martes, 29 de diciembre de 2009

BUITRES SOBRE AMINATU


El desfile del “club de la ceja” para, en vuelo de ida y vuelta, visitar a Aminatu Haidar, se pareció mucho al planeo de los buitres antes de posarse para la pitanza. Da asco, mucho asco y mucha pena, que esta gentuza no sea capaz de sustraerse a la tentación de lucir palmito solidario, aprovechándose de una pobre mujer decidida a morir por su causa. Su causa era sólo una oportunidad para que estos buitres peguen otra foto en el álbum de las proezas sociales. Si los dejan se habrían encadenado a ella, hasta que el fotógrafo se aburriera, como la Tita Thyssen a los árboles del Paseo del Prado. Su traslado, o su liberación, pone fin a la representación de una comedia llena de figurantes y en la que sobraba la propia Aminatu.

Aminatu Haidar fue secuestrada en Marruecos, con la necesaria colaboración de España. Procedente de EE.UU, en el aeropuerto del Aaiún, fue retenida por la policía marroquí y, contra su voluntad, introducida en un avión para volar hacia España. Ella manifestó su situación y su negativa, pero desde el Gobierno español se dieron instrucciones precisas para que el secuestro se hiciera efectivo y a Aminatu Haidar la obligaron a bajar en Lanzarote. Ahí comenzó su calvario y su rechazo al buenismo tontorrón de un Gobierno que después de haber colaborado efectivamente en su secuestro, pretendía pasar por humanitario. ¿Por qué se prestó España a un juego que vulnera de forma tan chirriante los derechos humanos? Como en tantas ocasiones, es una pregunta que no tiene respuesta. España tiene encefalograma plano y su política exterior es tan mamporrera como claudicante. Estamos a expensas de lo que puedan decidir en cualquier sultanato y hasta Gibraltar se engalla y nos ponen firmes.

Después de que la vicepresidenta negara la participación efectiva de España en el secuestro, ayer el ministro “desatinos” reconoció que no ignoraban nada de lo que iba a ocurrir, de lo ocurrido y de las consecuencias. Resulta que nos metimos en un fregado en el que íbamos a recibir bofetadas por todas partes, ejerciendo de correveidiles, sin cabeza y de forma irresponsable, para acabar pidiendo ayuda a EE.UU, a la ONU, a Alemania, a Francia y al propio Marruecos.
Nadie de nuestro entorno entiende las cabriolas circenses de España, porque nadie puede entender que tengamos un comportamiento tan errático y claudicante. Al final, Francia y EE.UU han tenido que resolvernos el problema y después de tanto remar, hemos quedado en la misma orilla, pero con los pies fríos y la cabeza caliente.

Aminatu ha conseguido su objetivo, Marruecos ha salido fortalecido porque en el pulso han logrado el agradecimiento de la ONU, de Francia y de EE.UU, Francia ha demostrado, una vez más, que tiene escaleras ara subir y para bajar, EE.UU sigue siendo el rey, los papanatas de la ceja lograron su foto y España… España ha escrito un nuevo chiste. Lo ha escrito y lo ha escenificado.

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