martes, 29 de diciembre de 2009

LO PEOR DE RAJOY


Lo peor de Mariano Rajoy es que no le gusta al PSOE y como en el PP hay más panolis que clase de setas, son muchos los que se prestan a hacerles el juego a los socialistas, creyendo que así se redimen del complejazo que tienen. Son los progres de la derecha los que están poniendo en solfa a un Mariano Rajoy al que no se atrevieron a plantarle cara en el proceso electoral interno. Unos porque desde la extrema derecha que les corre por las venas, lo consideran muy blando y los otros porque están empeñados en pasar a la historia como “ rojillos modernos” y creen que con el visto bueno de la izquierda y la bendición de Pepiño Blanco su careto puede ser la salvación del centro derecha. Estos porque se llevan muy bien con El País y aquellos porque siguen las consignas de El Mundo y se dejan adoctrinar por unos u otros, son los que están torpedeando las posibilidades ciertas de un Partido Popular que, pese a tanto tonto interno, ya aventaja en seis puntos al PSOE. La diferencia, ya se verá, es mucho mayor.

Desde fuera, así lo veo yo, Mariano Rajoy, al margen de su abrumadora experiencia, es una de las caras más limpias y presentables de la política española, en la que desde luego no está para lucrarse. El pasado verano un amigo, registrador de la propiedad de la misma promoción en la que Rajoy sacó el número uno, me decía que lo del presiente del PP es muy difícil de explicar, porque lleva toda una vida de complicaciones, expuesto a mil críticas, recorriendo un millón de kilómetros al año, alejado de su familia, trabajando dieciséis hora diarias y perdiendo un mínimo de 500.000 euros anuales. Y en tono confidencial sentenciaba: “¡Oye, mira, puede que no sea tan listo como creíamos!”

¿Alguien puede creerse que el nuevo líder de IU, que no sé ni quien es ni cómo se llama, porque no figura en el mapa, está en la valoración de los españoles por delante del Mariano Rajoy? El PSOE tiene muchos tentáculos y uno de ellos es el CIS, que “ni quita ni pone rey, pero ayuda a su señor” y cuando conviene y como conviene, saca estas perlas que sirven para avivar las llamas de una división que a, base de insistir en ella, puede hacerse verdad. Nos dicen que Mariano Rajoy tiene mucha contestación interna, pero a pesar de tanta contestación, sacó el 96% de adhesiones en el último congreso popular.

¿División interna, espías, corruptelas? ¡Venga, hombre! En todas esas especialidades el PSOE tiene a los expertos más preclaros y algunos de ellos incluso lograron el doctorado en una cárcel, por trincones, delincuentes y gente de mal vivir. Y otros no entraron porque Garzón puso una X. Si tenemos que olvidar olvidamos, pero que no pretendan, además, desfilar como modelos en la pasarela de la moralidad. Rajoy ha pasado por muchos sitios, incluida la práctica totalidad de los ministerios y puede mirar de frente sin avergonzarse de nada. Ni de su trayectoria ni de la trayectoria de su partido.

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