jueves, 30 de septiembre de 2010

JUERGA GENERAL (II)


Para que lo que han convocado CC.OO y UGT perdiera el tufillo de juerga y lograra la categoría de huelga, estos deberían cambiar el objetivo de la misma y convocar la huelga general contra ellos mismos, que son los que más se la merecen. Eso si sería novedoso. Supónganse ustedes un video protagonizado por el Chikilicuatre, diciendo algo así como “después de haber estado colgados de las ubres del Gobierno durante tanto tiempo, UGT y CC.OO, convocan una huelga general contra el Gobierno y contra UGT y CC.OO”. Si, ya se que sería absurdo, pero no menos que lo que están haciendo, porque después de siete años de complicidad y mamandurria chirriante, resulta más que grotesco que ahora pretendan sacar a la calle a los mismos a los que han estado machacando con su silencio y entreguismo.

Muchos vaticinan que la “juerga general” será un fracaso estrepitoso, basándose en sondeos que dan hasta un 70% de rechazo a la misma, pero yo me apuesto el bigote que no tengo a que la cosa acabará en ni fu ni fa, porque los sindicatos, UGT y CC.OO, tienen poderosos resortes para apuntarse un seguimiento medio decente, simplemente movilizando a los 345.000 liberados que tienen distribuidos por todas las comunidades. Ese ejército ya es suficiente para paralizar el transporte público, cortar carreteras y enseñar los dientes a los que quieran trabajar. El resultado de la huelga se medirá por la incidencia que tenga en las capitales de provincias, sobre todo en Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla… Esas grandes urbes pueden paralizarse cortando puntos de acceso e impidiendo la circulación de trenes, taxis y autobuses. Seguro que la logística disuasoria la tienen perfectamente planificada.

Es también seguro que el ministro del Interior no va a dar órdenes muy contundentes a las fuerzas del orden y que las luces de emergencia no se encenderán porque los piquetes informativos se empleen a fondo. No tendría sentido que el Gobierno se empleara a fondo, tratándose de fieles aliados y compañeros de viaje que, a fin de cuentas, han convocado una huelga general contra la Patronal y contra el PP. “La gran putada” de Toxo y Méndez, sólo servirá para justificar una discrepancia inexistente, porque el entreguismo de los dos ha pulverizado la credibilidad de CC.OO y UGT. Después del 29 los dos sindicatos deberían hacer un acto de contrición y apartar a esos dos bufones de la dirección de los mismos. Cándido Méndez tiene la misma fiabilidad que Zapatero, y Fernández Toxo ha mostrado encefalograma plano desde que llegó a la secretaría general de CC.OO.

Los sindicatos, que son instituciones necesarias en la correlación de fuerzas de un sistema democrático, tienen que recuperar los objetivos perdidos y dejar de comportarse como asalariados del Gobierno. Hoy andan a la deriva, perdidos los cuatro puntos cardinales, asentados en el conformismo y la resignación y con la mano permanentemente tendida. El desprestigio que tienen no lo van a recuperar obligando a la gente en participar en una juerga general tan falsa como los videos con la que pretenden promocionarla. Esto tiene tal pestilencia, que es más juerga que huelga.

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