperando el cimbreo de los brutos para precipitar a los más débiles contra el suelo. Viéndolo así, el cocotero, como el árbol del ahorcado, es el vegetal más abundante del mundo, porque enraíza en nuestras conciencias y acaba por ocuparnos con su frondosidad.
La debilidad de un parpadeo, una duda, un lapsus, una cana, es suficiente para que con el dedo índice señalemos la copa imaginaria del cocotero a nuestro vecino, mientras que nos seguimos escandalizando de la dramática imagen del anciano incapaz de soportar agarrado las sacudidas del árbol. ¿Es que hacemos algo diferente? Estamos tan envilecidos que somos incapaces de ver que nuestra vida está sembrada de cocoteros, de brutos para moverlos y de ancianos que buscan a la desesperada tinte para su pelo.

En la antigua Esparta, a pocos kilómetros de la ciudad, sigue vigilante el foso de Mistra, de espaldas al monte Taigeto, desde donde los espartanos arrojaban a los niños con defectos físicos y a los desheredados de la fortuna y el tiempo. ¡Soltad amarras, lastres fuera! Los fosos de ayer, como los cocoteros de hoy, siempre se nutren de canas, de débiles y de vencidos, porque el hombre, como la gallina, siempre está dispuesto a picotear la cresta de los más débiles, no tiene piedad con los vencidos y reserva toda la trompetería para el vencedor.

¿Mañana? El cocotero ya está adornado para la ocasión y los focos lo iluminan desde lejos, para que los canosos trepen hasta su cúpula cuando se abra la urna. Y serán los propios vecinos, los paisas, los incondicionales, correveidiles, tartufos y garrapatas de medio pelo, los que cimbreen el árbol con todas sus fuerzas, para poder redimirse y buscar cobijo en la oreja de otro perro. Muchos ya estarán haciendo gárgaras, para aclamar al vencedor o para gritar contra el vencido. Sea el que sea, porque les sobran argumentos.

En todo caso y pase lo que pase en cada una de las aldeas, mañana, al filo de la madrugada, serán millares los dedos que señalen el cocotero al pobre “suricato”, (feliz definición de Jaime Álvarez Buiza sobre ZP), que lleva siete años divirtiéndose, cimbreando todos los cocoteros y ahondando todas las simas. Tiene las horas contadas y nadie le va facilitar tinte para sus canas. Adiós, “suricato”, adiós.

viernes, 13 de mayo de 2011

PUNTO, PUNTO, PUNTO Y PUNTO


El rey ha visitado a su primo, el sultán de Marruecos que ejerce sus funciones como Mohamed VI, para solidarizarse con él tras el atentado que el pasado 28 de abril sufrió Marrakech. Se tratan familiarmente como “primos” y es lógico que en momentos de dolor, se visiten, se consuelen y se animen. En el atentado hubo diecisiete víctimas mortales, de las que ocho eran de nacionalidad francesa, lo que arañó notablemente la sensibilidad de nuestros vecinos del norte porque aunque todas las víctimas duelen, duelen más las que están más cerca. Punto.

El ministro de AAEE francés, tras una comprobación de urgencia, declaró que la autoría del atentado era de Al Qaeda y que sus autores materiales e ideológicos pagarían las consecuencias, porque las autoridades marroquíes había avanzado mucho en las pesquisas para localizar a los culpables. Ratificando lo manifestado por el ministro francés, la policía de Mohamed VI, también señaló a los esbirros de Bin Laden como los autores del atentado: “Tendrán nuestra respuesta”. Al Qaeda, demostrando un temor y nerviosismo hasta entonces desconocido, se apresuró a emitir un comunicado en el que negaba cualquier vínculo entre el atentado y la organización. Marruecos, es evidente, sabe mucho de Al Qaeda. Punto.

Cuatro días después del atentado de Marrakech, -¿mera coincidencia temporal?-, el mundo se despierta con la noticia de que Osama Bin Laden, el fundador y guía espiritual de Al Qaeda ha sido abatido en su residencia de Abbottabad, en Pakistán. EEUU anuncia la muerte del terrorista y es su presidente, Obama, el que, al filo de la madrugada, regala algunos detalles menores de la operación, asumiendo que ha sido suya la decisión de liquidar al autor de los atentados del 11-S: “Se ha hecho justicia, el mundo es un lugar más seguro, se ha concluido con éxito lo que planificábamos desde agosto pasado, bla, bla, bla y etc, etc, etc”. Punto.

Una hora después de la comparecencia de Obama, ya estaba en las páginas digitales de algunos periódicos la fotografía trucada del terrorista muerto. Era la primera de una cadena interminable de mentiras. Poco después llegaban los pormenores de la operación: EEUU había seguido la pista de un detenido en Guantánamo que, dos años antes y bajo tortura, había señalado a un correo de Bin Laden. Lo localizaron, lo controlaron y en agosto pasado, bingo, situaron al mismo Bin Laden en una casa aislada de Abbottabad. Desde agosto hasta mayo, -¡diez meses!-, estuvieron planificando la operación que acabó con la vida del terrorista, que estaba armado pero desarmado, que quiso huir pero que dormía, que estaba solo pero acompañado… El cadáver lo arrojaron al mar. Punto.

La presencia del rey, el primer jefe de Estado que visita Marruecos tras el atentado, indica claramente la normalización de las relaciones después de la crisis diplomática entre España y el país magrebí. El rey no visitaba Marruecos desde meses antes del atentado del 11-M. Madrid y Rabat vuelven a ser “primos”. En Marruecos han pasado la página del atentado… Esto no es más ficción que lo que nos han contado. Punto.

viernes, 6 de mayo de 2011

DEL 11-S AL 11-M



El 11 de septiembre pasado, diez años después de la locura del 11-S, estuve en Nueva York y, como otros dos millones de personas, visité aquel día la Zona Cero, el socavón que ocuparon las Torres Gemelas, el museo que han levantado, la iglesia de San Paul, de los primeros auxilios… Toda la zona es un mausoleo. Había dolor, infinito dolor, silencio, recogimiento y respeto, pero la resignación estaba ausente. Incluso los guías oficiales señalaban, con absoluta convicción, que EE.UU daría respuesta a todo aquello. Los norteamericanos son resolutivos y a la hora de las decisiones, como se ha visto ahora, no se paran en eufemismos y bendicen como un acto de justicia la ejecución de un terrorista, sentenciado en un despacho de la Casa Blanca. El propio Obama, con el pulgar hacia abajo, asumió la responsabilidad sin cortapisas: “Se ha hecho justicia”. Justicia sin jueces. ¿Es más justo, independiente, equitativo y fiable el Tribunal Constitucional español? ¡Ja!

Un alto responsable de la Seguridad Nacional norteamericana, lo ha dejado muy claro: “El presidente autorizó la operación y no había intención alguna de capturar vivo a Bin Laden. Era una operación diseñada para matarlo”. Nuestro particular 11-S, nos explotó un 11-M y se aprovechó electoralmente, enfangando los sentimientos, mintiendo, encubriendo, manipulando, borrando, removiendo las vísceras colectivas e incluso dividiendo a las propias víctimas, porque el objetivo inmediato era alcanzar el poder, aun a costa del terrorismo. Algún día, el PSOE pedirá perdón por todo aquello. En EE.UU no juegan con estos asuntos y a la hora de la verdad, igual da Bush que Obama, porque los dos tienen la misma bandera.

Creo que a Bin Laden lo han matado y no creo nada más. El envoltorio de la estrategia desde agosto, la milimétrica operación militar, resuelta en cuarenta y cinco minutos, los tres helicópteros transportando a un comando de élite, integrado por quince “rambos”, e incluso la paciente espera del premio Nobel de la Paz, hasta que le comunicaron el ansiado “Gerónimo EKIA”, forma parte de un guión cinematográfico para el que ya estarán buscando exteriores. Tampoco me creo que Bin Laden estuviera en una casa solitaria, valorada en un millón de dólares pero sin seguridad, plácidamente dormido, desprotegido y en compañía de sus mujeres e hijos. ¿Cómo pueden enterrar a alguien en el agua? Detalles menores. Seguro que en USA hace mucho que sabrían dónde esta el cadáver de Marta del Castillo, porque habrían montado una polifónica con los malasangres que la mataron. ¿A quienes deben proteger los Derechos Humanos? Pues eso.

Lo cierto es que desde aquel 11-S EEUU, sin ambigüedades, ha ido escribiendo el libreto de su particular concepto de la “alianza de civilizaciones”. La resolutiva ejecución de Bin Laden es apenas una frase de un guión inconcluso, pero también es un ejemplo de unidad, de ideas claras y de patriotismo colectivo. El pueblo norteamericano no perdonaría nunca que sus víctimas se utilizaran como casquería electoral…Hay mucha distancia entre el 11-S norteamericano y nuestro 11-M. Allí todas las víctimas son sus víctimas, porque los pueblos grandes no se cimentan en vilezas pequeñas.